En un intento por dar un paso adelante en el rubro tecnológico, Facebook desarrolló su primera inteligencia artificial. En un principio todo iba de maravilla, pero no pasó mucho tiempo para que el proyecto perdiera el control y sus creadores se vieran en la penosa situación de suspenderlo indefinidamente.
¿Por qué sucedió?
Resulta que la compañía llevaba cierto tiempo trabajando con dos sistemas operativos autónomos, a los cuales bautizó como Bob y Alice. Las discusiones entre ambas inteligencias aumentaron conforme se les permitía realizar ciertas actividades; entre las que se encontraban negociaciones sencillas, como intercambios de libros, sombreros y uno que otro juguete.
Después de realizar un par de experimentos, los científicos se dieron cuenta de que ambos prototipos comenzaron a hablar constantemente mediante un lenguaje secreto basado sólo en textos. Este poseía patrones desconocidos que sólo los robots podían entender y que por supuesto, estaba fuera de su programa de actividades.
Ok, esto ya suena como los inicios de sagas como The Matrix o Terminator…
Bob y Alice también desarrollaron habilidades avanzadas de negociación. Previamente a su desactivación, ambos eran capaces de fingir interés en un objeto específico para después pretender que estaban haciendo grandes sacrificios para hacer transacciones más efectivas.
Los robots fueron desactivados cuando ya dominaban el lenguaje textual que mencionamos antes, porque sus creadores consideraban que sus conversaciones ya no eran útiles para los experimentos. Eso o, ¿quién sabe? Tal vez sintieron cierto temor a que pronto se negaran a seguir instrucciones. Jamás lo sabremos.
Tal vez esta historia no sea tan escalofriante como lo imaginamos pero eso no elimina el hecho de que sea muy interesante. Ojalá en un futuro no muy lejano podamos ver a estas inteligencias en acción.