Después de hartos dimes y diretes, de supuestas cancelaciones, atrasos y retrasos; cambios de director y de equipos y de hasta nombre, al fin, este 29 de noviembre, pudimos ponerle nuestras garras encima a Final Fantasy XV.

Sí, ya se, el juego ya lleva a fuera prácticamente un mes, pero debido a que no lo pude obtener a tiempo para una reseña, decidí tomarme mi tiempo y disfrutarlo al máximo.

Entonces… ¿cómo estuvo?

Con 10 años de espera, las expectativas por este juego eran inmensas. Y por sí esto no fuera suficiente, gracias a una gran campaña publicitaria y el contenido adicional como una película, serie y juegos; Square Enix aumentó la apuesta.

Es por eso, que cuando al fin pude jugarlo (después de dos días de descarga con todo y parche), descubrí que el juego, era aún más de lo que había experimentado cuando tuve la oportunidad de jugar las primeras 4 horas.

Gráficamente, Final Fantasy XV es todo un espectáculo visual, siendo uno de los juegos más bellos de esta generación de consolas.

Con un mundo detallado y lleno de vida, el mundo de Eos se encuentra repleto de criaturas asombrosas, ciudades que parecieran haber salido de los sueños más bellos de todos, bosques, pantanos y demás locaciones maravillosas.

Claro, todo esto resulta una carga un poco pesada para los procesadores del PlayStation 4 y Xbox One, ya que de la nada, pueden aparecer tanto enemigos como elementos del paisaje. Pero esto se le perdona ya que realmente los caminos que rodean a las inmensas ciudades de Insomnia y Tenebrae, son de los más detallados del mundo de los videojuegos.

Aunque, en lo que respecta a los NPC que abundan en este mundo, no están del todo terminados, sobre todo cuando los comparamos con los modelos de nuestros personajes, así como de los que tienen una relevancia en la historia.

En lo que respecta al gameplay, este puede ser resumido en una simple oración: Kingdom Hearts, pero sumamente refinado.

Este tal vez sea uno de los mayores aspectos que hacen de FFXV, una de las entradas más entretenidas de la franquicia, la cual puede ser disfrutada por quien sea –hay que ser honestos, no todo el mundo le gusta estar esperando y pasar horas y horas para subir de nivel.

A pesar de que el combate es sumamente simple –solo tenemos que machacar el botón de ataque– el uso de un botón de defensa y las técnicas de cada uno de los personajes, hacen que estos no se vuelvan muy repetitivos.

Además, que cada enemigo tiene un acercamiento diferente, así como sus debilidades y ventajas. Por lo cual, no podemos lanzarnos como “El Borras”, ante cualquier situación.

Ahora, una de las grandes quejas sobre FFXV, es que solo podemos manejar a Noctis, dejando a Ignis, Gladio y Prompto, en las manos de la computadora. Sin embargo, y a diferencia de sus compañeros, Noctis puede ser equipado con cualquier arma del juego, pudiendo jugar a través de él, con todos los estilos.

Y para ser franco, la computadora hace un trabajo decente al momento de actuar y ofrecerte apoyo… bueno, casi siempre.

Como en todo RPG, al acabar una batalla ganaremos experiencia la cual sirve para subir de nivel, con la diferencia que esta no se nos da al acabar la batalla, teniendo que asistir a cualquiera de los lugares de reposo en las ciudades y puestos que hay alrededor del camino, o acampar en las zonas marcadas en el mapa, para poder utilizar la experiencia acumulada.

En los campamentos, podremos disfrutar de una de las mecánicas, más curiosas de FFXV. Ignis, o como le decimos los cuates, “mamá gallina”, nos preparará una variedad de platillos (que tendrán diferentes efectos), los cuales han sido modelados de manera que parecen reales.

Así mismo, para ir obteniendo nuevas habilidades, deberemos de juntar Puntos de Habilidad (AP), los cuales son utilizados en el sistema, Ascension, el cual nos demuestra nuestro árbol de habilidades, el cual se encuentra dividido en varias secciones que van desde el crecimiento individual de Noctis, hasta el mejoramiento de las acciones de nuestros acompañantes.

Este sistema que pareciera un poco enredado, es bastante fácil de usar, permitiéndonos crecer como mejor nos parezca.

Ahora, es tiempo de entrar en lo que hace de Final Fantasy XV, una de las experiencias más memorables del año. Como en todo buen RPG, formaremos parte de un grupo (party), con el cual recorreremos el mundo en busca de completar la historia. Pero, la gran diferencia entre este juego y todos los demás, es la manera perfecta en la cual lograron reproducir un sentimiento de amistad entre los personajes.

Por lo general, se nos da a conocer la relación entre los personajes mediante cutscenes. Pero en Final Fantasy XV, se subió la apuesta, ya que sin haber visto la miniserie, Brotherhood; inmediatamente se siente la amistad entre estos cuatro personajes, cuyos diálogos al ir caminando por el mundo, nos hacen sentir que hay una relación muy fuerte entre ellos.

Cada uno interactúa de diferente manera con NoctisGladio es algo así como un hermano mayor, mientras que Ignis pareciera tu mamá y Prompto… es buena bestia.

Esto hace que los largos recorridos en el automóvil, Regalia, sean amenos, además que en él tendremos algunas de las pláticas más divertidas entre estos cuatro dudes.

Estas interacciones, así como el sistema de batalla, pueden hacer que uno se pierda durante horas al ir completando misiones alternas a la historia, las cuales no se sienten pesadas, aunque si un poco repetitivas.

Desde cacerías y obtener partes para que Cindy (la waifu de todos), mejore el Regalia, hasta la simple tarea de conseguir comida para gato, hacen de Final Fantasy XV, uno de los juegos más relajantes… claro, siempre y cuando tengas el nivel necesario para que no te pateen el trasero.

Las carreras con Chocobos, por dios. Estos pollos gigantes nunca se han visto y sentido tan bien. En serio, tal vez una de las mejores mecánicas del juego.

Y ni hablar de las misiones donde tenemos que infiltrarnos en las bases enemigas, donde el sigilo es de mucha ayuda.

Su música… para que les digo, si por lo general, todos los Final Fantasy tienen uno de los mejores soundtracks y con Yoko Shimomura al frente como su compositor, la aventura de Noctis está compuesta musicalmente de manera perfecta:

Pero, no todo es bueno y Final Fantasy XV, aunque ambicioso, tiene un serio problema que puede hacer que los más acérrimos fans de la franquicia, se sientan decepcionados.

Y es que su historia es, como decirlo de manera amable… meh.

Como lo exprese con anterioridad, uno puede perderse horas y horas recorriendo Eos, lo cual sirve para distraernos de la mediocre historia, la cual no jala lo suficiente hasta los últimos 4 capítulos del juego (enseguida se nota el cambio de director), en donde para colmo, nos vemos impedidos de seguir recorriendo el mundo, viéndonos confinados a una parte sumamente lineal, que rompe con el esquema que manejamos durante la mayoría del juego.

Afortunadamente, al llegar al capítulo 14, podremos regresar a completar cualquier misión que nos haya faltado, así como descubrir todas las tumbas secretas y las Armas Reales; gracias a una mecánica de viaje en el tiempo con uno de los perros de Lady Lunafreya, Umbra, a quien podremos convocar en cualquiera de los hoteles o lugares de descanso en las ciudades.

Si bien, le he echado muchas flores a los combates, Final Fantasy XV es absurdamente fácil. Ni siquiera los recién llegados se sentirán presionados al jugarlo, ya que es muy difícil morir en el juego.

En mi primera pasada, tan solo morí una vez en una de las misiones alternas, pero en lo que respecta al resto del juego…

A pesar de que su campaña es bastante corta (30 a 35 horas de juego), las misiones alternas y el carisma de sus personajes, hacen que uno se pase las horas con este juego, el cual, es una buena entrada para quienes le quieran entrar a la franquicia.

Eso sí, los veteranos se sentirán algo decepcionados por la falta de una buena historia, pero, nuevamente; gracias a sus memorables personajes lograrán pasarse el trago amargo que les dejará la historia.

Si tuviera que usar una palabra para describir a Final Fantasy XV, lo llamaría como “ambicioso”, ya que se nota los 10 años de su producción y que Square Enix, busca darle nueva vida a su franquicia estrella, sacándola del nicho que durante los últimos 30 años, ha sido su único sustento.

Para mí, este es uno de los mejores títulos del año, con todo y sus deficiencias. Además, que en el mejor de los casos, Final Fantasy XV me deja con muchas esperanzas sobre el futuro de la franquicia, ya que con un buen guión y un mejor director –no, no me refiero al Sr. Tabata, sino a Tetsuya Nomura, quien es un increíble diseñador, pero obviamente, la dirección de una historia no es lo suyo– el siguiente título podría convertirse en uno de los más completos y mejores juegos de todos los tiempos.

Si todavía no lo han jugado, denle una oportunidad, ya que Final Fantasy XV, tiene algo para todos… bueno, excepto para los que buscan una intrincada historia, pero fuera de eso, nos encontramos ante uno de los mejores juegos de esta generación de consolas y con el material adicional que se nos viene, bueno.

Final Fantasy XV se encuentra disponible para las consolas PlayStation 4 y Xbox One.

Texto: Luis Alberto Valis/ValisTheDarkia6

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