Julio Verne, quería llegar a “20 mil Leguas de Viaje Submarino” pero, Rusia casi lo logra. El submarino no tripulado “Vityaz-D”, logró descender más de 10 mil metros en el Océano Pacífico, alcanzando el punto más profundo de la Tierra. Un récord histórico, que sitúa al gobierno de Vladimir Putin como un hito en la arqueología subacuática.
Pero, no solo eso. El vehículo autónomo, tuvo tiempo para explorar la Fosa de las Marinas dentro del Mar de Filipinas y permanecer en el lugar por tres horas, el tiempo suficiente para documentar en imágenes y vídeo lo que había a su alrededor e incluso, fue capaz de tomar algunas muestras.
De acuerdo con la Fundación para Investigaciones Avanzadas, la distancia del punto más profundo de la Tierra a nivel del mar, es aún mayor que el pico más alto de la Tierra, el Monte Everest. Solo unas pocas expediciones han llegado al fondo de la zanja debido a la extrema presión del agua en sus puntos más bajos, lo que lo convierte en un verdadero desafío para cualquier pieza de equipo, pero el submarino logró conquistar los 10 mil 28 metros bajo el mar.
Además de realizar un mapeo, el dron submarino, capaz de llevar a cabo registros topográficos, batimétricos del área para tomar muestras del fondo marino y hacer mediciones de corriente, temperatura y otros parámetros, se dio el lujo de colocar en el fondo un banderín dedicado al 75 aniversario de la Segunda Guerra Mundial, donde la Gran Guerra Patria, luchó contra el ejército alemán en 1945.
“Este es el primero de los experimentos programados en el marco del proyecto Vityaz. Se llevó a cabo junto con navieros rusos y equipos científicos de la Academia de Ciencias de Rusia, con el apoyo de la Flota del Pacífico”, dijo el director de la fundación, Andréi Grigoriev, a Sputnik.
De acuerdo con el diario de Moscú, el dron cuenta con un sistema de inteligencia artificial, lo que le permite sortear obstáculos de manera independiente y encontrar un punto de escape en espacios limitados. Además, las aportaciones arrojadas de los datos obtenidos, podrán servir para futuras investigaciones a nivel internacional.
Aunque en 2019, el explorador estadounidense Víctor Vescovo, descendió a casi 11 mil metros dentro de las misma fosa que atrae a miles de turistas anualmente, descubriendo que aún en el lecho marino, hay restos de basura humana.
No obstante, Rusia hace una gran aportación, pues a mayor profundidad, los desafíos también se vuelven más grandes. Mientras los submarinos descienden, el aire y los rayos solares se van difuminando, siendo un ambiente más oscuro, más hostil, pero sin duda, fascinante.