Hoy pero hace 78 años, se publicó la primer historia del superhéroe por excelencia. Símbolo de justicia, libertad, heroísmo; estandarte de lo mejor de la humanidad y con un copete que ni Peña tiene.
Así es, hablamos nada más ni nada menos que de Superman, el Último Hijo de Krypton.
Salido de las páginas de Action Comics #1, la historia de Kal-El ha pasado a convertirse en mitología moderna. Creado por Jerry Siegel y Joe Shuster, Superman hizo venidera la vida de un EE. UU. en plena depresión.
Obviamente, con casi 8 décadas de historia, el personaje ha pasado por muchos cambios. Iniciando con una base de poderes muy simple: Superfuerza, velocidad y resistencia. Siendo capaz de saltar un edificio en un solo salto, alcanzar y detener a una locomotora.
Claro, si nos regresamos a sus orígenes, el símbolo de justicia y bondad más grande del mundo de los cómics era muy diferente. De hecho, originalmente Superman no tenía ningún problema con matar a otros.
No sería hasta la llamada época plateada, que la encarnación que conocemos del personaje apareció. Su origen quedó intacto, solo que esta vez se le inculcaron los valores por los cuales se le ha considerado como el superhéroe más grande de todos.
Fue también en esta época que el personaje disfrutó de una serie de poderes absurdos, siendo capaz de desplazar galaxias con tan solo soplar. Claro, también fue cuando se le dio por fin una debilidad, la radiación a la Kriptonita.
Sin embargo, nuevos personajes comenzaron a invadir la escena, sobre todo aquellos nacidos en las páginas de la Casa de las Ideas, Marvel Comics.
Mientras que Superman representaba los ideales que la humanidad quisiera alcanzar, los héroes de Marvel reflejaban problemas cotidianos, demostrándonos humanos lidiando con problemas sobrenaturales, mientras que DC, se caracterizaba por poner a dioses caminando entre humanos.
Manteniendo un ritmo constante de ventas, las mejores historias de Superman eran aquellas en donde se le unía a otros héroes, sin embargo, sus poderes significaban más una debilidad que una ventaja, ya que de quererlo, él podría acabar con casi todos los problemas en el mundo.
No sería hasta 1992 cuando el título de “La Muerte de Superman” llegó a los anaqueles, que el personaje volvió a cobrar importancia. Este evento fue tan grande, que incluso los noticieros informaron acerca de su muerte; en México, sería Jacobo Zabludovsky el encargado de informarnos acerca del fallecimiento del Último Hijo de Krypton.
Este cómic nos daría una imagen que nuca nadie creyó ser posible, ver a un Superman sangrando y destrozado, después de tener que encarar a una criatura llamada acertadamente como Doomsday.
Muchos vieron en estas páginas una evolución para los superhéroes, ya que si Superman cayó, esto significaba que cualquiera podría ser el siguiente. Desafortunadamente, esto no duraría ya que poco después, nos enteraríamos que tan solo había caído en un coma tras la pelea.
Obviamente, el personaje hizo su aparición tanto en la pantalla grande como en la chica, representado por 7 personas distintas, siendo Chritopher Reeve el más reconocido gracias a su increíble parentesco con el personaje.
Hoy en día, Superman está representado por Henry Cavill, quien lamentablemente no ha encontrado darle un toque que lo haga memorable.
Si bien, en el mundo de los cómics Superman se ha mantenido fuerte, no se puede decir lo mismo del cine, donde tristemente se encuentra bajo las manos de una persona que no solo no entiende la esencia y el espíritu del personaje, sino que además repudia lo que lo ha hecho tan querido… si, nos referimos al zopenco de Zack Snyder.
Hablar del legado de Superman es bastante sencillo, ya que todos los superhéroes modernos se deben en gran medida a él. Sirviendo como la base y prototipo para cualquier héroe, su influencia se ha hecho notar en el mundo.
Incluso en Japón, donde los héroes no podrían distar más de los presentados en EE. UU., Superman ha servido como inspiración para muchos. Akira Toriyama por ejemplo, le rindió homenaje al revelarnos el origen de Goku, el cual es prácticamente un reflejo del de Superman.
Superman siempre ha representado dos de las fuerzas más grandes que nos mueven como humanidad: La esperanza y el amor. Esto lo convierte en un símbolo y no en un reflejo de la humanidad, pero al final del día para eso tenemos a personajes como Spiderman y en menor medida, Batman.
En fin, podríamos seguir hablando por horas e incluso días, pero al final sería repetirnos una y otra vez. No cabe duda que ante estas sombrías épocas que vivimos, donde el miedo y la desesperanza nos han invadido, historias como las de Superman nos hacen más falta que nunca.
