A casi un año de la cuarentena por COVID-19 a muchos ya nos quedó muy claro el riesgo que corremos al momento de tomar clases o trabajar en línea, pues un error en la cámara o el micrófono pueden llegar a ser garrafales. Así como le sucedió al abogado que olvidó apagar su cámara mientras tenía relaciones sexuales.
Si pensaban que ser cachados por su maestro en plena siesta durante la clase de las 7 era lo peor que les podía pasar (saludos, Sebastián), entonces deberían conocer el caso de este sujeto originario de Perú, el cual fue atrapado haciendo ‘el delicioso’ en plena audiencia virtual y mientras le dictaban la condena a los integrantes de una organización criminal.
El abogado en cuestión fue sorprendido haciendo el ‘delicioso’ mientras chambeaba
Este incidente ocurrió el pasado jueves 28 de enero durante una audiencia que realizó la Corte Superior de Justicia de la Selva Central, en Perú. Un abogado que defendía a miembros del supuesto grupo criminal llamado ‘Los Z de Chanchamayo’, olvidó apagar su cámara mientras mantenía relaciones sexuales con una mujer en su despacho.
De acuerdo con el portal 2ominutos, magistrados –y hasta los mismos sujetos que iban a ser procesados legalmente– le avisaron al titular del Juzgado de Investigación Preparatoria de Pichanaki, John Chahua Torres, de lo que ocurría en el despacho del abogado defensor. Un oso que el abogado seguramente nunca olvidará.
Y ahora será investigado por las autoridades de Perú
Pero no lo decimos por mala onda. Resulta que no sólo los involucrados vieron al sujeto ‘echando pata’ mientras se encontraba en horas de trabajo, pues la sesión en cuestión estaba siendo transmitida en vivo a través del canal del Poder Judicial, por lo que varias personas tuvieron la oportunidad de grabar lo sucedido.
Aunque a muchos se les hace chistosa la situación, las autoridades de Perú están que no las calienta ni el sol. Y es que el abogado identificado como Héctor Cipriano, fue acusado de haber “faltado al honor y a la dignidad de la profesión e imagen de este Poder del Estado”, e incluso iniciarán una investigación en su contra para determinar si es la primera vez que hace este tipo de actos que “atentan contra el pudor público y las buenas costumbres”.