Recientemente recibimos la noticia de que el MUNAL (Museo Nacional de Arte) tendrá en exhibición tres cuadros del pintor impresionista Claude Monet, dos de ellos nunca antes vistos en México.
Esta excepcional exposición llamada “Monet: Luces del Impresionismo” estará del 27 de abril al 27 de agosto y además de los cuadros del pintor francés, habrá también obras de otros impresionistas que fueron influenciados por Monet.
Sobre Monet
Claude Monet nació en Paris, Francia en 1840 y en su vida pintó más de 2 mil cuadros. Sólo las piezas que dibujó en su jardín, en Giverny, cerca de París, son más de 250 y es reconocido por su manera de jugar con las luces y porque podía realizar hasta 200 versiones del mismo cuadro en un corto tiempo.
El jardín de Giverny, donde vivía Monet, todavía existe en la actualidad y la oportunidad de visitarlo resulta todo un privilegio, pues es como introducirse en una de las obras del pintor impresionista.
Monet es uno de los creadores del Impresionismo junto con pintores como Pierre-August Renoir o Paul Cézanne. En sus obras intentan plasmar la luz a gran detalle, y dan una impresión visual que no cualquiera puede igualar. Las pinturas de Monet se han llegado a vender hasta en 70 millones de dólares.
Dicho esto y porque tres cuadros no son sufientes, hemos seleccionao las piezas emblemáticas de este artista inmortal, cazador de los destellos del sol.
1. Nenúfares
He aquí la pieza más famosa de Monet. Se trata de una de las obras que Monet pintó durante los últimos 30 años de su vida, los que pasó en su asombroso Jardín de Giverny. Ésta en particular se basó en un estanque que había ahí, que estaba lleno de pequeñas flores de loto que flotaban en la superficie.
Hay que destcar que esta obra tiene distintas versiones según la luz del día, pero ésta sorprendió a todos desde que se dio a conocer y por eso el gobierno francés le hizo una sala ovalada especial en el fantástico museo L’Orangerie, ubicado en el corazón de París.
2. Mujer con sombrilla
Este cuadro nos expresa con gran nitidez un día de verano perfecto. La esposa de Monet, Camille y su hijo Jean, parados en medio de un campo, mientras una ráfaga de viento los atraviesa. El punto de vista está un poco torcido, ya que se pintó en un terreno inestable cerca del Río Sena, durante la plácida estancia del pintor en un castillo ubicado en la provincia de Argenteuil.
Lo interesante de este cuadro, son los colores que utiliza para darle color a las sombras, casi todos violetas. Asimismo, este paisaje presenta de una forma extraordinaria los paisajes al aire libre que representan el Impresionismo.
3. Impresión, Sol naciente
He aquí un cuadro que transformó para siempre la historia del arte. Esta obra se pintó en 1872, cundo Monet pasó un tiempo en el puerto de Le Havre, una ciudad bucólica de Francia, protagonizada por paisajes marítimos, cielos azules y árboles gigantes.
La pieza se presentó por primera vez una exposición de artistas modernos en 1873, y aunque en un inicio tuvo malas críticas porque no se trataba de un horizonte, sino sólo de la impresión de un horizonte, el impacto que generó fue tanto, que gracias a ella nació el nombre Impresionismo.
4. El barco del estudio
Existió un momento en la vida del artista francés en el que literalmente usaba de estudio un barco. Una pintoresca nave en la que él y su esposa navegaban por el Río Sena en busca de paisajes para pintar, de pequeñas manchas en el agua, de bosques pasajeros que aparecían en el camino.
Este lienzo representa, entre otras cosas, el amor que Monet tenía por la naturaleza, por el agua y en particular por los atardeceres. Disfrutaba como pocas personas de capturar con pintura los destellos entre morados y anaranjados que aparecen cuando el sol cae.
5. Las amapolas
En su eterna obsesión por capturar en un lienzo blanco los pormenores de la luz, Monet pasó largos periodos de su vida dibujando el mismo paisaje en diferentes momentos del día. Un ejemplo asombroso de esto lo podemos ver en su trabajo con las amapolas; estas flores rojizas le encantaban y pasaba largas horas retratándolas.
La pieza muestra una vez más a su familia paseando por un campo ventoso, en el que la vegetación se mueve con la misma tranquilidad como lo hacen su esposa y su hijo. Atrás se ve una casa hundida en la naturaleza y si uno realmente se esfuerza, puede incluso imaginarse la trayectoria de las nubes.
6. El puente japonés
Para Monet, todas las respuestas de la existencia estaban en la naturaleza, por eso cuando la vida se puso complicada, decidió retirarse a un paisaje completamente verde en el que podía pasar horas contemplado el camino de las sombras en el día. Este lugar se llamaba Giverny y aquí el impresionista tuvo la claridad mental para hacer sus obras más emblemáticas.
Una de ellas es esta, que nos presenta la belleza simple de un puente cubierto de musgo que de la forma más poética atraviesa su pequeño estanque. Lo interesante de esta estructura y de parte de la vegetación que compone la pintura, es la gran influencia que tuvieron en él los grandes paisajistas nipones de la época.
7. La Catedral de Ruan
Esta pieza compone una serie de al menos 30 cuadros en los que Monet se sale de su zona de confort, y retrata un templo gótico ubicado en la provincia francesa de Ruan.
Aquí se pueden apreciar los pormenores de la arquitectura de esta iglesia. Su fachada de triángulos y el paso de la luz sobre las distintas estructuras nos hacen pensar en la Edad Media.
8. Parlamento
Entre 1899 y 1901, Monet realizó una multitud de viajes a Londres con la única misión de meter al Támesis en un lienzo. Para crear al menos 25 cuadros, el pintor se sentó en el segundo piso de un hospital a retratar el famoso Palacio de Westminster donde se encuentra el parlamento.
Su intención no era pintar el famoso recinto, sino la forma en la que luz lo atravesaba. La forma poética en la que las luces y las nubes cruzaban el Río Támesis y como la estructura se retrataba fugazmente en el agua.
Monet en le MUNAL
Las obras de Claude Monet que podemos ver en el MUNAL son: Nenúfares, Paisaje de Porte-Villes y Valle Buona, cerca de Bordighera. No hay que desaprovechar esta oportunidad única de martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
La entrada al Museo Nacional de Arte cuesta 85 pesos y es gratuita para menores de 13 años, adultos mayores con credencial vigente, personas con discapacidad, estudiantes, maestros y Amigos del MUNAL.