A inicios de agosto de 2022 los ojos del mundo estuvieron sobre la ruta del avión de Nancy Pelosi. Al final, llegó a Taiwán en medio de las amenazas de China y los ensayos militares por si la guerra cae en la isla. Pero, por debajo de este nuevo capítulo de tensiones entre Estados Unidos y el gobierno chino está: ¿la producción de chips?
Seguro ya escucharon de todo este asunto: los desacuerdos entre China y Estados Unidos, del conflicto entre Taiwán y el gobierno de Xi Jinping y de la producción de chips en el mundo.
Por acá les contamos, sin clavarnos tanto, qué tiene que ver la producción de chips en este conflicto de tres y por qué prácticamente impacta en toda nuestra cotidianidad: desde los gamers hasta nosotros como consumidores de cosillas como teléfonos celulares, coches y microondas.
Taiwán, un gigante en la producción de chips
A diario los usamos: celulares, microondas, coches y equipo de computación.
Y la neta es que lo damos por hecho: que los chips deben estar ahí porque pues, deben estar.
Sin embargo, en contraste de esta “naturalidad”, la producción de chips es todo un rollo que está llevando a China y Estados Unidos a un guerra comercial y tecnológica —sí, más allá de los terrenos militares.
¿La razón? Si bien Estados Unidos es considerado como líder en el desarrollo de componentes, en Asia está el imperio de los productores de chips.
Taiwán, Japón, Corea del Sur y Singapur se han colocado en la vanguardia de la producción de chips de procesador y memoria, dejando muy atrás al gaba.
De acuerdo con Lombard Rory Green, economista de TM y citado por la BBC, Taiwán y Corea del Sur son los líderes de la producción de chips en el mundo.
Juntos se llevan el 83% de la producción de chips de procesador y 70% de los de memoria.
Y, ¿China?
Si bien China ha avanzado en desarrollos tecnológicos, no ha podido colocarse al nivel de Taiwán o Corea del Sur en cuanto a la producción de chips semiconductores.
Lo que ha hecho este país es apoyar con dinero a compañías para que lleven sus plantas a territorio chino o compartan su producción.
Las puertas las tiene abiertas tanto para compañías locales como extranjeras, pero en 2021 China apostó por las primeras para caminar hacia su independencia tecnológica y ponerse al tú por tú con Taiwán y Corea del Sur.
¿Por qué es tan importante para China? Arriba les platicamos que usamos los chips semiconductores para prácticamente todas nuestras actividades cotidianas y alrededor de esta industria está otra cadena de tecnologías que necesita de los chips para moverse.
Como Apple, las compañías automotrices, de electrodomésticos, las industrias aeroespacial o armamentista. Entonces, esta industria es la llave al acceso al desarrollo de otras tecnologías, pero también a una diversidad de fuentes de riqueza.
O si quieren podemos verlo así: los chips son el nuevo petróleo crudo.
Estados Unidos
El gaba se ha estado quedando atrás y para que China no acelere el paso ha puesto una serie de restricciones a este gobierno para que no participe en la producción de chips semiconductores.
Pero no sólo eso. Al igual que China, Estados Unidos está interesado en desarrollar su propia industria.
El 10 de agosto Joe Biden firmó una ley para impulsar el desarrollo de los semiconductores en el gabacho —con la inversión de 52.700 millones de dólares para subsidiar a empresas en la producción e investigación.
Aunque en esta ley vienen restricciones para las empresas que le entren a los subsidios. Por ejemplo, si una compañía quiere dinero del gobierno no podrá abrir nuevas fábricas en China —y eso en un periodo de 10 años.
Entonces, lo que el gaba hizo fue poner medio entre la espada y la pared a las compañías manufactureras como la empresa taiwanesa TSMC o Samsung, que es de Corea del Sur.
En contraste, de acuerdo con la periodista Marimar Jiménez, China metió 150.000 millones de dólares para su programa de subsidios.
La manzana de la discordia: la industria en Taiwán
Y aquí es donde entra Taiwán. En estos momentos el gobierno de Tsai Ing-wen le está haciendo ojitos a Estados Unidos porque es un socio comercial potencial y porque también respalda la idea de un sistema independiente en aquellos lares.
Es tanto el interés de Estados Unidos en Taiwán que Nancy Pelosi viajó a la isla —pese a las advertencias de China, país que busca la reunificación con Taiwán— y se reunió con… adivinen: el director de TSMC Mark Liu.
Esta empresa taiwanesa le despacha a Apple, a varias compañías de autos o a los laboratorios nacionales de Estados Unidos
A China también le interesa que la industria taiwanesa de chips esté de su lado. Y es por eso que si bien se habla de repercusiones militares y territorios, este negocio también pende de un hilo por los desacuerdos entre chinos, estadunidenses y el mismo gobierno de Taiwán.
La pandemia de COVID y el desabasto
La pandemia de COVID paralizó prácticamente todas las actividades comerciales e industriales en el mundo.
Y durante este periodo, se ha registrado el desabasto de chips. Aunque desde hace años el desabasto comenzó por la alta demanda de los semiconductores, ante la poca capacidad de las fábricas manufactureras.
En caso de un conflicto mayor entre Taiwán y China, el impacto le caería a la producción de chips y, por lo tanto, a otras industrias.