Un Sol Incandescente: Orochi vs Amaterasu

Hola y bienvenidos una vez más a esta su sección dedicada a contar las historias de los personajes de los videojuegos.

Hoy continuaré con el relato de la Diosa Amaterasu y su aventura por restablecer el balance del mundo, enfocándome en la batalla contra Orochi. Y como podrán haberse dado cuenta con la parte anterior, la historia de Okami es bastante extensa.

Y viendo que me tomará otros dos artículos para poder completar las aventuras de Amy, no perdamos más el tiempo y comencemos:

Los Perros Guardianes

Cruzando el puente improvisado gracias a la ~~ineptitud~~ ayuda de Susano, Amy e Isun recorrieron el Paso Taka y llegaron a una barrera que bloqueaba el camino hacia la Aldea Kusa. Al llegar al Retoño Guardian sería confrontada por Waka:

Gracias a que había recuperado otra parte de sus poderes, Amy lo dejaría exhausto. Viéndose superado (aunque no lo admitiría), Waka le diría la forma de librarse de la barrera que protegía la Cueva de la Luna, lugar donde Orochi residía, utilizando el misterioso Cristal de la Serpiente.

Antes de retirarse, le diría un acertijo acerca de un gran Molino. Reviviendo al Retoño Guardian y liberando el Paso Taka de su maldición… bueno, casi.

Sin embargo, al llegar a la Aldea Kusa descubrirían que está seguía maldita, a pesar de que el Retoño había sido restaurado al 100%. Investigando la aldea, Amy e Isun encontrarían a la fuente de la maldición; un demonio azul que mantenía secuestrada a la Princesa Fuse, Sacerdotisa de Kusa.

Amy acabaría sin problema alguno con el demonio y libraría a Fuse de sus ataduras, sin embargo, la neblina oscura que cubría a la aldea permanecía. Explicándole que esto era obra del Demonio conocido como Casco Escarlata, quien había matado al sacerdote anterior tomando control sobre el Santuario de la Tempestad.

Pero como es costumbre en todas estas historias, una barrera bloqueaba el paso para entrar al Santuario. Fuse le diría que los únicos capaces de destruir la barrera, eran los 8 Perros Guardianes… como lo acaban de leer, Perros Guardianes.

Por alguna razón, ninguno de los Guardianes respondía ante el pedido de auxilio de Fuse, pero aún así podía sentirlos y encontrar su locación. Otorgándole el Rastreador Canino (amo a este juego), la Princesa le pediría que los buscara.

Amy recorrería la Aldea en donde encontró a 4 de los Guardianes, los cuales se encontraban hambrientos. Después de traerles comida regresarían con la Princesa.

Al ir a ver a Fuse, el quinto Guardian apareció, pero a diferencia de los demás la retaría a un duelo para comprobar su poder:

Después de una ardua batalla, Amy lo vencería y este regresaría con la princesa, sin embargo, los tres Guardianes restantes no se encontraban en la aldea. Afortunadamente, Fuse podía sentirlos, marcando en un mapa las locaciones de estos.

La locación más cercana era el Santuario Sasa, lugar protegido por el Clan de los Gorriones, que literalmente son gorriones… prosigamos.

Después de salvar a la hija de Jamba, líder del Clan, Amaterasu pudo ganar acceso al Santuario, en donde lograría encontrar al Perro Guardián, quien la reto para comprobar su valor:

Después de la escaramuza, el Guardian le diría que no podía abandonar el Santuario, ya que el se encargaba de proteger al lugar de las fuerzas de Orochi, por lo cual le entrego el Orbe del Deber para que se lo entregara a la Princesa.

Amy e Isun se dirigirían al Bosque Agatha donde deberían ayudar a Kokari a salvar a Ume, quien había caído en el río y fue devorado por el gigantesco pez, Whopper.

Tras liberar al perro el reflejo de la Luna aparecería sobre el río, despertando al Dios Conejo Yumigami, quien le otorgaría el poder de convocar al satélite cuando quisiera.

Tras esto Ume, la mascota del joven Kokari, se revelaría como el séptimo Guardian, retándo a Amaterasu a un duelo:

Tras ser vencido, Jin le entregaría el Orbe de Justicia ya que no podía abandonar a su querido amo, Kokari. Por último, Amy regresaría a la Villa Kamiki en donde descubriría que el perro de Mushi, niño pequeño que vivía en la Villa, Hayabusa; era otro de los Guardianes:

Al igual que los otros perros, le explicaría que el no podía ir con ella, en especial porque no era el verdadero Hayabusa, el cual después de morir, le encargo al pequeño Mushi. Entendiendo esto, Amy aceptaría el Orbe de Lealtad y regresaría a la Aldea Kusa.

Fuse se entristeció un poco al enterarse que sus queridos Guardianes no regresarían, pero entendió el porqué de sus decisiones. Con las 8 Orbes reunidas (Honor, Fe, Conocimiento, Sabiduría, Hermandad, Deber, Justicia y Lealtad) el poder necesario para destruir la barrera se encontraba listo.

Sin embargo, los Orbes abandonarían a Fuse y escogerían a Amy como su nueva dueña. Entendiendo esto, la Princesa le enseñaría el camino hacia el Santuario de la Tempestad.

Al entrar al Santuario encontrarían a Susano, quien pensaba derrotar al Casco Escarlata, pero se veía asediado por pesadillas, incapacitándolo del todo. Adentrándose aún más, encontrarían al fantasma del Sacerdote Yatsu, antecesor de la Princesa Fuse y dueño original de los Perros Guardianes.

Llegando a la cima del Santuario, descubrirían que la niebla era responsable del que el gran Molino del que Waka le había hablado, se había detenido, causando que la maldición siguiera sobre la Aldea.

Utilizando su Pincel Celestial, crearía una ráfaga de aire que se llevaría a la neblina, restableciendo a la normalidad al Molino y levantando la maldición de la Aldea Kusa y liberando al Dios Caballo Kazegami:

Recuperando el poder de la Tormenta, Amy era capaz de crear fuertes corrientes de viento. Con esto regresaría al Santuario y utilizaría los Orbes para destruir la barrera y ganar acceso al Cristal de la Serpiente.

Pero antes de que pudiera obtener la llave para derrotar a Orochi, tuvo que derrotar al Casco Escarlata junto a Susano:

Antes de que pudiera obtener el Cristal, Waka aparecería y se lo robaría para enfrentar a Orochi. Viendo que lo único que podían hacer era regresar a la Villa Kamiki, Amy e Isun regresaron al punto donde su aventura había comenzado.

Al regresar a la Villa, encontrarían que todos los habitantes se encontraban reunidos frente a la casa de Susano, quien se había tomado el Sake de Purificación para apaciguar a Orochi.

Amy e Isun entraron al hogar de Susano quien se encontraba muy borracho. Consumido por la culpa, les confesaría que él fue quien saco la espada de la espalda de Orochi. Después de esta confesión, la aldea se vio perturbada por el rugido del demonio, el cual fue seguido por la flecha blanca que indicaba al sacrificio de este año.

Kushi fue la elegida para ser sacrificada y conmovida por su valentía, Amaterasu se prestaría a llevarla hasta la Cueva de la Luna. Waka los estaba esperando y en un movimiento muy artero secuestraría a Kushi y utilizaría el Cristal de la Serpiente para destruir la barrera.

Furiosos por esta traición, Amy e Isun se lanzarían a las entrañas de la cueva para salvar a Kushi. Al encontrar su camino cortado por un hoyo en las escaleras que llevaban a los aposentos de Orochi, Amy se lanzaría al abismo y aterrizaría en una caverna subterránea donde las fuerzas de Orochi vivían.

Dos demonios resguardaban la entrada hacia los cuarteles de Orochi, pero después de vencer a un demonio negro obtendrían una máscara especial para poder mezclarse con los demonios… una hoja de papel (ya les mencione que adoro este juego).

Logrando entrar, Amy debió ayudar a los sirvientes de Orochi a cocinarle un aperitivo para antes de iniciar el Ritual de Sacrificio. Sería aquí que encontraría al dios Gallo Moegami, quien le brindó el poder del Inferno, con el cual sería capaz de dominar el fuego:

Mientras esto ocurría, una figura familiar se encontraba en las afueras de la Cueva.

Al entrar a la enorme cueva donde Orochi se encontraba, Amaterasu confrontó a su némesis. Pero debido a que la barrera que lo protegía seguía activa, sus ataques fueron inútiles.

Cuando todo parecía perdido, Susano aparecería y confrontaría a la Serpiente ignorando sus promesas de entregarle poder. Utilizando su espada, rompería la barrera y purificaría el Sake que Kushi había preparado, otorgándole las herramientas necesarias a Amy para poder acabar con Orochi.

Utilizando el Sake para debilitar a las 8 Cabezas de Orochi, Amaterasu ayudaría a Susano a decapitar al nefasto ser, utilizando su poder sobre la Luna para bañar su espada con su luz y acabar de una vez por todas con el malvado ser:

La Serpiente había sido vencida y la Villa Kamiki celebraría su Festival como nunca lo habían hecho en siglos, alegres. Susano y Kushi revelarían los sentimientos que ambos tenían el uno por el otro.

Sin embargo, del cuerpo inerte de Orochi se levantaron cuatro esencias malignas que se elevaron por lo cielos. La muerte de la Serpiente tan solo había marcado el comienzo de la aventura de Amaterasu.