La compañía de ciberseguridad Splashdata, lleva años alertando sobre las contraseñas más utilizadas y por ende son las que más probabilidades tienden a ser hackeadas, pero tal parece que algunas personas lo malinterpretan y lo entienden como si fueran las más populares y las que hay que utilizar más. Desde la primera vez que la compañía lanzó su primer informe en 2015, las peores contraseñas más utilizadas siguen siendo prácticamente las mismas en 2019, aunque con ligeras variaciones.
Como hemos podido constatar en los múltiples ataques cibernéticos a lo largo del año, las contraseñas ‘123456’ y 123456789’ son las más vulnerables, aunque sin lógica alguna, siguen siendo las más utilizadas. Además de que “qwerty”, que en años anteriores había permanecido en el quinto lugar, este año subió al tercero, siendo de las más populares en la historia.
El peligro de utilizar la palabra ‘contraseña’ o ‘password’ como password, así como alguna de las peores contraseñas más utilizadas en 2019, va mucho más allá de que tu ex pueda acceder a tu correo electrónico, cuenta de Facebook o demás redes sociales, sino que los hackers se pueden adueñar de tus datos personales, créeme, lo que menos les interesa es saber tu nombre, edad y estado civil, eso es solo un gancho para poder acceder a las cuentas bancarias, cuentas Paypal y todo aquello que les genere una ganancia fácil.
También hubo quienes optaron por el ‘1234567’, mientras otros más trataron de despistar al enemigo con la contraseña “iloveyou”, que igual hubiera funcionado si combinaran minúsculas y mayúsculas, otros más trataron de hacer su contraseña más segura, pero resultó igual de evidente con el “123123” o “abc123”, mientras otros más insisten con que ‘admin’ o ‘password1’, son inviolables, pero en realidad es todo lo contrario.
Si a Jack Dorsey, CEO de Twitter, quien sí debe de utilizar contraseñas inviolables lo hackearon, con mayor razón cualquier persona que utilice alguna de las peores contraseñas más utilizadas en 2019, estando expuestos desde a un robo de identidad, hasta dejarte en banca rota, o peor aún, ¿ya viste ‘You’?
Si no confías en tu memoria, la mejor manera de crear una contraseña segura es crear una palabra de al menos ocho caracteres haciendo una combinación de mayúsculas y minúsculas, así como incluir al menos un número. Un ejemplo podría ser “elVis8presLey”.
Lo bueno es que no está todo perdido, de acuerdo con Morgan Slain, CEO de SplashData: “Podemos decir que a lo largo de los años, la gente ha comenzado a usar contraseñas más complejas, aunque todavía no van lo suficientemente lejos, ya que los hackers pueden descubrir patrones alfanuméricos simples”. Si alguna de las peores contraseñas más utilizadas en 2019 coincidió con la tuya, es momento de pensar en una nueva. Si se te dificulta, ya hay páginas dedicadas a la creación de passwords seguros.