El regreso a la nueva normalidad está a la vuelta de la esquina y aunque será en forma escalada y en base a semáforos, eventualmente tendremos que retornar a nuestra cotidianidad, lo que significa volver a las estampidas en el metro y las multitudes en los peseros o camiones, elevando el riesgo a contraer COVID-19, sin embargo, muy pronto la Universidad de Tokio, podrá ofrecer una solución. Los científicos desarrollaron el prototipo de la bicicleta ‘Poimo’, inflable, eléctrica y tan pequeña que cabe en una mochila.
Quién no ha soñado con tener el maletín de ‘Sport Billy’, meter la mano al maletín y sacar un scooter inflable, tan pequeño como un dispositivo portátil y tan seguro tanto para el conductor, como a los peatones en caso de accidente, sería maravilloso. Además, los investigadores nipones, no solo pensaron en su funcionamiento, también en su comodidad.
‘Poimo’, está diseñado para desplazamientos individuales, pero fabricado con materiales suaves, livianos e inflables, pero al mismo tiempo tan resistentes para aguantar una movilidad plegable y portátil. El grupo de investigadores liderado por el Dr. Hiroki Sato, pusieron especial énfasis en el hardware que lleva integrado la bici, al igual que software centrado en el ser humano, tecnologías emergentes, así como un diseño único.
“Para evaluar el Poimo, primero realizamos pruebas mecánicas para verificar que puede soportar el peso de un humano. También medimos el tiempo necesario para inflarlo / desinflarlo para demostrar su propiedad. Finalmente, informamos sobre los resultados preliminares de viajar en él, y aclaramos los requisitos para investigar más e implementar el transporte de movilidad suave”. Señalan los expertos en un comunicado.
Lo mejor, es que de hacerse la producción a gran escala, funcionaría perfectamente en la Ciudad de México, de acuerdo con sus creadores, el material con el que se fabricó el prototipo, es tan resistente que soportaría baches e incluso uno que otro pinchazo.
Aunque no todo es miel sobre hojuelas. A la par de ‘Piomo’, los usuarios tendrían que cargar con una bomba de aire, instalarle los componentes como las ruedas, manijas delanteras y desde luego, la batería. Así que tal como señala ‘Gizmodo, el equipo de investigación que desarrolló la bici inflable, dice que este prototipo no necesariamente refleja un producto terminado.
De acuerdo con el estudio, publicado en mayo del 2020 por la Sociedad Científica de Maquinaria Computacional, con sede en Nueva York, Estados Unidos, existe la posibilidad de que este proceso pueda simplificarse y al mismo tiempo reducir el peso total de los componentes del vehículo, que actualmente pesa poco más de cinco kilos. No nos queda más que esperar que mejores sus propias habilidades y la pongan en producción, muy pronto. No cabe duda de que las bicicletas son el transporte del futuro.