Lo que necesitas saber:
Así fue como un equipo de ingeniería a 24 mil millones de kilómetros de la Tierra logró reparar una nave espacial que viaja al infinito.
“Hi, it’s me“. Este es el mensaje que el equipo detrás de la nave espacial Voyager 1 de la NASA publicó en redes sociales luego de recibir señales de vida tras 5 meses de angustiante espera.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro explica que por primera vez pueden verificar la salud y el estado de la nave pero aún la chamba no está terminada.
La nave Voyager 1 da señales de vida
Solo para recordar lo que pasó. El 14 de noviembre de 2023 la nave espacial Voyager 1 dejó de mandarnos datos que se pudieran usar de ciencia e ingeniería.
Todo esto pasó a pesar de que los controladores de la misión pudieron verificar que la nave todavía estaba recibiendo los comandos que enviaban desde Tierra y operaba con normalidad.
Para rápido: enviaba una serie de datos sin sentido que indicaba que algo andaba mal. El gran problema es que la nave está a más de 24 mil millones de kilómetros de distancia viajando hacia el infinito.
Durante meses y meses el equipo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, de Estados Unidos, trabajó para tratar de entender qué estaba mal con la nave.
En este mes de marzo, de 2024, el equipo de ingeniería detrás de la Voyager identificó que todo el problema estaba relacionado con una de las 3 computadoras a bordo de la nave espacial, que se llama subsistema de datos de vuelo (FDS).
Esta computadora es la que se encarga de empaquetar los datos científicos y de ingeniería antes de enviarlos a la Tierra. El asunto es que el chip encargado de almacenar una parte de la memoria dejó de funcionar. Eso hizo que los datos científicos y de ingeniería se volvieran un desastre.
Como el equipo no puede tomar una nave espacial para llegar hasta allá y reemplazar el chip, pensaron en colocar el código afectado en otro lugar de la memoria de la computadora.
Y ahí va otro problema: ninguna ubicación es tan grande como para contener la parte de código completo. Ahí fue cuando apareció la idea de usar un cuchillo.
El plan fue dividir el código afectado en varias secciones para esconderlas en distintos lugares de la computadora. Eso implicó tener que ajustar otras secciones del código para garantizar que todo siguiera funcionando.
El 20 de abril pasado el equipo de vuelo de la misión recibió noticias y notaron que toda la modificación funcionó. Ya podían revisar el estado de salud de la nave.
Lo interesante es que una señal que el equipo en Tierra manda a la nave tarda 22 horas y media en llegar a la Voyager 1 y otro periodo de tiempo igual de regreso.
Para saber si algo funcionó tienen que esperar casi dos días, una chamba bastante complicada.
Ahora, todavía falta un rato. En las próximas semanas el equipo de la NASA tendrá que reubicar y ajustar las otras partes afectadas del código para que entonces pueda volver a enviar datos científicos.
La nave Voyager 1, que tiene una gemela que igual viaja al infinito, fue lanzada desde Florida el 5 de septiembre de 1977. En agosto de 2012 la sonda dejó los límites del Sistema Solar y se convirtió en el primer objeto creado por el ser humano en alcanzar el espacio interestelar.
Además también es la primera sonda que lleva consigo un mensaje con datos sobre la vida en nuestro planeta.