A pesar de toda la información y de la accesibilidad a ciertos anticonceptivos, las enfermedades venéreas continúan asolando a millones de personas alrededor del mundo.
Mientras que contraer VIH es uno de los mayores temores de cualquier persona sexualmente activa, otra enfermedad ha comenzado a evolucionar, haciéndose más resistente a los antibióticos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la gonorrea se ha hecho muy difícil de tratar, y en algunos casos hasta imposible. En fechas recientes, se ha encontrado que la bacteria causante de esta enfermedad, Neisseria gonorrhoeae, se está haciendo resistente a los antibióticos.
Esto tiene muy consternados a los miembros de la OMS, ya que no se han desarrollado nuevos tratamientos, poniendo en riesgo a millones de personas. Según los datos recabados por esta organización, 78 millones de personas se contagian de gonorrea cada año.
Además de la caída en el uso de condón, se atribuye al sexo oral como uno de los mayores factores en la propagación de esta enfermedad.
Cuando usas antibióticos para tratar problemas como una infección de garganta típica, estos se mezclan con la especie de Neisseria. Y esto resulta en el desarrolló de resistencia.
Hasta el momento, se han detectado tres casos incurables de gonorrea en el mundo. Estos ocurrieron en Japón, Francia y España.
Se estima que uno de cada 10 hombres contagiados y tres cuartos de las mujeres infectadas no presentan síntomas fácilmente reconocibles, lo que hace que la detección no sea 100% segura.
Entre lo que la gonorrea puede causar, se encuentra infertilidad y enfermedades de inflamación pélvica, además de facilitar el contagio de VIH.
Desde la introducción de la penicilina, que se consideró una cura rápida y confiable, la gonorrea ha desarrollado resistencia a todos los antibióticos terapéuticos.
Estas palabras fueron dadas por el doctor Richard Stabler, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres para la BBC.
Durante los últimos 15 años la terapia ha tenido que cambiar tres veces a causa de los crecientes niveles de resistencia en todo el mundo. Ahora estamos en un punto en el que estamos usando los fármacos de último recurso, pero las señales son preocupantes, porque ya se han documentado fracasos en el tratamiento de ciertas variedades.
Pues ya saben, siempre luchen con capucha, ya que la cosa se está poniendo bastante fea.