Los pronósticos sobre el abastecimiento de agua para las futuras generaciones no son nada optimistas. Sin embargo, un mexicano abre la posibilidad de hacer utilizable el líquido que hasta hace algunos años pensábamos que nomás estaba para adornar el paisaje. Suena terrible, pero el ser humano tiene que buscar la forma de sobrevivir.
En fin, el caso es que el investigador yucateco, Jorge Lechuga Andrade, consiguió la patente de un sistema que ha desarrollado por años. Se trata de un invento capaz de desalinizar el agua de mar hasta el grado de convertirla potable. Lo logra mediante un proceso denominado ósmosis inversa centrífuga por generación de vórtices de Dean.
Bueno, en el proceso de ósmosis convencional que todos conocemos, (sí, claro) se da un proceso de filtración, ya que una membrana parada o estática retiene los sólidos que pasan. Ahora bien, en algunos procesos de desalinización, lo que se hace es colocar una bomba de alta presión para que expulse agua con la presión suficiente y pueda vencer la resistencia de las membranas de las paredes y se genere la ósmosis… un proceso que consume mucha energía. Lo que Lechuga pensó fue, ¿por qué diablos no hacemos que la membrana gire y así ayude a que se necesite menos energía, debido a que el flujo pasa a través de ella a una menor presión?
“El proceso utiliza como un componente fundamental el filtro desarrollado que se basa en la tecnología de osmosis inversa, utiliza módulos de membranas de fibra hueca dispuestas en forma helicoidal alrededor de un tubo de soporte central y distribuidas en anillos concéntricos en la periferia de la sección giratoria para favorecer la formación de vórtices de Dean”, describe Lechuga en su solicitud de patente.
“Pongo de ejemplo a dos boxeadores, uno está parado y viene el otro, le pega con toda su fuerza y lo hace caer, pero el que va a recibir el golpe si se mueve hacia atrás puede amortiguar o esquivar éste. Por otra parte, cuando el boxeador está entrando con un golpe y tú lo recibes también, aun con poca fuerza puedes noquearlo, que fue lo que le pasó a Pacquiao contra Márquez, se llama el counter“, explicó Lechuga para la agencia informativa Conacyt, hace dos años, cuando recibió el Premio Nacional del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos 2015.
Para el docente de la Universidad Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), el interés por investigar sobre procesos de desalinización nació a partir de la recomendación de un profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña, donde realizó su doctorado. Para llegar a idear su invento, estudió otros procesos de potabilización del agua de mar que se realizan en Europa y Medio Oriente. Incluso –resalta el investigador– consiguió que su invención resultara más original, innovadora y sustentable. En otros procesos, como los que se utilizan en las Islas Canarias, se necesita un alto consumo de energía, lo cual provoca impactos negativos en el medio ambiente, además de que el proceso de debe detener constantemente para la limpieza de los sistemas.
De acuerdo con el académico, las patentes fueron otorgadas por el Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual (IMPI) y la Oficina de Patentes de Estados Unidos de Norteamérica. Ambas tendrán una vigencia de veinte años aproximadamente.