Todos tenemos un talento natural que nos hace destacar ante el resto. Podríamos pasar horas hablando de las virtudes que poseen varios seres humanos, pero esta vez nos enfocaremos en lo que hizo un donante de semen holandés que sorprendió a todos en su país después de dar a conocer su proeza.
El sujeto, a quien por falta de información llamaremos “señor padre”, ha recorrido ya 11 centros de fertilidad y, en el proceso, regado su semilla tantas veces como ha podido. El resultado ha sido fascinante, ya que hasta ahora se tienen confirmados 102 hijos suyos.
Vaya que dio en el blanco, ¿no creen?
¿Cómo sucedió esto? Todavía no se sabe con certeza. La ley en Holanda sólo permite que los donantes anónimos ofrezcan sus servicios 25 veces en una misma clínica, con un pago de 25 euros por “contribución”. El propósito de esto es que en el futuro no se presenten casos de parejas que posean lazos sanguíneos y, como consecuencia, se provoque un “efecto Shelbyville”, como el de Los Simpson.
A pesar de que existen dichas regulaciones, hay personas hábiles que operan fuera de los circuitos sanitarios y hacen crecer su descendencia de manera desmesurada. Si a eso le sumamos que el país no tiene un registro oficial de donantes, entonces es fácil entender cómo es que el señor padre hizo tal cosa, posible en sólo 10 años.
“Si tu muestra pasa las pruebas de idoneidad, todos quedan encantados”, dijo el súper donador. Y mi semen era aceptado de inmediato. Además, con las donaciones también hay enredos. Sé que uno de los bancos de esperma utilizó el mío en 35 ocasiones, en lugar de las 25 permitidas.”
Finalmente, este audaz personaje comentó que su objetivo nunca fue tener más de 100 hijos en diferentes madres; él “sólo quería hacer feliz a la gente”. Nunca sabremos si cumplió su cometido, pero sin duda logró hacer algo que quedó en boca de todos.
