En 1998 el genero de los FPS (First Person Shooters) se encontraba completamente estancado. No por decir que no había buenos juegos, Quake II y Unreal habían salido recientemente y siguen siendo grandes exponentes del género hasta el día de hoy.
No obstante, la mayoría de los juegos del genero seguían el mismo modelo que Doom (otro juego altamente recomendable) había trazado: ir de escenario a escenario y matar a todo lo que se moviera.
Era lo que se esperaba de todos los FPS’s de la época, sin embargo, había una compañía que tenía otros planes con su próximo juego: Valve Software y su nuevo título, Half-Life.
Lanzado en Noviembre de 1998, Half-Life nos pone en los zapatos de Gordon Freeman, un físico teórico graduado del MIT que empieza una jornada más de trabajo en los laboratorios Black Mesa en Nuevo México, Estados Unidos.
Gordon está encargado de hacer un experimento con una muestra de un mineral extraterrestre. Sin embargo, durante el experimento todo sale mal y se abre un portal hacia un mundo alienigena llamado Xen del que emergen toda clase de criaturas hostiles.
La misión de Gordon Freeman será detener a esta fuerza extraterrestre a toda costa pero no solo tendrá que enfrentarse a estas criaturas, también tendrá que detener a las fuerzas especiales del ejercito quienes tienen ordenes de eliminar toda la evidencia y a los sobrevivientes del desastre.
La más grande innovación que trajo Half-Life a su género fue la manera en la que cuenta la historia: en vez de contarla por medio de cinemas o textos, todo los eventos se desarrollan mientras jugamos lo que le dio un nivel de inmersión sin precedentes.
Half-Life fue un gran éxito tanto comercialmente como con la crítica y su influencia se extiende a juegos como Halo, BioShock, la serie Call of Duty, entre muchos otros. Aún es considerado como uno de los mejores juegos jamás hechos.
La vida útil del juego se extendió por muchos años después de su lanzamiento gracias a una gran cantidad de mods que cambian completamente al juego. Entre los más populares se encuentran Deathmatch, Day of Defeat y Counter-Strike que tiene una comunidad muy grande de fans propia.
Half-Life los entretendrá por un buen rato, la dificultad es ajustable y todavía es muy jugable. Su único punto flojo son sus segmentos de plataformas que no están muy bien logrados. Su secuela mejoró prácticamente todo lo que hizo grande a este juego y definitivamente merece una mención a parte.
El juego salió originalmente para PCs con Windows pero también se hicieron versiones para Mac y Linux. En consolas solo existe una versión para PlayStation 2 y una para Dreamcast estaba planeada pero fue cancelada, aunque ronda una versión casi terminada por internet.
Si lo quieren jugar su mejor opción es conseguirlo en Steam, sigue estando disponible para las versiones actuales de Windows, Mac OS X y Linux y tiene un precio muy accesible.
Half-Life dejó todo un legado que después de todos estos años sigue siendo seguido por muchos creadores de videojuegos. Aún con sus imperfecciones, es una obra maestra que deberían experimentar.