Por Daniel Bárcenas Fernández
A decir verdad, son pocos los shooters que he podido probar en mi vida. Siempre fui un jugador que disfrutaba de ver buenas historias en los videojuegos y por eso, Call of Duty es una franquicia que, a pesar de mi falta de experiencia, posee los elementos que busco cuando decido emprender una nueva aventura virtual.
Ya que me puse reflexivo con el tema de las armas y los disparos, pienso que es prudente hablar de mi experiencia con Call of Duty: WWII. Los últimos meses me dediqué a ver adelantos del juego y en un principio, me pregunté qué tenía de especial ese “regreso a la Segunda Guerra Mundial”. Me tomó un tiempo descifrarlo, pero finalmente descubrí que no sólo se hacía publicidad al espacio temporal de la trama, sino a la esencia completa de tan esperado lanzamiento.
Más que reinventar, empoderar
Lo cierto es que no hay nuevas mecánicas en su jugabilidad, por eso deben estar conscientes de que cada una de las campañas se enfocará más en mantenerlos presionados y acorralados todo el tiempo. En lugar de invertir en innovaciones complejas, Sledgehammer Games prefirió aumentar la intensidad del gameplay, dejando a un lado los armamentos excesivamente poderosos y regresando a las raíces, que basan en exigirles una buena puntería, velocidad de reacción y el viejo instinto que les permitía correr a través de una lluvia de disparos.
Por eso es que esos anuncios hablaban tanto de “volver”; WWII es más como un paseo de vuelta a viejas costumbres, reduciendo un poco la estrategia y recurriendo más a las viejas habilidades de los jugadores. Es una fórmula antigua y algo gastada, pero en absoluto ineficiente.
En lo personal, me las vi muy negras al tratar de recuperar los reflejos perdidos y ya ni les digo cómo me fue cuando me rebotaban mis propias granadas.
Viviendo una película de guerra
Tal vez algunos piensen que lo más importante en los juegos es el estilo de juego y, aunque mi misión aquí no es contradecir sus ideas, pienso que uno también debe sentir una conexión con los personajes. El poder estar en los zapatos del joven Ronald “Red” Daniels, nos da una perspectiva más emocional a la hora de entrar al campo de batalla, ya que podemos interactuar directamente con sus compañeros y sentir su dolor cuando estos mueren.
El hecho de que CoD nos haya dado una visión Holywoodense de la guerra, hace de cada momento un escenario cargado de adrenalina. Uno va corriendo por ahí y de repente, se ve rodeado de enemigos y tiene que tomar decisiones apresuradas, como salvar a un colega que se encuentra en apuros; si no nos movemos rápido, ¡BAM! Está muerto. Es como tener el control de una película que no se queda esperando a que tomemos las cosas con calma y mucho menos, que podamos analizar cada pequeño aspecto lentamente.
Mismo gameplay, pero con dificultad aceptable
Aquí estoy hablando de un juego corto… o al menos en la cuestión de aventarse las campañas de corrido. Si te sientas siete horas (más o menos, dependiendo de tu nivel habilidad), es posible que hayas terminado toda la historia. Ese aspecto es muy lineal y totalmente enfocado a que uno se concentre en otras cosas, como probar su aptitud dentro del campo de batalla.
La dificultad lo hace bastante decente y hasta cierto punto, permite recobrar el estilo de juego que muchos habían olvidado. Eso de moverse, disparar en puntos vitales, cubrirse, recargar, flanquear al enemigo y repetir cada paso en un orden aleatorio, no es cosa fácil, pero siempre puede mejorar con la práctica constante en diferentes zonas de combate. No hay muchos cambios que pueda señalar en cuanto a “lo nuevo”, pero creo que por la parte del entretenimiento, hace su tarea completamente.
¿Y los zombies o el multiplayer?
Bueno, aquí es cosa de hablar de “lo mismo pero diferente”, porque realmente no hay muchos cambios en nuestro desempeño ingame. El modo zombie es realmente lo mismo que hemos visto antes, pero con una evidente mejora visual; eso sin mencionar que, bueno, ¡estamos matando muertos vivientes!
No he tenido mucho tiempo para probar el War Mode, sobre todo porque sólo contaba con un compañero de juego. Sin embargo, pienso que es una adición bastante benéfica para WWII, porque saca al estratega que todos tenemos dentro y promueve bastante el trabajo en equipo, especialmente los aspectos que nos permiten tener roles designados en cada escuadrón de batalla.
Veredicto
Tal vez piensen que mi conocimiento es básico y que mis gustos son demasiado simples, pero pienso que Call of Duty: WWII es un título que merece más que una oportunidad. Es imposible ignorar el hecho de que nos encontramos en una era de muchos cambios en el mundo de los videojuegos, pero incluso teniendo tantas opciones, el volver a “lo viejo y confiable” es algo agradable.
Por muy específico que pueda ser su juicio en shooters, desde el corazón les digo que este título es lo que muchos necesitaban para descansar de la rutina, especialmente si ya se acostumbraron a lo competitivo con trolls, AFKs, gente que insulta y demás. Pienso que siempre hay un momento para olvidar lo que es jugar como siempre y volver a hacerlo como cuando más nos gustaba.