Por qué necesitas saberlo:
El Telescopio San Pedro Mártir sería el telescopio óptico más grande de México y es el proyecto más ambicioso de las últimas décadas.
El Observatorio Astronómico Nacional en la Sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, es reconocido como uno de los mejores sitios en todo en mundo para la observación astronómica. Años de trabajo arrojaron un proyecto para construir ahí un nuevo telescopio, el telescopio óptico mas grande en México, uno que le daría un impulso a la astronomía nacional.
Pero todo se quedó congelado, frenado por ¿la falta de financiamiento para desarrollarlo?
A pesar de que los equipos de trabajo se disolvieron hace algunos años, la esperanza de que pueda volverse realidad aún está viva.
El Observatorio Astronómico de San Pedro Mártir
Para entender la importancia de la construcción de este nuevo telescopio y todo el trabajo de planeación, platicamos con Fernando Fabián Rosales Ortega, astrofísico mexicano nombrado como director científico del proyecto.
Primero lo primero, hablemos del Observatorio Astronómico Nacional que está en la Sierra de San Pedro Mártir.
Se encuentra en Ensenada, Baja California, a unos 2 mil 830 metros sobre el nivel del mar. Fue construido y es operado por la Universidad Nacional Autónoma de México.
El investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) explica que por su altura, poca contaminación lumínica y demás características, este observatorio es considerado como uno de los mejores sitios en el mundo para echarle un ojo al cielo.
Van algunos datos del por qué:
- La atmósfera en esta área ofrece una transparencia máxima y una turbulencia atmosférica mínima, lo cual es esencial para la observación astronómica
- El observatorio se encuentra alejado de la contaminación lumínica generada por las ciudades
- Aproximadamente el 70% del tiempo se disfruta de un cielo claro y sin nubes
- La humedad relativa en esta región es baja, con un promedio de alrededor del 30% la mayor parte del tiempo. Esto es beneficioso porque reduce la interferencia causada por el vapor de agua en la atmósfera
La cosa es que la inversión y la infraestructura en este lugar no le sacan el provecho que debería. Por muchos años la comunidad astronómica en México impulsó la construcción de un nuevo telescopio de clase mundial en el sitio para aprovechar el tremendo observatorio en Baja California.
Así fue como poco a poco nació este ambicioso proyecto científico. El primer telescopio, digamos grande, en México fue inaugurado en 1979 precisamente en este observatorio por la UNAM. Es uno de 2.1 metros
Luego le siguió otro que es como su gemelo, propiedad del INAOE, en 1992. Los dos ya tienen más de 30 años, pero la investigación requiere de nueva y mejor infraestructura, del acceso a telescopios más grandes y mas modernos.
Actualmente el Observatorio de San Pedro Mártir cuenta con 10 telescopios –el mas grande de 2.1 m-, cinco de los cuales operan en modo robótico.
El telescopio en Baja California que quedó en el limbo
El investigador Fabián Rosales nos cuenta que desde que era estudiante ya había un proyecto para hacer un nuevo telescopio. Comenzaron a hablar de uno de 4 metros, luego de 6, incluso se puso sobre la mesa uno de 8 metros pero finalmente se trabajó sobre uno de 6.5 m, mucho más grande de los que existen en México al menos hablando de los ópticos.
Después de años y años de que la idea rondara en la comunidad científica, por ahí de 2012 se conjuntaron una serie de factores y hubo un acercamiento del Instituto de Astrofísica de la UNAM y el INAOE del entonces CONACYT con socios de Estados Unidos.
La Universidad de Arizona (UA) y el Observatorio Astrofísico Smithsoniano (SAO) operan en conjunto el Telescopio de Espejos Múltiples MMT de 6.5 metros en el Monte Hopkins, en Arizona.
El plan acordado entre estas 4 instituciones de Estados Unidos y México fue impulsar el desarrollo de este nuevo telescopio en el Observatorio de San Pedro Mártir y crear un laboratorio binacional de astrofísica que incluyera la infraestructura que ya existe en el MMT de Arizona. El verdadero sueño.
El diseño que estaba pensando para este nuevo telescopio San Pedro Mártir de 6.5 metros es uno que ya probado en los telescopios de Magallanes, en Chile, con unas cuantas mejoras y actualizaciones tecnológicas. Captaría casi 10 veces más luz que los telescopios ópticos mexicanos existentes.
“Estaba pensado para ser un telescopio que utiliza una técnica que se llama espectroscopía, que permite analizar a los objetos astronómicos a partir de la intensidad de la luz en frecuencia y longitud de onda, pero en un campo muy grande. Normalmente los telescopios que hacen ese tipo de ciencia lo hacen solamente en regiones muy pequeñas del campo celeste. Este telescopio iba a tener un campo que es mas o menos equivalente a dos lunas llenas en el cielo, e íbamos vamos a tener la posibilidad de hacer espectroscopía en ese campo“, explica el director científico Fabián Rosales.
Se buscó financiamiento del entonces Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y, en conjunto con la UNAM y el INAOE, consiguieron el dinero para comenzar con el diseño del proyecto. Pero no crean que este tipo de proyectos se hacen de la noche a la mañana, son asuntos a largo plazo que requieren de mucho trabajo y también mucho dinero.
Los equipos de trabajo llegaron a tener un diseño preliminar del edificio en 2016 y un diseño crítico de edificios y preliminar del telescopio y óptica en 2017.
La cosa iba a estar así: México se iba a encargar de la gestión del proyecto, de los edificios de soporte y de su servicio, de la estructura del telescopio, obviamente de poner el lugar de construcción y además es co-propietario del sistema de óptica primaria de 6.5 metros (entre el INAOE, la Universidad de Arizona y el Observatorio Astrofísico Smithsoniano).
El Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI-Conacyt) en Querétaro tenía la chamba del diseño de la estructura del telescopio, y la compañía M3 en Hermosillo se chutaría el diseño del edificio, la cúpula y los servicios del telescopio.
La Universidad de Arizona y el Observatorio Astrofísico Smithsoniano iban a poner instrumentos, se encargarían de la óptica correctora e iban a participar en el laboratorio binacional con las instalaciones del telescopio MMT en Arizona.
Todo el trabajo de diseño comenzó en 2013 y se proyectaba un calendario de construcción de 5 años a partir de que se diera el banderazo de salida con los proyectos aprobados, en 2019.
Un artículo publicado en 2019 por los dos directores del proyecto explica que la inversión requerida por parte México era de más o menos 120 millones de dólares, lo cual incluye un 15% de contingencia.
El valor total del proyecto es mucho más elevado si se consideran las aportaciones en especie que ya mencionamos como el espejo primario, el secundario, los instrumentos de primera generación el sitio del Observatorio y el acceso al MMT.
Y aquí mero fue donde todo se atascó y se congeló. De acuerdo con el director científico del proyecto, mas o menos se gastaron 60 millones de pesos en todo el diseño.
Con el cambio de sexenio y la llegada de la nueva administración de Andrés Manuel López Obrador, el proyecto y todos los avances fueron presentados ante el nuevo mando del Conacyt, ahora Conahcyt.
“Se les presentó el proyecto, dijeron que lo iban a evaluar pero pues no obtuvimos ninguna respuesta. O sea no fue un no, pero bueno, la respuesta fue el silencio, y eso pues, ya es bastante respuesta. Y ahí se quedó. Ahí se quedó el proyecto, lamentablemente ¿no? Un proyecto al cual ya se le había metido bastante inversión y que iba a ser el proyecto científico más importante en la última década para la ciencia mexicana en cuanto a infraestructura“, afirma Fabián Rosales.
Le preguntamos al astrofísico si había posibilidad, aún, de retomar el proyecto chance con el sexenio nuevo. Nos dijo que los equipos de trabajo que se integraron para el desarrollo ya se disolvieron, desde hace varios años, pero sería cuestión de volver a prenderle la llama a la vela… nada es imposible. El proyecto no está oficialmente muerto.
En Sopitas.com le preguntamos al Conahcyt sobre el estatus del proyecto y qué pasó con él, pero aún no recibimos respuesta.
¿Cuál es el potencial del telescopio San Pedro Mártir?
Vámonos por partes. Este telescopio óptico está planteado para usar una técnica que se llama espectroscopia, es decir, estudiar el espectro de la radiación electromagnética que emiten las estrellas y otros objetos celestes, incluyendo la luz visible.
Los telescopios más modernos y que observaremos en los próximos años, como el James Webb de la NASA, están diseñados para hacer observaciones muy profundas, muy específicas y con una resolución muy alta. Pero van a necesitar de otro tipo de telescopios, más pequeños, con una buena calidad y suficientemente modernos para hacer estudios subsecuentes de lo que puedan, digamos, descubrir.
Justamente el telescopio San Pedro Mártir en Baja California era un telescopio complementario a la nueva batería de telescopios del futuro y que abriría la puerta para nuevas posibilidades científicas en México y Latinoamérica.
A pesar de que en México tenemos infraestructura astronómica importante como el Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano (GTM), el Observatorio de Rayos Gamma HAWC, así como la participación mexicana en el Gran Telescopio de Canarias (GTC) en España, digamos que observamos distintas regiones del especio electromagnético.
Conjuntar la chamba de este telescopio óptico en San Pedro Mártir, con los otros que ya existen, pondría a México en un lugar más arriba en el campo de la astronomía internacional.
“La astronomía mexicana es muy buena, o sea, tiene realmente una gran presencia e importancia a nivel mundial, pero lamentablemente con el tiempo también hemos ido careciendo de los medios para hacer nuestras propias observaciones. Cada vez más dependemos de colaboraciones internacionales para obtener los datos“, explica el astrofísico Fabián Rosales.
Como lo mencionamos más arriba, este telescopio está diseñado para captar 10 veces más luz que los telescopios ópticos mexicanos que actualmente existen, lo que permitiría alcanzar nuevas ramas de investigación que no podrían materializarle con las instalaciones actuales.
Y otra cosa: además de las posibilidades científicas del telescopio, hay que mencionar que el sitio del Observatorio de San Pedro Mártir está en un Parque Nacional, el de la Sierra de San Pedro Mártir.
La nueva infraestructura del telescopio permitiría reforzar la generación de conciencia entre la comunidad sobre la importancia de contribuir a la preservación de su entorno.
“El telescopio permitirá realizar investigación de punta en nuestro país en astronomía planetaria, galáctica, extragaláctica y cosmología; así como el estudio del cielo variable y la realización de grandes catastros astronómicos“, se lee en el artículo publicado en 2019 por los directores del proyecto.
¿Será que aún hay esperanza para que el proyecto agarre vuelo en el próximo sexenio? Ojalá, muy ojalá.