Hace unos años, las personas sólo tenían que cuidar de que sus cuerpos no adquirieran una enfermedad después de vivir una noche alocada. Pero las cosas son diferentes en el mundo actual, porque ahora la tecnología forma parte de nuestra vida y por ende, esta también se tiene que cuidar.
El simple hecho de conectar un dispositivo a otro para cargar algo de energía ya incluye un gran riesgo, más que nada por todo el malware y los virus que asechan en cualquier lugar. Por esa razón es que se inventaron los “condones para la USB”, que básicamente sirven para poder cargar teléfonos y otros aparatos sin temer a que algo malo se quiera introducir en ellos.
USB condoms: for charging from an untrusted USB port (train, plane etc). Allows power but stops data / sync. pic.twitter.com/HsOEPl5V4d
— Neil Brown (@neil_neilzone) 5 de noviembre de 2016
Las conexiones de tipo USB poseen pequeños alfileres que son capaces de transmitir electricidad o información, pero si estos se remueven, sólo la energía puede pasar. Ahí es donde entra el funcionamiento de los supuestos condones, ya que la electricidad puede pasar a través de los adaptadores, pero ningún dato entrará o saldrá de los dispositivos.
Gracias a lo sencillo que es su modo de empleo y a lo útiles que han resultado ser, estos curiosos cachivaches se han vuelto súper populares en el mercado, haciendo que se dispare su venta y distribución por todas partes. Ahora mismo se pueden encontrar en sitios como Amazon, donde hay un paquete con dos adaptadores por menos de $13 dólares.
En increíble lo rápido que está cambiando el mundo. Hoy son condones para USB, pero, ¿qué será del mañana?
