Cuánta razón tenía Maná cuando dijo que es más fácil llegar al Sol que a tu corazón. Fuera de broma, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) se merece una ovación de pie, pues la humanidad jamás había llegado tan lejos.
Lo decimos porque la Sonda Parker enviada al espacio desde el 2018, finalmente tocó la corona solar sin derretirse, con todos sus componentes funcionando y haciendo descubrimientos extraordinarios, sencillamente fascinantes, a tal grado que esta misión, deja a ver el primer alunizaje como un juego de niños, siendo la más importante en toda su historia.
Aunque el objetivo de la misión era descubrir cómo es que la corona solar logra generar el calor infernal, en el camino, la Sonda Parker ha hecho revelaciones que los propios investigadores jamás podrían advertir si no estuviera la sonda allí para contarlo. Tal es el caso de la existencia de polvo espacial alrededor del astro rey, la temperatura exacta, la repentina presencia de viento solar y muchas otras cosas más, que dejarán al mundo entero pasmado de tanta majestuosidad.
Lo único con lo que nos quedaremos con las ganas es de admirar las impresionantes imágenes que se deben tomar a esta cercanía sin precedentes. Y es que, debido a la temperatura ardiente, la sonda es incapaz de asomar siquiera su cámara pues quedaría derretida al instante. Sin embargo, los astrónomos que han trabajado estrechamente en el proyecto, describen a la estrella mayor como “un mundo sorprendentemente caótico”.
“¡Descubrimos cosas que no esperábamos en absoluto! Especialmente que la velocidad del viento solar no es en absoluto regular. Puede aumentar de manera muy impulsiva, a veces de 100/150 km por segundo. Es muy extraño”. Resume Matthieu Berthomier, líder de la investigación que ha detallado todo a lo largo de cuatro artículos publicados en la revista británica “Nature”. Pero como en todo gran descubrimiento, mientras más respuestas van encontrando mayor es el número de preguntas que se planean al respecto.
Revelaciones históricas
Sin demeritar el rigor científico que tiene este proyecto, los 16 meses que lleva la Sonda Parker en el espacio han sido como echar una moneda al aire. Todo un viaje lleno de incógnitas donde primero, había que saber si la sonda del tamaño de un auto lograría batir la distancia jamás recorrido, o si las condiciones en las que fue construida lograrían soportar la temperatura de los rayos solares. Sin embargo, la suerte y el conocimiento estuvieron a su favor.
Ahora se sabe que la atmósfera del Sol es más caliente que su superficie, donde el termómetro explotaría con una temperatura de 5 mil 500 frados celcius, pero puede parecer el ártico a comparación de la corona solar, donde los rayos, aumentan hasta 200 veces más la temperatura. Otra revelación importante es que la corona solar genera de manera autónoma el calor, sin necesidad de depender de algún combustible natural.
“Estamos realmente sorprendidos por lo distinta que es la corona cuando se observa de cerca respecto a cómo la vemos desde la Tierra”, explica para la BBC Justin Kasper, profesor de Ciencias Espaciales e Ingeniería en la Universidad de Michigan (EE.UU.) e investigador principal del instrumento SWEAP de la sonda, que se dedica a medir el viento solar.
Determinaron que el viento solar es en realidad un flujo de partículas ionizadas producidas en las capas de la atmósfera solar, además de que el comportamiento del campo magnético está relacionado con el calentamiento de la corona. “Estas observaciones cambiarán fundamentalmente nuestra comprensión sobre el Sol y del viento solar y, por lo tanto, nuestra capacidad de prever eventos meteorológicos espaciales”, concluye Kasper.
Lo mejor es que lo descubierto por la Sonda Parker es tan solo una probadita de lo que nos falta por conocer. El rover, apenas ha llegado a la primera fase de su misión, que concluirá en el 2024 cuando se acerque lo máximo posible al Sol.