¿Eres el tipo de personas que pasa noche tras noche en su teléfono, viendo series en Netflix o simplemente rodando en la cama sin poder dormir? Si es así, es nuestro deber decirte que eso no siempre significa algo malo. De hecho, más bien podría tratarse de una mutación en tus genes que te posiciona automáticamente entre aquellos que están dando un paso adelante en la evolución.
Se sabe que muchas personas sufren del Síndrome de la Fase del Sueño Retrasada, que básicamente les impide dormir a horas consideradas normales para nuestra especie. Es un desorden que puede derivar en enfermedades como insomnio o narcolepsia, que sin duda representa un problema para varios seres humanos alrededor del mundo.
Pero no todo es tal malo como parece. De acuerdo con lo que se publicó en un estudio, existe una variante genética que presenta una anomalía positiva.
¿Será esta una mutación en los genes?
Aquí es donde entra un gen conocido como CRY1, que sirve para retrasar el ritmo cicardiano en cada individuo. Si alguno de ustedes se preguntó qué rayos es eso, se trata básicamente de un reloj interno que sigue un ciclo de 24 horas e indica en qué momento nuestro cuerpo debe tener sueño y prepararse para dormir. También nos dice cuándo es que debemos despertar.
Bueno, según lo que dijo Michael W. Young de la Universidad de Rockefeller, este dichoso gen ha presentado una mutación de gran impacto en al menos una de cada 75 personas.
Para determinar esto, el experimento requirió que ciertos individuos pasaran dos semanas en un laboratorio, de modo que se pudieran monitorear sus actividades. Todo tendría que llevarse a cabo dentro de un ambiente donde no pudieran saber la hora ni percibir la luz del día o la oscuridad de la noche.
Se encontró una anomalía
La mayoría de los pacientes siguieron una rutina común y se fueron a descansar a las horas esperadas. Sólo hubo una excepción entre todos ellos. Un sujeto que sufría un desorden de sueño se fue a descansar mucho tiempo después de los demás y presentó resultados que atrajeron el interés de los científicos, ya que varios de sus sistemas biológicos (que usualmente funcionan mientras dormimos) se mantuvieron apagados durante un buen tiempo, mientras su CRY1 se mantuvo activo y funcionando a toda potencia por un rato.
Después de realizar unas pruebas, se llegó a la conclusión de que no se trataba de un defecto genético, sino de una mutación que se presenta en un porcentaje pequeño de la población humana. No hay nada que pueda asegurarlo, pero Young piensa que este tipo de mutaciones podría verse más a menudo con los años. En resumidas cuentas, podría tratarse de un pequeño cambio evolutivo dentro de nuestro rendimiento físico.
Sabemos que no son precisamente poderes mutantes como los que vemos en X-Men, pero por algo se empieza, ¿no?