A principios de este mes de junio un paciente en China se sometió a una cirugía por cáncer de próstata.. ¿qué tiene de extraño? Bueno pues el cirujano estaba en Italia, a 8 mil kilómetros de distancia.
Para el procedimientos se utilizó una consola quirúrgica conectada a brazos robóticos con una potente red 5G y conexiones de fibra óptica.
La cirugía a 8 mil kilómetros de distancia
En los primeros días de este mes de junio un equipo médico dirigido por el director de urología del Hospital General del Ejército Popular de Liberación, Zhang Xu, llevó a cabo una cirugía a un paciente que estaba a más de 8 mil kilómetros de distancia.
Mientras el experto llevaba a cabo el procedimiento desde Italia, un equipo médico y un cirujano de respaldo estaban cuidando al paciente en China.
Se trató de una prostatectomia radical, una operación para retirar tejido en el caso de cáncer de próstata.
Desde Italia el médico encargado veía al paciente en tiempo real desde una consola quirúrgica. Con los controles dirigió los brazos robóticos que realizaron la cirugía en China.
Uno de los principales retos fue justamente la distancia y el pequeño retraso que se provoca en la comunicación. Los expertos explicaron que para eso se usó una potente red de telecomunicaciones 5G que ayudó a reducir el retraso a una latencia de 135 milisegundos.
Ahora, no crean que llevar a cabo esta tarea tan complicada no necesitó de pruebas. Antes de todo el cirujano principal y su equipo llevó a cabo más de 100 estudios experimentales.
Además hicieron una operación simulada para medirle el agua a los camotes en cuanto al retraso entre Italia y China.
En abril de 2002 un grupo de médicos de Estados Unidos publicaron un estudio sobre la viabilidad y aplicaciones potenciales de la telecirugía transcontinental remota asistida por robot.
De igual forma, explicaron que la principal limitación génica tenía que ver con el retraso en la transmisión de información digitalizada a través de las líneas de telecomunicaciones existentes.
En aquel momento se llevó a cabo una colecistectomía laparoscópica remota a una mujer de 68 años con antecedentes de dolor abdominal y colelitiasis.
Los cirujanos estaban en Nueva York y la paciente en Estrasburgo. Todo salió con éxito después de 54 minutos a pesar de un recorrido de ida y vuelta de 14 mil kilómetros.
“La cirugía remota asistida por robot parece factible y segura. La teletransmisión de manipulaciones quirúrgicas activas tiene el potencial de garantizar la disponibilidad de experiencia quirúrgica en lugares remotos para operaciones difíciles o raras, y de mejorar la capacitación quirúrgica en todo el mundo“, concluyó el estudio.