Un Sol Incandescente: Amaterasu y el Zorro

Hola y bienvenidos una vez más a esta su sección dedicada a contar las historias de los personajes de los videojuegos.

Hoy, continuaré con la historia de Amaterasu en Okami, mientras persigue los remanentes de Orochi que fueron desplegados después de su muerte.

Es aquí que conoceremos a uno de los jefes más difíciles del juego (prácticamente el único).

Así que no perdamos más tiempo y comencemos:

Persiguiendo a la Serpiente

La paz al fin había llegado a Kamiki, donde después de 100 años pudieron festejar sin temor a que la horrible serpiente, Orochi, se degustara a uno de sus habitantes.

Sin embargo, la oscuridad aún cubría a Japón, por lo cual, la aventura de Amaterasu e Isunn aún no había terminado, es más, tan solo habían comenzado.

Al término del festival, Amy y su impulsivo acompañante decidieron ir a la ciudad principal del país, Sei’an. Después de un corto viaje, llegarían al Puesto de Control más cercano a la ciudad, en donde verían que el puente que conectaba con Sei’an, estaba levantado.

Tras hablar con Yoichi, guardia de la ciudad, descubrirían que la Ciudad de Sei’an se encontraba infectada de una extraña enfermedad, razón por la cual permanecía cerrada para evitar propagar la infección.

De manera algo taimada, Amy utilizaría su poder de Inferno para provocar que una de las flechas de Yoichi se encendiera, causando que un cañón cercano se activara, destruyendo los soportes del puente y ganando acceso a la ciudad.

Ambos llegarían a la Costa de Ryoshima, a las afueras de Sei’an, pero como las otras locaciones que habían visitado, esta se encontraba bajo el efecto de la oscuridad.

El Dragón de Agua

Esto dejaría sorprendido a Issun, quien creía que con la muerte de Orochi la maldición que cubría al país desaparecería. Como siempre, Amy reviviría al Retoño Guardian, librando a la costa de la maldición.

Tras esto se dirigirían a Sei’an, la cual se encontraba sumergida en una neblina que causaba que sus habitantes enfermaran. Buscando audiencia con la Reina Himiko, regidora de la ciudad, verían que el puente que conectaba la ciudad con el palacio se encontraba levantado.

Ahí hablarían con Benkei, espadachín que resguardaba el puente, y quien les diría que la única forma que los dejaría pasar, era si restauraban el lago que alguna vez circundo a la ciudad.

Con la ayuda de un carpintero llamado Naguri, Amy restauraría el lago. Sin embargo, Benkei les confesaría que la única razón de pedirles tan descabellada misión, era para poder recuperar su espada.

Amy la recuperaría… o algo así (pescaría a un pez espada). Benkei los dejaría pasar, y del otro lado se encontrarían con Waka, quien les daría otro mensaje críptico.

Al avanzar, conocerían a la voluptuosa Sacerdotisa Rao, quien servía como regente temporal de la ciudad. Ella les explicaría que el Emperador había caído muy enfermo y que la Reina Himiko, se había retirado de la ciudad en el momento que la maldición de Orochi se había esparcido por Japón.

Rao tenía un plan para liberar a la ciudad de la neblina, pero para ello necesitaba unos Pergaminos de Oración, los cuales se encontraban en las afueras del castillo del Emperador. Haciéndose con ellos, Rao les explicaría su plan, el cual consistía en destruir a varios demonios que asolaban la Costa de Ryoshima y así, poder recuperar las Varas del Zorro y disipar la neblina.

Las Varas del Zorro se encontraban en un Barco Hundido, el cual solo era accesible tras ver el anochecer en un punto específico (una torre cerca de la costa). Sin embargo, Amy no era capaz de llegar a ese lugar, ya que no podía saltar tan alto.

Afortunadamente, se encontraría con el Maestro Onigiri, quien le enseñaría la técnica del Águila Sagrada, con la cual podía saltar dos veces en el aire…

Con su nueva habilidad, Amy lograría llegar a la cima de la torre y al caer la noche, una luna creciente aparecería en el mar y abriría las aguas del océano, permitiéndoles avanzar hasta el navío hundido.

Al entrar al barco, se encontrarían con Rao quien les daría los Pergaminos para que pudieran destruir a los demonios que se encontraban en el barco y así, poder recuperar las Varas del Zorro.

Sin embargo, su búsqueda sería inútil, ya que lo único que encontrarían sería un Mazo de la Suerte. Al salir del barco, se vería atacado por el Dragón de Agua, criatura responsable del hundimiento de varios navíos.

Por alguna razón, al ser tragados por el Dragón, regresaron a la costa sin ningún tipo de daño. Al mismo tiempo, se dieron cuenta de que el mazo los había seguido y los guiaba hacia algún punto cerca el Castillo del Emperador.

Tras seguirlo, llegarían a un hoyo en la pared del castillo en donde el mazo reduciría el tamaño de Amy y le permitiría entrar al Castillo sin que nadie se diera cuenta. En ese estado, vería a Issun como era en realidad, en vez como una molesta pulga…

Avanzando hacia la habitación del Emperador, Amy e Isunn encontrarían a una niña de nombre Kaguya, quien había sido encerrada sin razón alguna; ambos aceptarían ayudarla, continuando su investigación del castillo.

Al seguir avanzando, encontrarían al Dios Oveja, Kasugami, quien le brindaría el poder del Velo de Niebla, con el cual podían detener el tiempo.

Con esta nueva habilidad, lograron llegar hasta el Emperador, quien al parecer, era el punto de origen de la neblina que invadía a la ciudad. Saltando dentro de él, Amy e Issun, combatirían al Demonio Blight:

Al destruirlo, tomarían el control del cuerpo del Emperador y ordenarían la liberación de Kaguya. Después de esto, la llevarían al Santuario Sasa en donde se reuniría con su abuelo, el Señor Bambú.

Ahí les contaría su historia como miembro de la Tribu de la Luna, relatándoles que cuando era una bebe, sus padres la mandarían a la Tierra para salvarla de la fuerza maligna que estaba aniquilándolos.

Ella sería encontrada por el Señor Bambú, quien cuidó de ella y de su extraña nave que parecía un pedazo de bambú… en fin, después de su reunión, Kaguya regresaría a su nave y antes de despegar, les daría la Tableta del Fuego, con la cual Amy ganó inmunidad hacia el fuego.

Tras este pequeño descanso, regresaron a la ciudad y por fin pudieron conocer a la Reina Himiko.

Himiko le contaría la historia del Dragón de Agua y de como es que la tribu Dragoniana era quien lo controlaba. La reina les entregaría la llave para que ganaran acceso a la costa norte y pudieran dirigirse hacia donde los Dragonianos vivían.

Al avanzar, se encontrarían con Waka, quien haría enfurecer a Isunn.

En la costa conocerían a Urashima, niño de gran tamaño que les contó acerca de Orca, emisario de los Dragonianos que podía llevarlos con la misteriosa tribu.

Urashima les diría que Orca solo aparecía al amanecer. Al llegar el momento, la ballena se presentaría, pero les informaría que para poder llegar al Palacio de los Dragonianos, debían descubrir un remolino en el océano.

Tras escuchar estas palabras, Amy comenzaría a escuchar unos maullidos, los cuales provenían de una gran torre. Al llegar a la cima, encontrarían a un gato y después de darle de comer, encontrarían al Dios Gato, Kabegami, quien le brindó el poder de trepar las paredes.

Con esta nueva habilidad, Amy treparía el Mirador del Cabo y utilizando su poder de la Tormenta, Amy lograría mover un grupo de galaxias, sí, ¡GALAXIAS! (chúpate esa Goku) y crearía la Galaxia Remolino, la cual abrió la puerta al Palacio Dragoniano.

Ahí, encontrarían a la Reina Otohime, quien les pediría viajar al estómago de la bestia y recuperar el Orbe del Dragón.

Como era de esperarse, Amy lograría recuperar el Orbe, desgraciadamente, esto terminaría con la vida del Dragón, con lo cual se revelaría su identidad como el Rey Wada, esposo de Otohime quien se convirtió en la temible bestia para proteger a su reino.

Pero de manera inesperada, el Orbe les enseñaría una visión de Rao siendo atacada en el Templo Ankoku. Sin perder tiempo, Amy se lanzaría hacia el Templo, en donde encontraría al fantasma de Rao, el cual los guío hacia donde la Reina Himiko permanecía escondida.

La Diosa y el Zorro

Al entrar, encontrarían a la Reina muerta con Rao llorando inconsolable y clamando que el Lord Oscuro la había asesinado. Sin embargo, Amy no se dejaría engañar y la atacaría, revelando que todo este tiempo, Rao había sido la causante de la situación de Sei’an.

El maligno ser, les revelaría que ya hacía mucho tiempo que había asesinado a la verdadera Rao (como la visión que el Orbe les mostró). El Lord Oscuro desaparecería y se dirigiría a la Isla Oni, donde organizaría a sus tropas para atacar a la Ciudad de Sei’an.

La demoniaca isla, solo aparecía al caer el ocaso y con la ayuda de Otohime, quien como su esposo decidió transformarse en el nuevo Dragón de Agua, los ayudaría a cruzar hacia la isla.

Después de lidiar con varios demonios y trampas y de encontrar al Dios Tigre, Gekigami, quien le brindó el poder de la Tormenta Eléctrica.

Amy lograría llegar a la parte más alta de la fortaleza, en donde una constelación maligna permanecía incompleta. Al terminarla, el Lord Oscuro revelaría su verdadera forma, un Zorro gigantesco de nueve Colas:

Este demonio tenía la capacidad de reproducir algunos de los movimientos de Amaterasu, además de portar una espada similar a la 7 Golpes de la diosa como forma de burla. Después de acabar con los 8 espíritus que formaban sus colas, el Lord Oscuro quedó reducido a un Zorro, siendo derrotado fácilmente por Amaterasu.

Al igual que Orochi, del cuerpo del Zorro emanó una presencia oscura que se dirigió hacia el norte. Al regresar a la costa, se encontrarían con Waka, quien les marcó su próximo destino, la región norte del país…

Y hasta aquí, dejaré la historia de Amaterasu, retomándola la próxima semana, contando su viaje en el tiempo (ya saben que esos nunca son confusos) y terminando su leyenda cuando se enfrente a la oscuridad misma.

Hasta la próxima.