En la sección de “Preguntas que tienen respuestas científicas pero casi nunca nos hacemos (pero deberíamos porque el universo es muy interesante)”, hemos reparado en una situación: ¿Por qué diantres el espacio es tan frío y por qué a pesar de la cercanía con el Sol, no está caliente?

Si ya se saben la respuesta, pueden seguir con su vida con la certeza de que están un paso adelante que muchos de nosotros. Pero si no, pueden continuar la lectura y sorprenderse con la respuesta y las implicaciones que esta tiene en nuestras vidas.

Pero para empezar, hemos de establecer que el espacio entre dos cuerpos celestes es frío, muy frío, demasiado frío. Podríamos pensar, en ese caso, que el calor que llega del Sol a la Tierra se queda en el espacio. Pero no. Y eso es lo que hace interesante esta pregunta.

NASA/Youtube

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¿Qué tan frío es el espacio?

De acuerdo con los archivos de la World Meteorological Organization’s World Weather & Climate Extreme en la Universidad de Arizona, la temperatura más baja en el planeta Tierra se registró el 21 de julio de 1983, y fue de -89.2° C. ¿En dónde? No, no es el corazón de tu ex, sino en Vostok, en la Antartida, donde se encuentra una base de investigación.

¡Es una locura! Pero no se acerca ni tantito con el espacio donde la temperatura que se registra en promedio es de 2.7 Kelvin (unidad de tempertura que corresponde al cero absoluto, la temperatura mínima que se puede generar). Esos 2.7 Kelvin, equivialen a -455° F o -270° C.

Imagen de 1911 de una expedición en la Antártida / Foto: Getty Images

¿Por qué el espacio es tan frío?

Ahora bien. Cuando los átomos no están en movimiento, están completamente detenidos, se produce el cero. ¿Por qué sucede esto en el espacio? Porque es un vacío casi perfecto, y no hay muchas moléculas por ahí. Si bien en el espacio hay gases o polvo cósmico, no hay mucho con lo que interactuar más allá de los cuerpos celestes.

Hace rato nos preguntamos si el “calor” que viene del Sol hacia la Tierra, no se queda por ahí para calentar al espacio hasta llegar a nuestro planeta. La respuesta es no porque no hay mucho qué calentar, y para que se produzca calor, necesitamos interacción.

El Sol (cuya temperatura en su centro es de 15,000,000° C y de 5,500° C en la superficie) emite radiaciones que se podrían definir como olas de energía. Cuando esta energía choca con algo e interactúa con sus moléculas, se produce el calor. Entonces, cuando la radiación que viene del Sol alcanza la Tierra, interactúa con las moléculas de la atmósfera y de la superficie.

Imagen del Sol / Foto: NASA

Cuando la radiación choca con una molécula, la excita y la calienta, generando una especie de reacción en cadena con el resto de las moléculas, por lo tanto, el calor se esparce. Nuestro planeta con un montón de gases y aire, que hacen que aquellas radiaciones del Sol, ya en calor, se queden acá.

Si la radiación choca con algo a mitad del camino, interactúa con ella y lo calienta, pero sin poder retenerlo, ese calor se irá por ahí con pocas probabilidades de que interactúe con otra cosa. Por ende, el espacio está endemoniadamente frío.

Imagen del espacio / Foto: Voyage

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A la Luna también le da el Sol, ¿cierto?

La Luna tiene una variación enorme de temperaturas en su superficie. Desde 2009, y gracias al Diviner Lunar Radiometer de la NASA, se han registrado las temperaturas de nuestro vecino más cercano en su ecuador y en los polos. En 2014, por ejemplo, se lanzó un reporte con las temperaturas del ecuador de día con unos 120° C, mientras de noche, baja a -130° C.

En los polos, las cosas son más frías, desde luego. Un día se toparon con un lugar que estaba a -250° C. Mientras se exploraba, checaron que las temperaturas de las partes más bajas de los cráteres (a los que nunca les da la luz) en el polo sur estaban terriblemente frías.

Como sabemos, la Luna no tiene una atmósfera ni aire, por lo que no puede limitar, transferir ni retener el calor. La parte de la Luna que está iluminada por el Sol, recibe la radiación de manera directa hast que interactua con la superficie, calentándola demasiado. El aterrador dark side of the moon, por lo tanto, está muy frío.

Imagen de la Luna / Foto: NASA

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