“El que lucha con monstruos puede convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras al abismo, también éste mira dentro de ti.”
-Friedrich Nietzsche; Más allá del Bien y del Mal.
El Joker es alguien que se burla de nosotros y la manera que tenemos de reaccionar. El ejemplo perfecto de esto es la película que ha hecho que se despliegue el ejército de EUA por miedo a que inspire a la violencia. La nación más poderosa del mundo está en jaque por una película de un personaje que no existe, demostrando que tienen miedo de si mismos.
En PUSH THE BUTTON normalmente hablamos de videojuegos, pero no llegamos a ese punto sin pasar a revisar otras cosas de la cultura ñoña. Los cómics son parte de esas cosas. Es por eso que hoy queremos dedicarle nuestra columna a un personaje que va más allá de todo lo que se ha conocido antes.
OJO, éste texto no es sobre la cinta de Joker que está en el cine ahorita, hablaremos de la manera moderna de entender al villano de los cómics.
El Joker es el villano más famoso de la ficción; para muchos el mejor de todos. Gran parte de su encanto viene de su personalidad carismática, pues a pesar de lo brutal de sus actos, es un payaso al que le gusta reír y hacer reír.
¿Qué es lo que le causa tanta gracia a alguien que gusta de ver el mundo arder?
La respuesta no es tan sencilla; sobretodo si vamos a las encarnaciones modernas del personaje, específicamente refiriéndonos a The Killing Joke; obra de Alan Moore donde se planeta el que es aceptado como el origen canónico del “Guasón“. Ahí se nos explica que un hombre común, simplemente tuvo una mala racha en su vida y que acabó rompiéndolo, dando pie a su transformación.
Sin hacer mucho ruido, Moore plantea no sólo que un mal día puede volver loco a cualquiera; también plantea que el villano podría NO estar demente; por el contrario, sería el más cuerdo. El Joker es de las pocas personas que ha visto al mundo perder su sentido; que detrás de todo lo que consideramos “fundamental” se esconde un abismo insondable o un sinsentido.
El sin sentido de la existencia es el fundamento de disciplinas filosóficas como existencialismo, el nihilismo y el vitalismo; enuncia que no hay un sentido real a la vida misma, todo es un constructo del propio ser humano para soportar lo “terrible de la existencia”.
Se trata de un abismo sin fondo que siempre está ahí, pero son pocos los que siquiera se atreven a mirarlo, pues no resisten la verdad de las cosas. Se está completamente expuesto a una realidad totalmente nueva, donde todo cobra un valor superior o nada vale en lo absoluto.
El Payaso del Crimen experimentó el abismo en carne propia: de un momento a otro todo lo que le daba fundamento a su vida se derrumbo; su esposa murió, no tenía trabajo, su carrera como comediante nunca despegó y un enfrentamiento con Batman lo desfiguró. Se dio cuenta que en realidad estaba parado en la nada.
Lo único que le quedó fue reírse de la vida misma.
Ríe porque tomamos demasiado en serio la vida; porque nos aferramos a ficciones fundacionales, que con el tiempo no nos dejan vivir de verdad. Todo es solemne y cuadrado, un pesar donde olvidamos divertirnos, donde olvidamos reírnos.
Ríe porque trata de hacernos reír, es un comediante, un payaso. Busca que nos demos cuenta del abismo, de las grietas que hay en la sociedad y de cómo tratamos inútilmente de mantenerlas unidas. Así, hace lo único que le queda, volverse una parodia de la vida misma; un ser violento y cruel, dentro de una sociedad violenta y cruel que se maquilla para hacerse más soportable.
Pero nadie entiende la broma, nadie se ríe. Él es el villano, la fuerza caótica imparable que se enfrenta al orden del objeto inamovible que representa Batman. Pero en otra ironía vital, Batman entiende perfectamente al Joker porque también ha visto el abismo; sin embargo, él decidió tomar ese conocimiento de manera positiva.
Batman sabe que la vida no vale nada y que eso es lo que la hace tan valiosa, digna de ser vivida, es porque nada tiene sentido que todo cobra una gran relevancia.
El Joker está riendo del mundo y de esos pequeños seres que se sienten tan importantes; pero que son infinitamente frágiles; tanto que son puestos de rodillas, demostrando su debilidad por el estreno de una película.
Ahí está el Joker, alejado de todos, viendo el caos y riendo; riendo cuando en realidad está llorando.
Nos hemos divertido mucho hablando sobre Joker el día de hoy, ¿pero saben qué no es divertido? Que se estén perdiendo de todo el contenido que PUSH THE BUTTON genera diariamente. Si les gustó esta columna, seguro disfrutarán todo lo que hacemos en Twitter e Instagram.