Este 7 de julio, vimos lo que nadie creía posible. Después de dejarnos a todos con la boca abierta, el productor Adi Shankar nos prometió una serie basada en los legendarios juegos de Castlevania, de la también legendaria Konami… aún con todo, sigue siendo legendaria ésta compañía.

A pesar de que la experiencia fue bastante corta (cuatro episodios), podemos decir que el futuro animado del Clan Belmont está en buenas manos. Originalmente, se suponía que tendríamos tres películas, lo cual se hace notar en esta primera temporada, ya que los cuatro episodios se sienten como un filme partido en cuatro partes.

Mientras que muchos esperaban una adaptación del juego original, Netflix nos sorprendió con la historia de Trevor Belmont y su unión con el mismo hijo del Principe de la Tinieblas, Alucard.

Después de que el segundo título no fue muy bien recibido, Konami decidió volver a las bases que hicieron del primer Castlevania un clásico instantáneo. Claro, dándole un giro de tuerca para que no fuera la misma experiencia.

Fue así que en 1992, el NES recibió la tercera gran aventura del Clan Belmont con Castlevania III: Dracula’s Curse:

En el año 1476, la ciudad de Wallachia se ve asediada por las hordas del ejército del poderoso Conde Dracula, quien obtuvo su poder tras la muerte del vampiro Walter Bernhard.

Exiliados por la Iglesia, quienes temen a su gran poder, el descendiente del Clan Belmont, Trevor, hijo de Leon Belmont, primer gran cazador de vampiros, deberá unir fuerzas con tres poderosos aliados. Grant Danasty, pirata con increíbles maniobras de combate, Sypha Belnades y Alucard, hijo de Dracula.

Es así que la leyenda del castillo maldito, Castlevania, dio inició

Cronológicamente, este título es la primera vez que los Belmont entran en conflicto con Dracula después de lo ocurrido en Lament of Innocence.

Regresando a la fórmula original de plataformas y acción, dejando de lado los elementos de exploración y RPG de Castlevania II: Simon’s Quest, esta tercera entrada optó por agregar a tres personajes adicionales, los cuales pueden ser utilizados en cualquier momento.

El juego se jugará de manera regular al tomar control de Trevor, quien tiene la mayor capacidad de ataque con su látigo, Vampire Killer. Grant es capaz de trepar por las paredes y lanzar cuchillas. Sypha podrá utilizar su magia no sólo para atacar, pudiendo alterar los alrededores para llegar a lugares más altos.

En el caso de Alucard, no esperen a la versión superpoderosa de Symphony of the Night, ya que solo podrá atacar lanzando bolas de fuego, así como transformarse en murciélago para acceder a puntos altos, aunque esto consume corazones.

Además de introducir nuevos personajes para jugar, Castlevania III: Dracula’s Curse fue el primer juego en tener finales diferentes. Tras pasar el primer nivel, podremos optar por dos rutas diferentes, cada una dividida en nueve niveles.

Dependiendo de nuestras acciones, podremos desbloquear cuatro finales diferentes, dependiendo con que personaje hallamos derrotado a Dracula:

Pero como el primero, prepárense para pasar horas sufriendo, maldiciendo a dios por haberles dado vida y haber rodeado la habitación con cojines, ya que su control saldrá volando varias veces de sus manos.

Esto no tendría que resultar extraño para los que conocen esta saga, pero eso no quita que Castlevania sea una de las series más frustrántemente difíciles de la era del NES.

Pero bueno, este fin de semana ya tienen tarea que hacer: ver la primera temporada de Castlevania en Netflix, e intentar pasar Dracula’s Curse sin morir una vez…

Texto: Luis Alberto Valis/ValisTheDarkia6

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