A pesar de que la franquicia ha estado muerta por años, debido al pleito cazado entre Capcom y Keiji Inafune, el “Bombardero Azul” continúa siendo uno de los personajes más queridos del mundo de los videojuegos.
Mientras que todos recuerdan los títulos salidos en el Nintendo Entertainment System, la saga que inició en el Super Nintendo, Mega Man X, es un ejemplo perfecto de como diseñar un juego (en esos tiempos) y de como hacer realmente una secuela.
En el pasado, he hablado con vehemencia de la historia de X y de Zero, personajes principales de esta saga. Pero el día de hoy, me concentraré únicamente en el título que dio inicio a esta historia.
Después de seis secuelas con uno que otro cambio no muy amplio (la clásica barrida, cargar nuestro Buster y la armadura de Rush), Mega Man se estaba quedando sin ideas.
Queriendo dar un cambio completamente radical, Keiji Inafune comenzó la producción de una saga nueva, la cual haría uso del poder de la nueva consola de Nintendo.
En un principio, propuso a un personaje completamente diferente. En vez del Bombardero Azul, presentó a un robot de color rojo con una melena dorada y que debido al diseño de su armadura (tiene chichis) no sabían si era hombre o mujer.
Mientras que el diseño en general de este nuevo juego de Mega Man les gusto, Capcom le pidió a Inafune regresar al diseño original de Mega Man (Rock) y darle una actualización.
Fue así, que X nació y se convirtió en el protagonista de esta nueva serie, con el diseño rechazado tomando un segundo lugar como su compañero, el “Reploid Legendario”, Zero.
Y en 1993, Mega Man X llegó con todo para apantallar al mundo enteró:
Como ya he hablado de manera extensa sobre la historia de este juego, solo dejaré esta pequeña sinopsis:
“En el año 21XXX, las máquinas conscientes conocidas como Reploid, comienzan a presentar fallas por el ataque de un virus desconocido. Al ver esto, las naciones del mundo crean al equipo de elite, Maverick Hunters, encargado de dar caza a estas máquinas rebeldes.
Sin embargo, la organización sufriría un golpe muy fuerte cuando su comandante en jefe, Sigma, se rebela en contra de la humanidad y comienza una revolución.
Con sus filas muy bajas, el Dr. Cain, creador de los Reploids y de Sigma, utilizará la ayuda de Zero, Reploid cuyo poder es comparable al de Sigma, además de reclutar la ayuda de un robot con más de 100 años de antigüedad y que en realidad, es el verdadero origen de estos robots.
Es así, que X –última creación del legendario Dr. Thomas Light– deberá de combatir muy a su pesar, a las fuerzas de Sigma.
Mientras que los juegos clásicos de Mega Man comenzaban con la pantalla de selección de nivel, Mega Man X comienza de inmediato en un nivel de introducción.
Al pasarlo, seremos llevados a la clásica pantalla de selección de nivel, en el cual podremos escoger entre los 8 niveles diferentes (a diferencia de la serie clásica en donde solo podíamos seleccionar cuatro niveles en un principio).
Cada uno está diseñado con un motivo especial (base aérea, central de energía, selva, etc.), el cual resalta las habilidades del jefe final (Maverick).
Al derrotarlos, ganaremos un poder especial, el cual funge como la debilidad de alguno de los jefes.
Esto es un terreno muy familiar para los conocedores de los títulos originales. Sin embargo, una nueva mecánica en la forma de la “Armadura Light”, nos dejará expandir el poder de X.
Con esta, podremos acceder a diferentes habilidades como la de barrernos, cargar las armas especiales, así como aumentar nuestra resistencia al daño.
Como ya es clásico de esta serie, al acabar los ocho niveles principales, se abrirán una serie de niveles finales, los cuales contarán con un jefe especial. Además, de que tendremos que pelear nuevamente con los ocho Maverick que ya habíamos derrotado.
Al final, tendremos una batalla contra Sigma, la cual consta de tres fases diferentes.
Además de la armadura, podremos encontrar varias mejoras para la vida (8 corazones) y cuatro tanques de reserva para curarnos.
Para esto, deberemos de encontrar una serie de zonas escondidas, las cuales van desde un hoyo en la pared, hasta secciones que solo se pueden acceder con un arma en particular.
Al obtener cada una de las mejoras y todas las partes de la armadura –no importa si la mejora del Buster fue obtenida en el nivel de Flaming Mammoth o hasta que Zero nos lo da en el primer Nivel de Sigma– podremos acceder a una cápsula especial, la cual se localiza en la última parte del nivel de Armored Aramdillo –en donde solo aparece un ítem para recuperar vida.
Para poder acceder a esta, deberemos de tomar el ítem cinco veces y al llegar una sexta vez…
Al obtener el Hadouken, los niveles finales se hacen muy papitas, ya que este mata a todo lo que toca de un golpe.
Pero no se confíen, ya que los jefes finales están diseñados de manera que no podamos usar el Hadouken en ellos.
Como podrán darse cuenta, Mega Man X es un juego muy completo y toda una cátedra sobre diseño de videojuegos.
Para explicar esto, vayamos al primer nivel del juego. Para empezar, la primera gran diferencia será que en ningún punto nos encontramos con una transición de pantallas como en los juegos originales, haciendo de Mega Man X un juego muy rápido y en donde el movimiento es muy importante.
Mientras que en la saga original debíamos de detenernos para hacer saltos y pasar de plataforma en plataforma, en X podemos irnos como hilo sin tener que detenernos.
Esto queda aún más claro con la mecánica para poder trepar por las paredes, saltando de ellas para elevarnos y salirnos de cualquier hoyo o llegar a una nueva plataforma.
Como en casi todos los juegos clásicos, los enemigos no contarán con una barra de vida, salvo por los jefes finales. Pero en el primer nivel, se nos presenta con dos subjefes que no tienen barra de vida. Al final, nos encontraremos con Vile, jefe que tampoco cuenta con un indicador de vida pero que a diferencia de los casos anteriores, simplemente no podemos derrotar.
Y es aquí que la genialidad de este juego explota. Al vernos acorralados, seremos salvados por Zero, quien aparece deslizándose, mostrándonos todo su poder y la diferencia que hay entre ambos.
Sin embargo, Zero nos dice que algún día seremos tan poderosos como él. Si nos damos cuenta, este título trata sobre el camino de X a hacerse más fuerte y a parecerse lo más posible a Zero.
Con cada nueva pieza de armadura, ganaremos habilidades que sólo Zero podía hacer (como barrerse). Poco a poco, nos convertimos en un personaje igual de poderoso sin darnos cuenta.
Sin una sola mención más que esa línea de diálogo, se nos da todo el contexto del juego así como lo que podremos hacer al final, sin una solo explicación.
Y hablando de música. No me canso de decirlo. Capcom, ¡es el rey de la música de los videojuegos!:
De principio a fin, el soundtrack de Mega Man X está cargado de música inigualable y que hasta le fecha, se sigue oyendo tan bien con toda su gloria de 16bits.
Es por esto y muchas cosas más, que Mega Man X es uno de los mejores juegos y secuelas de toda la historia, y que este expandió las mecánicas de Mega Man y las llevó a otro nivel.
En 2006, Capcom hizo un remake para el Sony PSP, el cual trajo el juego al mundo de los gráficos 3D, además de dejarnos jugar con Vile.
Sin embargo, Maverick Hunter no le hace justicia al juego del Super Nintendo. Incluso musicalmente se llega a quedar corto.
Si ustedes no han jugado este juego… ¿qué esperan? Creanme cuando les digo que están ante uno de los mejores juegos de la historia y que con sus más de 20 años de antigüedad, sigue pateando trasero como en 1993.
Espero que con su aparición en Marvel Vs Capcom Infinity, X y Zero hagan un triunfal regreso en un nuevo título, ya que Capcom nos debe un final apropiado después de lo ocurrido en Mega Man X8… pero si son como yo, estarán conforme con el final original de la serie en X5, el cual da paso a Mega Man Zero, otra gran joyita de la cual hablare… algún día.
