ChatGPT ganó terreno en la guerra por la inteligencia artificial, pero Google, Baidu y hasta Alibaba no se la dejarán fácil a Microsoft.

Hay algo muy interesante detrás de todo lo que ha generado la irrupción de ChatGPT en el panorama actual y que no fue novedad en lo más mínimo. Es decir, lo necesario que es discutir y entender las capacidades de la inteligencia artificial (IA) para reconfigurar por completo cualquier trabajo, industria o sector casi que de un día para otro. Dice el viejo adagio, “el futuro es hoy, ¿oíste viejo?”.

Las herramientas de inteligencia artificial modifican buena parte de lo que entendemos de cualquier proceso creativo o productivo. Particularmente, cuando hablamos de IA generativa. O lo que es lo mismo que los algoritmos que pueden crear algo en oposición a los robots automatizados que lo puede pueden hacer es identificar patrones, analizarlos y hacer más eficientes partes de esas actividades. Dicho sea de paso, mismas que pueden incluir hacer que automóviles se conduzcan solos; crear casas inteligentes; o de plano articular un servicio postal completo

Ahora bien, ChatGPT no sólo puso “en jaque” al sector educativo, regalando a estudiantes una forma más de hacer trampa o hacerse patos a la hora de ponerse a arrastrar el lápiz. Esta plataforma impulsada por inteligencia artificial dio señales a toda la industria tech que tenía que ponerse las pilas para instrumentalizar sus modelos de lenguaje de IA; si no, les va a comer un nicho GIGANTE del mercado del usuario común de internet.

Quien pega primero…

…pega dos veces. ChatGPT ya logró incrustarse en la mente de las personas, por lo pronto, como la inteligencia artificial que sirve para todo lo que se imagine uno. Más allá de para escribir ensayos académicos medio tullidos, esta IA puede dar ideas en cuestión de segundos: que una lista de menú saludables para tres semanas; una lluvia de posibles títulos para un proyecto; incluso, un presupuesto mensual muy bien balanceado para ahorrar, etcétera. En suma, lo que ofrece ChatGPT hasta cierto punto es una búsqueda en internet rápida—y en una base de datos constreñida y bajo parámetros “éticos”—, comprimiendo más o menos distintos resultados.

Por ello, no es de sorprenderse que Microsoft haya invertido miles de millones de dólares en OpenAI (la empresa detrás de ChatGPT), incluso en momentos en los que hay recortes masivos de personal a la vista. Y, por lo mismo, tampoco sorprende que a unos meses de que esta inteligencia artificial haya conquistado el terreno mediático, ahora Google haya anunciado a Bard, un buscador con IA que le quiere competir al chatbot favorito de los que ya no quieren volver a hacer tarea.

La cosa no termina ahí. Y sí se pone más peluda. La misma Google le acaba de meter 300 millones de dólares a Anthropic, una empresa que compite con OpenAI. Se caracteriza por una inteligencia artificial llamada Claude, que presume ser “constitucional”; básicamente, una apuesta por encontrar criterios éticos y morales medianamente universales para que una IA opere con el criterio de maximizar su ayuda a cualquier ser humano. 

Y China no se va a quedar atrás

Estos movimientos bruscos en la industria tech se quieren vender en medios de comunicación como una “Guerra de la Inteligencia Artificial”; es decir, una carrera—casi que armamentista—por ver quién puede acaparar el mercado de la IA de la manera más expansiva posible. Pero la realidad es que esto es un poco más complejo que un quién vive entre Google y Microsoft. Y que ya se ha gestado desde hace tiempo, tanto al interior del sector como entre país, como lo que se ha podido ver en pleitos comerciales entre China y Estados Unidos.

Quizá por ello es que tampoco sorprendió a nadie que, junto con el anuncio de Google, Baidu está terminando sus pruebas preliminares de Ernie Bot. Se trata de un chatbot impulsado por inteligencia artificial que—¡oh, sorpresa!—también se parece a ChatGPT. Y Alibaba también está por lanzar su propia IA que será implementada en sus servicios de atención al cliente

Como con Uber hace miles de años, y con el metaverso y las criptomonedas hace poco, el nuevo furor va a ser por ver quién saca el “nuevo” ChatGPT por industria o segmento. A Google su anuncio apresurado ya le cobró factura con algunos millones de dólares perdidos, después de que su inteligencia artificial diera mal una respuesta en un promocional. El juego entre Microsoft, Google y Baidu será interesante en los próximos meses. En una de ésas, terminan por cambiar todo lo que entendemos del internet, si no es que antes acaba en llamarada de petate. 

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Soy Raúl, pero la gente me conoce como Ruso. Estudié letras inglesas en la UNAM y tengo una maestría en periodismo y asuntos públicos por el CIDE. Colaboro en Sopitas.com desde hace más de seis años....

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