Lo que necesitas saber:
¿Cómo vamos a llegar al infinito y más allá, en el espacio, si no motivamos a más jóvenes a participar? Conoce la chamba del Centro Espacial Houston de la NASA.
¿Qué necesitamos para instalar una colonia humana en la Luna o en Marte? ¿para explorar otros planetas o para lanzarnos al espacio profundo? ¿cómo se creó el Universo? Desde hace muchos años estamos intentando responder esas preguntas y no solo eso, proyectar un camino para lograrlo.
Para hablar de toda esta chamba, lo que se viene y lo que necesitamos para llegar al infinito y más allá, en Sopitas.com nos echamos un cafecito con William T. Harris, presidente y CEO del Centro Espacial Houston de la NASA (la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos).
Pero primero lo primero: ¿qué es el Centro Espacial de Houston y a qué se dedica?
El Centro Espacial de Houston
3, 2, 1… Un cohete despega de la plataforma de lanzamiento, decenas de cámaras disparan para tomar una imagen del momento, los astronautas respiran profundo, el equipo en Tierra confirma que todo salió bien.
Pero ¿alguna vez te has preguntado qué hay detrás de esto? ¿qué estudiaron y cómo se prepararon los astronautas a bordo? ¿quién fabricó el cohete? ¿quién diseñó y confeccionó los trajes? ¿quién se imaginó el mecanismo para que los astronautas vayan baño allá arriba? ¿qué y cómo comen los astronautas? ¿qué tanto tiempo pueden soportar en aislamiento?
El Centro Espacial de Houston existe para acercar al público todas esas respuestas, para involucrar a la población en las actividades espaciales de la NASA y además incentivar a los estudiantes, de todas las edades, a que le entren a las carreras STEM.
Se trata del Centro Oficial de Visitantes del Centro Espacial Johnson de la NASA y la principal atracción turística de Houston, una ciudad del estado de Texas, en Estados Unidos.
Desde su apertura en 1992, ha recibido más de 25 millones de personas, mas o menos 1.25 millones por año.
Solo para que nos demos una idea de la oferta: puedes encontrar artefactos espaciales, exhibiciones, experiencias, programas educativos, laboratorios, simuladores, etc.
Es más, tienen recorridos al Centro Espacial Johnson, puedes visitar el lugar de entrenamiento de los astronautas, el Centro de Control de Misiones y proyectos que contribuyen a la exploración humana del Universo.
Ya nomás para no dejar: tienen la colección de rocas y muestras lunares más grande del mundo.
“Nosotros ofrecemos una forma en la que el publico pueda participar en todos estos procesos que la NASA está impulsando hacia el futuro: desde regresar a la Luna, instalar una colonia allá, una colonia en Marte y eventualmente también la exploración a otros planetas”, nos explica William T. Harris, CEO del Centro Espacial de Houston.
Si quieres echarle un ojo a la enorme cantidad de actividades de divulgación, experiencias, misiones y programas educativos que lanza el Centro Espacial de Houston solo pícale aquí.
La humanidad en el espacio: ¿qué hay detrás?
Uno de los puntos más interesantes de la conversación con el CEO del Centro Espacial Houston se centra en lo que los humanos necesitamos para viajar al espacio y mucho mas allá, para quedarnos en el espacio a vivir, de vacaciones, explorar otros cuerpos celestes, etc.
“Para que los seres humanos habitemos otros planetas hay muchos factores que considerar. Desde cómo se adapta nuestro cuerpo, de qué manera aguantamos la radiación, de qué manera vamos a cultivar los alimentos, etc. Nuestros cuerpos son maravillosos, se adaptan rapidísimo a cualquier situación pero hay límites“, afirma Harris.
Muchas veces cuando pensamos en vivir en Marte lo vemos MUY lejano porque los límites de la tecnología actual frenan la imaginación. Pero si necesitamos desarrollar nuevas herramientas, lo indispensable son ideas, pensar a lo grande.
Y en este contexto, involucrar al público y a los estudiantes en el camino al espacio es fundamental.
Hace poco platicamos con José Hernández, astronauta de la NASA con orígenes mexicanos. Él cuenta que cuando era niño, a los 10 años, vio el lanzamiento del Apolo 17 en una televisión blanco y negro, que apenas si agarraba señal.
Esa fue la chispa, el momento en que José fijó en su mente la idea de ser astronauta e ir al espacio. Mas de 10 aplicaciones en la NASA después lo logró.
Y ese es el objetivo: que los niños, adolescentes y el público en general puedan ver de cerca los programas espaciales, los laboratorios, que participen en campamentos espaciales y, llegado el momento, decidan estudiar una carrera STEM.
Esos pequeños que en algún momento se emocionaron al ver un traje de astronauta son los profesionales que van a participar en el cultivo de alimentos en el espacio, que van a encontrar una manera eficiente de generar energía, que van a fabricar sondas para explorar otros planetas, etc.
“Por muy lejano que parezca, las investigaciones y los proyectos ya están en curso. Tenemos una exhibición de Artemisa, estamos a punto de enviar astronautas a sobrevolar la Luna y luego a su superficie. CHAPEA es una misión en la Tierra en la que 4 personas están viviendo en un simulador de Marte para estudiar cómo funcionan los humanos en un ambiente distinto. Hay muchas cosas que investigar“.
Ojo acá: la NASA ya activó su plan hacia el futuro pero no van solos. Tienen alianzas con muchos países para impulsar a los jóvenes a entrarle al quite, para avanzar con las investigaciones. Uno de ellos es México.
Las alianzas del Centro Espacial de Houston con México y Latinoamérica
Uno de los objetivos de Houston y de la NASA es impulsar colaboraciones mas cercanas con Monterrey y la Ciudad de México, en nuestro país. Esto al menos en un primer paso, luego seguir avanzando con más estados y ciudades.
Ya se firmaron acuerdos, por ejemplo, con el Tec de Monterrey (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey), el MIDE (Museo Interactivo de Economía), así como el Universum, museo de ciencias de la UNAM.
“La meta es hacer intercambios que beneficien a los jóvenes, porque nosotros tenemos programas muy robustos para educadores y también para estudiantes, desde niños de 4 años hasta adultos”.
¿De qué va el acuerdo firmado con Houston? Básicamente hay 4 compromisos sobre la mesa:
- Impulsar la educación científica y tecnológica.
- Intercambiar ideas, programas y prácticas de divulgación de la ciencia para atraer el interés a las personas por el conocimiento científico y tecnológico.
- Desarrollar proyectos que involucran a las instituciones participantes, incluyendo a la NASA.
- Impulsar el intercambio y estadías para fortalecer capacidades.
Y va algo bien interesante: la NASA está colaborando con países de 7 países de Latinoamérica, enfocados en niñas y mujeres de bajos recursos que están interesados en el área STEM.
¿Cómo? Va un ejemplo. Una de las alianzas es con la fundación She Is, una organización civil colombiana fundada en 2016 que tiene como misión empedrar a las niñas y mujeres en condiciones de vulnerabilidad para entrarle a la ciencia y la tecnología.
En los programas de intercambio académico y de investigación participan mujeres de Colombia, Perú, Ecuador, República Dominicana y Costa Rica. Ahora están comenzando con Panamá y México.
“En este intercambio nos enfocamos mucho en la parte social, con las familias, para impulsar a las mujeres a ocupar puestos de liderazgo. Nosotros no podemos cambiar la sociedad pero podemos dar pasos lógicos. Animar a las familias, explicarles cómo puede mejorar su situación con la educación de sus hijos“, explica el presidente del Centro Espacial de Houston.
Si necesitamos más jóvenes interesados en entrarle a las carreras STEM, a hacer investigaciones y desarrollar tecnología que nos permita ir más lejos, en todo sentido, es necesario empezar desde abajo: las familias, los vecinos, la escuela, los museos… los sueños y aspiraciones.
El trabajo en equipo será la clave rumbo al futuro
“Con todas las misiones, investigaciones y proyectos espaciales que están en marcha vamos a ver muchos descubrimientos en los siguientes años, es algo fascinante. Queremos que el público entienda, que sepa que puede participar en muchas maneras”, afirma William T. Harris.
Si bien los astronautas y los ingenieros que fabrican cohetes son importantísimos, hay muchísimas (pero muchas) personas involucradas en cada uno de los proyectos espaciales.
Necesitamos descubrir cómo producir melatonina en el espacio (la hormona que nos ayuda con el ciclo del sueño), cómo resistir la radiación del espacio exterior, cómo estar encerrados por mucho tiempo, qué vamos a comer y tomar, de dónde vamos a sacar la energía y una infinidad de cosas más.
“Estamos ante una lista de desafíos muy pero muy grandes, porque somos básicamente gelatina con huesos allá afuera, las condiciones nos matarían de muchísimas formas y tenemos que encontrar la manera de sobrevivir. Lo vamos a hacer, lo estamos haciendo y necesitamos la participación de todos, de los jóvenes, de las mujeres”.
“Yo estoy fascinado con las posibilidades que tenemos, pero a veces también es frustrante no poder avanzar más rápido. Pero no podemos parar, hay que seguir animando personas, tener paciencia y planificar el futuro, paso a paso. Voltear al pasado para revaluar las fallas, aprender de ellas y continuar, divulgando conocimiento, involucrando a las personas, inspirando…”.
La nueva era espacial en todo el mundo traerá descubrimientos y avances tecnológicos que ni siquiera podemos imaginarnos. Si bien es un salto impresionante, no es imposible.
Actualmente hay más de 70 agencias espaciales en todo el mundo, en México estamos dando los primeros pasos rumbo al espacio… ¿falta mucho trabajo? Sin duda, pero por algo tenemos que comenzar.