Hola y bienvenidos una vez más a esta su sección dedicada a contar las historias y aventuras de los personajes de los videojuegos.
Hoy, daremos fin a la historia de Nathan Drake, en uno de los sucesos más emocionales de toda la franquicia.
Quienes ya han jugado Uncharted 4, sabrán a que me refiero con esto y para los que no, ¡qué demonios esperan para jugarlo!
Sin más preámbulos, demos inició a la última gran aventura de Nathan Drake:
Uncharted 4: A Thief’s End
Tres años después de descubrir la Atlántida de la Arenas, Nathan decidió acabar con su vida como ladrón y ahora sí, se comprometería a una relación seria con Elena, volviéndose a casar con ella.
Pero sus habilidades no podían ser desperdiciadas, razón por la cual se unió a la compañía de salvamento naval, Jameson Marine, en Nueva Orleans.
A pesar de estar más feliz que nunca, el ansia por una nueva aventura seguía en él, pero después de casi perder la vida en varias ocasiones y de casi destruir su matrimonio, Nate se negaría a volver a su antigua vida.
Incluso, rechazaría la oferta de su jefe, James, por ir a Malasia para rescatar un navío hundido. Al regresar a su hogar, subiría al ático donde por algunos momentos, reviviría sus días de gloria… bueno, más o menos…
Con Elena en casa, ambos empezarían a platicar, dándose cuenta de que Nate se encontraba conflictuado por lo de Malasia, trabajo que rechazo por la falta de permisos legales, Elena le diría que ella podía ayudarles a conseguir los papeles necesarios, pero aún así, Nate prefirió dejarlo pasar.
Después de la conversación, Nate se pondría a jugar… bueno, véanlo por ustedes mismos:
Todo parecía estar bien, pero al día siguiente, un fantasma de su pasado le haría una visita.
Después de 15 años, Sam, hermano mayor de Nate, regresaría. Impactado por la reunión, ya que lo creía muerto, escucharía la historia sobre su escape de la cárcel y el problemón en el que se encontraba con el narcotraficante, Hector Alcazar:
Sam, quien aún buscaba el tesoro del famoso pirata, Henry Avery, intentó convencerlo de acompañarlo, usando como chantaje el asunto con Hector Alcazar, a quien le había prometido la mitad del tesoro.
En un principio, Nate se negaría, pero al seguir sintiendo culpa por haberlo dejado atrás hace 15 años, aceptaría ayudarlo. Antes de partir con Sam, le mentiría a Elena y le diría que había aceptado el trabajo en Malasia.
Viajando a una subasta en Italia, en donde se estaba vendiendo parte de las posesiones de Avery, Nate y Sam, junto al buen “Victor Goddamn Sullivan”, con quien no había hablado desde lo ocurrido tres años atrás.
Como es costumbre, Sully aseguraría una invitación al evento, dejando que los hermanos Drake, buscarán una alternativa cargada de acrobacias, para poder entrar al evento.
Logrando entrar a la subasta, Nate y Sam se pusieron manos a la obra para robar las pertenencias de Avery, antes de que fueran puestas a la venta.
Sin embargo, y demostrando una vez más que a la vida le encanta meterle el pie a los Drake, se toparían con la líder del grupo mercenario, Shoreline, Nadine Ross, y con otro rostro del pasado en la presencia de Rafe Adler, con quien iniciaran la búsqueda del tesoro de Avery 15 años atrás.
Después de varias peripecias, Nata y Sam, se colarían tras bambalinas y lograrían cortar la corriente para robarse la cruz de Avery.
No tomando esto con nada de gracia, la seguridad del lugar, daría caza a los ladrones, pero como siempre; Nate demostraría que aún tenía lo necesario para salir de cualquier situación.
Pero para colmó, se toparía con Nadine, quien le daría la paliza de su vida. A pesar de verse superado, Nate utilizaría la irá de la mujer para escapar apenas por un pelo.
Tras un milagroso escape, los tres hombres se dirigirían al siguiente punto en el itinerario de Avery, la Catedral de San Dimas, en Escocia.
Mientras que Sully los espera en su avioneta, Hog Wild, Nate y Sam se dirigen a las ruinas de la catedral, en donde se encontrarían con Shoreline y el caos explotaría.
¿Qué es mejor que un Drake? Simple, dos. Después de patear el trasero de Shoreline, Nate y Sam se dirigieron a unas catacumbas, en la cual descubrieron la locación del tesoro de Avery, King’s Bay, en Madagascar.
Pero, y porque la vida los odia, se verían acorralados por Nadine, quien también se haría con la locación del lugar.
Escapando apenas y con una moneda para lograr encontrar el tesoro de Avery, los tres se dirigirían al final de King’s Bay.
Ahí, encontrarían una serie de ruinas en las cuales encontraron varias pistas, además de tener que lidiar con Shoreline en cada una. Para cubrir más terreno, Sam se separaría de ellos, siendo Nate y Sully encontrarían un mapa con las palabras: Pro deus qoud licentia.
Al decodificar el mensaje, descubrirían la existencia de Libertalia, tierra prometida de los piratas, donde ellos eran la ley. Sin embargo, Rafe, que había hackeado sus teléfonos, mandaría a Shoreline a perseguirlos.
Después de una persecución más que épica, Nate y Sam regresarían a su habitación de hotel, en donde Elena esperaba muy enojada a su esposo:
Debido a su sentimiento de culpa, Nate dejaría a Elena bajo el cuidado de Sully, continuando con su viaje.
Junto a Sam, viajaría a una serie de islas en donde encontrarían el camino hacia Libertalia. Al llegar, encontrarían que la ciudad había caído por una guerra civil entre los piratas y que el tesoro había sido movido de lugar.
Desesperado, la obsesión de Sam por encontrar el tesoro se haría evidente, por fortuna, descubrirían la nueva locación del tesoro en un lugar llamado Nuevo Devon, la residencia de los fundadores de Libertalia.
En su camino, deberían enfrentar a Shoreline y Nadine, quien demostró ser un reto superior para ambos hermanos.
Ambos ganarían ventaja, pero se verían acorralados por Rafe, quien le revelaría que la historia de Alcazar era una vil mentira, y que él fue el responsable por la liberación de Sam.
Viendo a Nate como un estorbo, le dispararía, pero Sam se interpondría recibiendo el disparo, sin embargo, Nate caería del risco, golpeándose la cabeza y quedando inconsciente.
Nate recobraría la consciencia, descubriendo que Elena lo había seguido hasta la isla, salvándolo de morir. Limando un poco las asperezas con su esposa, ambos se dirigirían en búsqueda de Sam.
Utilizando varios mecanismos de las ruinas de Libertaria y navegando por una serie de catacumbas con cadáveres explosivos; encontrarían y rescatarían a Sam, quien seguía obsesionado con encontrar el tesoro.
Creyendo que lo habían convencido, darían paso a la graciosa retirada, pero en el último momento, Sam los dejaría para encontrar el tesoro de Avery.
No pudiendo abandonarlo, Nate regresaría por él, encontrando el barco de Avery, en donde Shoreline y Sam, estaban en la carrera por alcanzar el tesoro.
Al igual que Sam, Rafe se había dejado llevar por su obsesión, traicionando a Nadine y tomando el control de Shoreline.
Nate, los alcanzaría en el galeón semihundido, pero en su desesperación, Sam había activado los cañones del navío para alejar a Shoreline.
Esto provocaría que el barco empezara a hundirse. Nate encontrará a Sam, quien se encontraba atrapado bajo los escombros de la cabina donde estaba el tesoro.
Ahí mismo, se encontraba el cadáver de Avery y de uno de los fundadores de Libertaria, quienes se habían matado por quedarse con el tesoro. Nadine, viendo que la codicia había consumido a Rafe, lo traicionaría como él a ella, y lo dejaría desarmado junto a Nathan.
Completamente ido, Rafe, quien era un buen espadachín, retaría a duelo a Nate, sin importarle que el barco se estaba quemando y hundiendo.
Nate se defendería, pero se vería superado por la habilidad con la espada de Rafe. Sin otra opción, Nate lo mataría al dejarle caer parte del tesoro encima, aplastándolo como la cucaracha que era.
Liberando a Sam, Nate y su hermano saldrían del barco, regresando a Madagascar con Sully y Elena. Viendo todo perdido, Sam se resignaría, pero como siempre, un poco de alegría llegaría a los Drake, ya que Elena había salvado una pequeña parte del tesoro.
Nate, regresaría con Elena, mientras que Sam formaría una alianza con Sully, continuando en búsquedas por otros tesoros.
Regresando a su hogar, Nathan quedaría estupefacto al enterarse que Elena había comprado a Jameson Marine, ya que después de un momento de introspección, ella se daría cuenta de que una vida normal no era para ellos.
Pasarían varios años, años en los cuales Nate y Elena harían varios descubrimientos arqueológicos, ganando fama internacional con su compañía, Drake and Fisher Fortunes.
Y en una escena que los va a hacer llorar… bueno, véanlo por ustedes mismos:
Y es así, como cerramos la historia de Nathan Drake y de Uncharted. Bueno, al menos por la parte de Naughty Dog, quienes han declarado que este es el fin para ellos dentro de la franquicia.
Se espera que Sony continúe haciendo más títulos de Uncharted, pero se cree que en caso de seguir, un nuevo protagonista vendría a tomar los zapatos de Nathan, y vaya que son zapatos muy grandes para llenar.