Sabemos que Estados Unidos fue el primer país en llevar al hombre a la Luna con las misiones Apollo de la NASA (Apollo 11 en 1969). Al llegar los astronautas pusieron una bandera estadounidense sobre la superficie, ¿eso significa que la Luna es territorio de Estados Unidos?
O si un día a Sopitas.com se le ocurre ir a registrar a la Luna como de nuestra propiedad, como nunca nadie lo ha hecho (sin tomar en cuenta al chileno Jenaro Gajardo Vera) entonces ¿ya es nuestra?
¿Es que acaso alguien puede reclamar a la Luna como suya? ¿de quién es la Luna?
¿De quién es la Luna?
Para empezar es importante mencionar que no es la primera vez que la humanidad se hace esta pregunta.
Por allá de enero de 1967 Estados Unidos, Reino Unido y la entonces Unión Soviética -hoy Rusia- firmaron un tratado sobre el espacio ultraterrestre. Bueno, en realidad se llama Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes.
Estre tratado entró en vigor en octubre de 1967 y hasta el 2020 pasado 110 países, incluido México, lo habían ratificado.
¿De qué va? Lo primero que hay que mencionar, a partir del tratado, es que la Luna no es de nadie, sino que se considera como un patrimonio en común de la humanidad.
Ahora, de manera explícita, en el artículo II, se habla que el espacio ultraterrestre, incluida la Luna y otros cuerpos celestes, no pueden ser “objeto de apropiación nacional”, ni ser usados ni ocupados ni ninguna otra cosa que implique propiedad. Ningún país la puede declarar suya.
También se aclara que los países no pueden colocar armas nucleares u otras armas de destrucción masiva en la órbita de la Tierra, ni tampoco en la Luna o en cualquier otro cuerpo celeste.
La Luna solo puede ser usada, entonces, con fines pacíficos y para investigación. No se pueden hacer en ella pruebas armamentísticas, ni maniobras militares ni poner bases militares.
Este tratado es la base jurídica en cuanto a la exploración y utilización de espacios fuera de nuestro planeta. Los países firmantes están obligados a cumplir las normas establecidas.
Y este tratado fue revisado por la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (COPUOS), que fue creada por la Asamblea de la ONU en 1959.
Y a pesar de que la Luna no pude ser de nadie y los países se comprometen a no contaminar nuestro satélite natural, la NASA tiene una lista (publicada en 2012) sobre todos los objetos y desechos que se han quedado en la Luna tras las misiones que han llegado hasta allá.
En esta lista, de muchísimos objetos y desechos, encontramos bolsas con caca (no es broma) y muchísimos desechos y basura que se han quedado allá de las misiones. Se supone que cuando la nave viene de regreso a la Tierra, tiene que deshacerse de lo más posible para poder despegar de forma ligera.
La historia de Jenaro Gajardo Vera
Jenaro fue un abogado, pintor y poeta de Chile que desde el 25 de septiembre de 1954 y hasta que murió -en 1998- afirmó ser el dueño legal de la Luna.
Este hombre fue ante un notario en 1954, a los 35 años, y pidió que se dejara constancia de su declaración de ser dueño de la Luna.
Y en efecto la escritura, avalada por un notario, dice que Jenaro es dueño de la Luna desde 1857.
Es más, el hombre afirmaba que el presidente de Estados Unidos le pidió permiso a él para que la misión espacial Apollo 11, la primera en llegar a la Luna, pudiera pisar su territorio. Gajardo supuestamente autorizó.
La cosa es que parece que todo es una simple historia bonita. No hay registro de que las cartas de permiso existieran, ni que el título de propiedad fuera válido. Eso sí, cuando murió, el hombre heredó la Luna al pueblo chileno.
