Cuando creíamos haberlo visto todo, la ida nos sigue sorprendiendo y vaya de qué manera. La ciencia ha demostrado que las vacas no son tan manchadas como creíamos. Incluso pueden tener mejores modales que algunos seres humanos. Y es que, un grupo de investigadores alemanes, con la colaboración de científicos de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, han estado entrenando a su ganado para que vayan al baño -una letrina improvisada- con el objetivo de mitigar el cambio climático.
Aunque parece que las vacas y los conejos estuvieron emparentados en algún punto de la evolución, por la cantidad de deshechos que liberan diariamente, en realidad el problema no es la cantidad, sino que al mezclarse con la tierra, el amoniaco de la orina y el ‘mu-jon’ se convierten en óxido nitroso, el tercer gas de efecto invernadero más contaminante.
Así que los investigadores pensaron en una manera de disminuir la emisión de gases contaminantes, entrenando a las vacas para ir al baño de la manera más tierna y sorpresiva que pudieron imaginar. Al igual que usan los padres para entrenar a sus hijos pequeños a ir al baño, los científicos utilizaron dulces como recompensa para lograr que 11 de 16 vacas hicieran sus necesidades dentro de una letrina previamente puesta en el corral asignado. Mientras que los terneros dominaron la hazaña en tan solo 15 días. Mucho menos de lo que suele tardar en entrenar a un bebé. ¡Ternuringas!
30 litros de orina diarios
Lo mejor, es que el experimento tuvo el mismo éxito cuando los científicos ampliaron la distancia entre los corrales de los animales y el módulo donde se ubicaba la letrina, para comprobar que en realidad habían aprendido. Al final de 15 sesiones, los investigadores comprobaron que el mismo número de vacas había ejecutado con éxito su entrenamiento, mientras que el resto seguía siendo susceptible a ‘accidentes’.
El estudio, publicado en la revista de rigor científico ‘Current Biology’ ha demostrado que las vacas pueden ser entrenadas para ir al baño, lo que podría permitir recoger y tratar los desechos en el campo, mantener limpio el establo, reducir la contaminación del aire y crear granjas más abiertas y respetuosas con los animales.
Ciertamente, el entrenamiento del ganado podría ser un mega paro tanto para la ganadería como para el medio ambiente, pues las vacas bien podrían pasar la mitad de su vida en el ‘trono’. De acuerdo con la Agencia de protección Ambiental de Estados Unidos, una sola vaca es capaz de producir hasta 30 litros de orina por día y mejor omitimos el cerro de eses que acumulan diariamente.
Todas las vacas al ‘trono’
“Para orinar, ir al baño requiere el autocontrol y la coordinación de una cadena compleja de comportamientos que incluyen la conciencia de la plenitud de la vejiga, la anulación de los reflejos excretores, la selección de una letrina y la relajación intencional del esfínter uretral externo. Los intentos de entrenar el uso del baño en el ganado hasta ahora solo han tenido un éxito parcial”, señala el documento.
Ahora que los científicos saben cómo entrenar a las vacas para que hagan sus necesidades, quieren trasladar sus resultados a granjas reales y explotaciones ganaderas con el ánimo de que “en unos años todas las vacas sepan ir al baño” y con ello, reducir a la mitad las emisiones de amoníaco asociadas, al mismo tiempo que se crea un beneficio real para el cuidado del medio ambiente y la reducción significativa de la contaminación del agua relacionada a esta causa. Ahora sabemos por qué un niño de 10 años gastó todos sus ahorros para comprar seis vacas.