Hola y bienvenidos una vez más a esta su sección dedicada a contar las historias de los personajes de los videojuegos.
El día de hoy, terminará de revisar la historia de la cazarrecompensas más queridas del mundo de los videojuegos, Samus Aran.
Lamentablemente, la historia de este personaje quedó manchada después de la atrocidad conocida como Other M. Pero al final nos quedamos con la mejor versión de ella, la pateatraseros más grande del universo.
Metroid II: Return of Samus
Después de librar al universo de la amenaza del Phazon y de disminuir las filas de los Piratas Espaciales, Samus cimentó su título de la mejor cazarrecompensas del universo.
No se sabe realmente que estuvo haciendo después de la Crisis Phazon, pero cuando la Federación Galáctica consideró que la existencia de los Metroid solo llevaría al caos, decidieron que la única alternativa era el extinguir a la especie entera.
Para esto, mandarían a un equipo de investigadores al planeta SR388, lugar en donde los Chozo dieron creación a los Metroid. Sin embargo, los investigadores nunca dieron reportes, por lo cual mandaron a Escuadrón Espacial de la Federación Galáctica a investigar la desaparición del primer equipo, obteniendo el mismo resultado.
Al ver que cualquiera que pusiera pie en SR388 desaparecería sin dejar rastro, la Federación decidió llamar a su carta de triunfo, Samus.
Con la misión de exterminar hasta el último Metroid, Samus arribó a SR388. Al ser este un antiguo lugar de investigaciones Chozo, Samus se encontraría con varias mejoras para su Power Suit, con las cuales pudo maniobrar sin problemas en el inhóspito planeta.
Así mismo, descubrió que los Metroid de este planeta habían evolucionado, haciendo más difícil cada nueva batalla con estos organismos, a los cuales los Chozo denominaron como Omega Metroids.
Al ir acabando con cada uno de ellos, Samus encontraría la entrada a un Antiguo Templo Chozo dentro de un volcán, en el cual residía la enorme y temible Reina Metroid residía:
Y porque el universo pareciera odiarla, Samus tuvo que escapar de la erupción del volcan ocasionada por la muerte de la Reina Metroid porque… yolo.
Antes de llegar a su nave, encontraría el huevecillo de un Metroid. De este eclosionaría un bebe Metroid que la confundiría con su mamá.
Super Metroid
Pero porque la vida es muy injusta, los Piratas Espaciales atacarían la Colonia. Al recibir la llamada de auxilio de Celes, Samus se lanzaría lo más rápido posible, pero llegaría muy tarde; los habitantes de la Colonia Espacial habían sido asesinados.
Samus encontraría al bebe Metroid en la parte más profunda de los laboratorios, pero antes de que pudiera tomarlo, Ridley –qué no van como 4 veces que se muere– la atacaría por sorpresa, ganando tiempo para que se activara la secuencia de autodestrucción de la nave… en serio.
Teniendo solo 60 segundos para escapar, Samus recorrería los pasillos de la Colonia hasta su nave, escapando por un pelo. Inmediatamente, daría persecución a Ridley, quien se dirigía al abandonado planeta Zebes.
Una vez más, Samus se encontraría en el planeta que alguna vez llamó hogar y en el cual vivió una de sus más grandes y peligrosas misiones. Debido a la perdida de sus mejoras (esta vez solo desaparecieron), Samus recorrió el planeta buscando los vestigios de los Chozo.
Recuperando varios de sus antiguas habilidades, así como otras nuevas, Samus dio caza a los Cuatro Generales de los Piratas Espaciales: Kraid, Phantoon, Draygon y Ridley, y de esta manera, obtener acceso al Nuevo Tourian, donde Mother Brain se encontraba con vida.
Además de esto, Samus se encontro con varias criaturas que le enseñaron movimientos que la ayudarían a sacar mayor provecho de sus habilidades. Al destruir a los Cuatro Generales, Samus liberaría a los Mochtroids, clones imperfectos de los Metroid.
Afortunadamente, estos clones tenían la misma debilidad de los Metroid: el frío intenso. Por lo cual, al obtener el Rayo de Hielo, Samus logró sobrepasarlos, avanzando más en la guarida del Mother Brain.
Antes de poder llegar con su odiada enemiga, Samus se vio confrontada y superada por un Metroid gigantesco, quien casi la drena de su energía vital. Sin embargo, la inmensa criatura detendría su ataque, revelando así que este era el bebe Metroid, reconociendo a Samus como su madre.
Debido a su inmenso tamaño, la criatura se había ganado el nombre de Super Metroid… ya saben, como este es un título de Super Nintendo, se necesitaba de alguna excusa para usar el prefijo Super y… y… continuemos.
Después de recuperar su energía y reabastecer sus armas, Samus confrontaría a Mother Brain:
Después de destruir la cúpula en la que se encontraba, Mother Brain se insertaría en un gigantesco cuerpo mecánico, soltando un poderoso rayo de energía que sobrecogería a Samus, dejándola a un pie de la tumba.
Antes de que Mother Brain pudiera lanzar el último golpe, el Super Metroid llegaría y empezaría a absorber su energía. Al dejarla debilitada, la criatura tomaría a Samus y le daría la energía robada.
Sin embargo, Mother Brain se recuperaría y atacaría al Metroid, destruyéndolo de un solo golpe. Antes de que fuera destruido, el Super Metroid le conferiría de un poder enorme, creando así el Hyper Beam.
Enfurecida y revitalizada con la energía del Super Metroid, Samus utilizaría el Hyper Beam y destruiría de una vez por todas a Mother Brain. Y como la originalidad es algo que escasea desde hace varios años, el sistema de autodestrucción del planeta se activarái haciendo que Samus tuviera que huir…
Logrando salir por un pelo junto a las criaturas que la ayudaron, Samus abandonó Zebes, viendo con tristeza como el planeta que fue su segundo era reducido a polvo estelar.
Other M
Viendo que este juego rompe con la línea temporal de la serie, además que en lo personal, en búsqueda de darle una personalidad a Samus –hay que ser honesto, fuera de ser toda una badass, la protagonista de Metroid literalmente era un cascarón vació– por poco y la arruinan.
Así que, a pesar de que en sí, Other M es parte del canon de la serie, he decidió saltármelo, ya que prefiero hablar del juego en su totalidad para analizar a Samus de una mejor manera… así que continuemos con:
Metroid Fusion
Después de la destrucción de Zebes y del último Metroid, Samus lideró una búsqueda en SR388, con la cual se esperaba poder encontrar algún vestigio de los Metroid.
Sin embargo, la tragedia se haría presenta, ya que después de atacar a una criatura hostil, un organismo desconocido invadiría el cuerpo de Samus. En un principio parecía que nada había pasado, por lo cual la misión siguió en pie, pero al volver al laboratorio, caería inconsciente, viéndose infectada por el microorganismo.
Debido a que el Power Suit era simbiótico, no pudieron removerlo, teniendo que cortar pedazos del mismo, dándole una nueva apariencia.
Al investigar un poco más, descubrirían la razón detrás de la creación de los Metroid: detener al parásito denominado como X.
Pero debido a que Samus había destruido a todos lo Metroid, el Parásito X se había vuelto a reproducir en SR388 de manera muy rápida. Utilizando los restos del Super Metroid, lograron crear una vacuna, con la cual destruyeron al parasito.
Esto tendría dos efectos en Samus: 1) Ella podía absorber al parásito para recuperar energía y reabastecer sus arma y 2) Debido al uso del material genético del Metroid, se hizo muy vulnerable al frío.
Sin tener tiempo para entender por completo su nuevo estado, Samus recibió la misión de ir a los Laboratorios Biológicos donde los restos de su traje infectados permanecían. Al llegar, se dirigiría de inmediato al área de Cuarentena, donde descubriría que los parasito X habían tomado control de la estación.
También descubrió que los parasitos tenían la capacidad de absorber el ADN de sus víctimas, creando así copias exactas de sus cuerpos. Sin siquiera imaginarlo, vería el nacimiento de una copia exacta de ella, que poseía todas sus habilidades ganadas en Zebes.
Dándole el nombre de SA-X, Samus se encontraría por primera vez, con un enemigo al cual no podía afectar y que debido a su debilidad por el frío, ni siquiera podía confrontar gracias al Rayo de Hielo que poseía.
Al avanzar por la base, Samus encontraría a varios Metroids creados por la Federación. La computadora de su nave, Adam, le explicaría que la creación de estos clones fue hecha con la mejor de las intenciones.
Antes de que pudiera seguir con su explicación, SA-X llegaría, buscando destruir a sus depredadores. Sin embargo, los Metroid se liberarían y comenzarían a atacarlo. Como medida de emergencia, esa parte de la nave se desprendería, estrellándose en SR388.
La computadora le revelaría que la Federación había ganado interés en el Parásito X y en SA-X, razón por la cual le habían dado la orden de prevenir que Samus interviniera. Enfurecida, le reclamaría que de hacer esto, el Parásito X acabaría con los miembros de la Federación, obteniendo sus habilidades y conocimientos, ocasionando la destrucción de la vida en el universo.
Sin obtener respuesta, Samus gritaría:
“No los dejes hacer esto. ¿No te das cuenta de los que esto podría causar, Adam?”
Confundida, la IA le preguntaría quién era Adam. Samus le contaría que él alguna vez había sido su Comandante y que había sacrificado su vida para salvarla.
Al oír esto, la IA recordaría que había sido creada a partir de las memorias de Adam Malkovich, por lo cual decidiría ayudarla, diciéndole que más allá de destruir la nave, debían acabar con SR388. Planeando activar la autodestrucción de la base no sin ante acercarse los suficiente al planeta para llevárselo entre las patas, Samus y Adam trabajarían juntos para lograr su objetivo.
En su camino, Samus enfrentaría a una serie de Parásitos X que habían clonado sus habilidades. Gracias que podía absorberlos, poco a poco fue recobrando sus antiguo poderes.
Viéndose confrontada en varias ocasiones por SA-X, Samus llegaría al Cuarto de Operaciones, donde se enfrentaría por última vez con su malvado doble:
Antes de poder absorber al Parásito de su vieja armadura, este lograría escapar. Ignorándolo, Samus activaría la secuencia de autodestrucción.. en fin; su batalla con SA-X había dañado gran parte de la base, haciendo que su nave tuviera que retirarse para evitar ser destruida.
De la nada, un Omega Metroid que había escapado antes de ser lanzado a SR388, aparecería en su estado adulto y derrotaría a Samus de un solo golpe. Antes de que este pudiera acabarla, SA-X reaparecería y comenzaría a atacarlo con su Rayo de Hielo, debilitándolo en el proceso.
Sin embargo, SA-X estava debíl tras su confrontación con Samus, por lo cual se vio abatido rápidamente. Al no ver otra opción, se dejaría absorber, regresando a Samus a su nivel de poder después de los ocurrido en Zebes y brindándole de las armas necesarias para acabar con el Metroid.
Antes de que la base entrara en la atmósfera de SR388, la nave de Samus llegaría a salvarla junto a las criaturas rescatadas de Zebes. Viendo la destrucción de la base y del planeta, meditaría acerca de sí la Federación entendería sus acciones, a lo cual, Adam la reconfortó diciéndole que alguien debía de apoyarla.
Samus le respondería con lo siguiente:
“Todos nos encontramos atados por nuestras experiencias. Son el límite de nuestra consciencia. Pero al final, el alma humana siempre intentará alcanzar la verdad… eso es lo que Adam me enseño.”
Y pues esta fue la historia de Samus, claro, menos Other M. Es una pena que Nintendo la tenga tan abandonada, ya que sería muy interesante conocer su destino después de lo ocurrido en Metroid Fusion.
Pero en fin, acompáñenme la próxima semana cuando le de el primer vistazo a la historia de uno de los ladrones más carismáticos del mundo de los juegos exclusivos de Sony.
Hasta la próxima.
Texto: Luis Alberto Valis/ValisTheDarkia6
Para los que no han leído las notas anteriores de Samus, visiten los siguiente links: