Desde su lanzamiento, Red Dead Redemtion 2 pasó de ser uno de los juegos más esperados del año a convertirse en un estilo de vida. Ya saben como funciona esto: llega un nuevo título con jugabilidad de mundo abierto y, como por arte de magia, los gamers entran en la cruzada de conocer todos y cada uno de sus aspectos, por lo que invierten horas y hasta días en hacerlo.
Mientras los amantes de los videojuegos disfrutan sus aventuras en el viejo y salvaje oeste, existe una comunidad más pequeña que no se siente precisamente feliz con este fenómeno. Nos referimos a todas las parejas de los chicos y chicas que viven en este vicio; aquellas pobres almas que fueron empujadas al olvido a cambio de historias de disparos, robos a trenes en movimiento y persecuciones a caballo.
Eso y la posibilidad de acariciar lomitos virtuales
Tal vez piensen que exageramos al hablar de esto, así que dejaremos que internet responda en nuestro lugar. Todo mediante un video que encontramos en el canal Girlfriend Review, con el cual una chica narró la experiencia de ver a su novio (y soportarlo) subido al tren del mame de RDR2.
Tomando en cuenta lo que esta joven dice en su clip, se trata más de una reseña de lo que ocurre cuando una pareja se clava completamente en un videojuego. Pero no se trata de un montón de quejas sin fundamento, sino de un verdadero análisis de todo lo que vio y de las razones por las que ella piensa que no debería de ser tan adictivo, haciendo énfasis en la violencia.
A pesar de que esta muchacha admite que este título es una verdadera obra de arte -cosa que incluso compara con una pintura de Bob Ross, por obvias razones-, confiesa que no puede evitar sentirse desplazada por su novio. Ni siquiera el intento de convivir con él mientras juega, sobre todo para entender su pasión, parece motivo suficiente para comprender tal enajenamiento.
Independientemente de lo graciosa que resultó esta investigación, es importante recordar que cada persona tiene el derecho a decidir como usa su tiempo. Con esto no buscamos desprestigiar el valor de pasar un momento agradable con el novio o la novia; tal vez lo ideal sería buscar un equilibrio para poder disfrutar de un videojuego y no destruir una relación amorosa.
