No importa si es en tu casa, en tu oficina o en la escuela. Echarse un pedo siempre es incómodo; y aceptémoslo, por más que uno tenga control mental y trate de aguantar, aguantar y aguantar, no hay forma en la que no se nos escape alguno de vez en cuando.

Tal es el caso de una enfermera australiana, que dada su labor de asistir a médicos especialistas en complicados procedimientos quirúrgicos, comenzó a preocuparse por que sus flatulencias pudieran contaminar a algún paciente dentro del quirófano.

Y es que si uno desayuna pesado, come pesado y cena pesado, suponemos que debe de oler, también pesado. Sin embargo, los problemas de esta enfermera fueron en aumento, hasta el punto en el que según cuenta, tenía que apartarse del quirófano para desahogar sus penas sin temor a que sus compañeros le voltearan a ver con esa cara de “sé lo que hiciste el verano pasado….y también los que cenaste”

La solución, fue buscar ayuda médica, (vaya ironía) por lo que recurrió al director del hospital para preguntar si sus flatulencias podrían llegar a contaminar el quirófano.

Pedos

El doctor Karl Kruszelnicki no tenía una respuesta concreta, por lo que ahí se inició una de las investigaciones más extensas sobre el tema, tratando de resolver el misterio: ¿Las flatulencias contaminan?

Como podrán imaginarse, la investigación tuvo muchos pedos de por medio, así como una extensa investigación física y química, cuyos resultados concluyeron que aunque las flatulencias provocan que nuestro cuerpo expulse ciertas bacterias que generalmente se encuentran en nuestro intestino, estas no ponen en peligro la salud de ningún paciente que esté siendo operado dentro de un quirófano.

Pero no solo eso, sino que este estudio confirmó lo que todos sospechábamos: Las flatulencias si tienen un efecto en el calentamiento global, debido al dióxido de carbono que se expulsa.

Vaca

Como se sabe desde hace mucho tiempo, las flatulencias de animales como las vacas, ovejas o cabras contribuyen al calentamiento global, debido a la producción de metano que ocurre con su lenta digestión. De hecho se calcula que el metano tiene un efecto mayor que el del dióxido de carbono, por lo que para poner todo en proporción, la respuesta es si. Nuestras flatulencias contaminan, pero no tanto como las de algunos otros animales.

Así que si aún no saben que cenar…provecho!

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