Así que ya trabajas, así que ya pasaste tu primer junta; así que ya sabes lo que significa armar la fila de los tuppers en el micro para calentar tu comida y también ya sabes que la frase de despedida de viernes es “ya vámonos, que aquí espantan”. Bienvenido al mundo Godín.
¡Ahhh qué bello! Llevarte la licuadora en la rifa de Navidad, tener en tu kit básico del cajón el Riopan y por lo menos una lata de atún y tener respuestas predeterminadas en tu mail como “Brutal”, “Buenísimo”, “Quedo pendiente” y “Saludos cordiales” ¿Pero saben qué es aún más bello? Los clasiquísimos osos que todos cometemos y que hacen reír a nuestros amigos en la chelita al final del día. La neta, bendito sea el mundo Godín, que nos da el pan nuestro de cada día -literalmente- y que también hace anecdóticas las noches donde nos reímos de todo lo que pasó. Lo bonito de esto es que ¡a todos nos pasa! Esculca en el baúl de los recuerdos y proyéctate con estos top 5 momentos de oso penoso que todo godín ha pasado en su vida. Acompáñenme a ver estas tristes historias:
1. Equivocarte al mandar un mensaje en el grupo de la oficina
¡Pero claro que sí! porque de repente estás echando la momiza en el grupo de los cuates, enviando fotos y videos a diestra y siniestra y contando el chisme de la semana cuando ¡PUM! le das send y se manda el grupo donde están to-dos: tu jefe, la secretaria (que obvio ya le contó a todos antes de que puedas borrarlo) y el grupo de becarios que ya tienen qué contarle hoy a sus compañeritos de clase. Mágico.
2. Calentar la comida que apeeesta toda la oficina
Admítelo, todos lo hemos hecho alguna vez. Esas inocentes sobras de la comidita que te echaste el domingo con tu familia, ese delicioso robalo en salsa verde que hizo tu mamá y que te vienes saboreando desde las 7am, se volvieron la peor pesadilla cuando Karlita gritó “¡qué assssco! huele a patas ¡¿quién está calentando comida podrida?!” mientras tú estabas sacando tu tupper del micro.
3. Creerte artista en la fiesta de Navidad
Este es un clásico de la temporada: todo el mundo se la está pasando a gusto, están conviviendo, cantando, echando el chiste y de repente a alguien se le ocurre la genial idea de empezar el karaoke. Y es que no solamente se trata de que definitivamente solo podrás brillar en los escenarios de tu regadera, sino que además te animaste a ponerle coreografía a “Mis Ojos Lloran Por Ti” (sí, con todo y que te sabes la parte rápida) ¡Y TE GRABARON! Ahora tu show vivirá por siempre en los corazones y grupos de WhatsApp de toda la oficina. Un aplauso.
4. Quedarte dormido y llegar tarde a la junta
Y no es a cualquier junta: es la junta de toooda la empresa donde toooda la corte celestial está invitada. Y no solamente llegas tarde, TO-DO el mundo se da cuenta de que llegas haciendo escándalo y hasta sin haberte bañado porque te quedaste dormido. Así, con olor a cama, te arrastras hasta la silla que más cerca de queda –que obvio está en la fila de hasta el frente– y después de provocar que la junta pare por un minuto que se sienten semanas, te incorporas a la silla intentando poner atención. 🐶🐻
5. Burlarte de tu jefe y que se dé cuenta
Porque no hay manera de cavar tu tumba más rápido que haciéndolo tú mismo, oh sí, ahí vas: directo y sin escalas, como gorda en tobogán, a hacer de nuevo el oso del mes. Tú crees que la imitación de la licenciada Hernández la estás compartiendo solo con Conchis y con Ubaldo, pero no; la Licenciada lleva viendo todo el show sin decir palabra alguna, a tus espaldas, y nadie te dijo nada. Aplausos para ti.
6. Clásico de clásicos: abrir el video de EL grito en plena junta
No te hagas, claro que conoces ese video del que estamos hablando. TODOS lo conocemos. A –casi– todos nos ha pasado algo así por lo menos una vez en la vida. Si no es en la oficina, es con la familia de tu pareja, o en el lugar menos adecuado… En el momento quieres que te trague la tierra, pero SEGURO le vas a hacer la noche a tus amigos cuando les cuentes la historia.
Pues qué bellos recuerdos, qué bellos momentos son los que pasamos en el mundo Godín. Y es que si tú no te ríes de tus osos ¿cómo vas a disfrutar la vida? Al final del día, lo único que cuenta es que tienes una historia más qué contar. Celebra con tus amigos que se pueden reír de estas situaciones, échense unas chelitas Amstel Ultra para celebrar que vida solo hay una y que hoy es por ti, pero mañana alguien más los estará haciendo reír a todos en la mesa con un oso Godín.
¡Salud por esos osos que hacemos todos los godínez!
