Tal vez no podemos darnos cuenta a simple vista, pero el estar acompañados por una mascota nos ayuda más de lo que creemos. A veces parece que sólo estamos criando a un animalito, pero en realidad estamos formando un lazo de amistad tan fuerte, que muchas veces supera a cualquiera que hayamos formado con algún ser humano.
Las mascotas no nos juzgan por quienes somos, sino que nos entregan cariño incondicional, además de que jamás dudan en acompañarnos en cualquier situación. Es por eso que vamos a tomarnos un momento, para crear cierta conciencia acerca de lo que estas bellas criaturas nos ofrecen y que posiblemente no habíamos notado.
No hay sentimiento de soledad
Muchas veces, las personas pueden llegar a sentirse solas aunque estén rodeadas de mucha gente diariamente. Ya sea que vivamos solos o no, contar con una mascota nos ayuda a sentirnos queridos. Cada que llegamos a casa, siempre habrá alguien que nos recibe alegremente y nos mire a los ojos para buscar nuestra atención.
Tal vez un animal no hable, pero nos dice demasiado con su presencia y sus acciones.
Alivian la depresión
Cuando caemos en una depresión, no tenemos ganas de hacer nada y tampoco queremos ver a nadie. Pocas cosas nos ayudan a dar un paso adelante para recuperarnos y una de ellas es la presencia de nuestras mascotas, ya que el simple hecho de sacarlos a pasear o de ver por su alimentación, nos crea un motivo para levantarnos, sean las circunstancias que sean.
Jugar, alimenta e incluso hasta platicar con un animal, nos ayuda a desahogar nuestros sentimientos y ver el mundo con otra perspectiva.
Nos hacen sentir más felices
Esto es un hecho científico, ya que tras compartir nuestro tiempo con nuestros amigos del reino animal, nuestros niveles de oxitocina suben y al mismo tiempo, se estimula la producción de serotonina y dopamina. Como resultado de todo esto, el cortisol disminuye y nos sentimos con menos estrés y más contentos.
Reducen el estrés
Tal como lo acabamos de mencionar, el ponerse a jugar con una mascota hace que se nos olvide toda esa presión que a veces el trabajo y la escuela nos ocasionan.
Según un estudio de la Universidad Commonwealth de Virginia, en Estados Unidos, el cual analizó las ondas cerebrales de distintos dueños de perros antes y después de pasar un tiempo con ellos, reveló que acariciar a una mascota y consentirla, ayuda a reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión.
Así que ya saben, pónganse a mimar a sus mascotas, que les hace bien.
Aumentan el sentido de responsabilidad
Cuidar a un animal nos hace más responsables, ya que estamos a cargo de una vida que requiere cuidados como la atención médica, alimentación, convivencia y sobre todo, checar su higiene. Muchas personas adquieren un gran sentido de responsabilidad desde la niñez, ya que tienen en sus manos el cuidado y respeto de sus mascotas.
Mejoran nuestra vida social
Puede que a algunas personas les parezca absurdo, pero el sacar a pasear a su mascota, muchas veces les brinda la oportunidad de conocer gente nueva. Cuando van al parque con su perro, y este se pone a hacer labor social con otro, ustedes también terminan iniciando una plática con el dueño. También llega a ocurrir que la gente sin mascotas se acerca a decir comentarios sobre “lo adorable que es el perrito” y cosas así, por lo que nuestra habilidad social aumenta considerablemente.
Refuerzan nuestra autoestima
Este beneficio también fue comprobado por la ciencia. Un estudio realizado por universidades en Miami y Saint Louis, observó que los niños y niñas con alguna dificultad para hablar o leer en voz alta, refuerzan su seguridad y confianza en sí mismos al hablar a los animales.
Además, sabemos que nuestras mascotas no se vana burlar de nosotros por nuestra manera de ser, lo cual es un paso muy grande en la autoaceptación.
No cabe duda que los animales son seres preciosos y llenan nuestra vida de júbilo. Nunca es tarde para abrir su corazón a algún animalito que necesite de su cariño y cuidado.
Vía muyinteresante