Lo que necesitas saber:

El costo de los daños ambientales será 6 veces más alto que el precio de la prevención del calentamiento global a 2°C en los próximos años.

Recientemente, se calculó que el costo de los daños ambientales será seis veces más alto que el precio de la prevención del calentamiento global a 2°C en los próximos años. Un estudio publicado en la revista Nature proyecta una caída significativa en los ingresos promedio, estimando que estos disminuirán casi una quinta parte en los próximos 26 años debido a la crisis climática. En él, se prevé que el aumento de las temperaturas, las precipitaciones más intensas y el clima extremo ocasionarán una devastación económica cercana a los $38 billones de dólares al año para mediados de siglo.

Esta proyección representa una carga financiera considerable, ya que está ligada a las enormes emisiones que se han liberado en la atmósfera a lo largo de décadas debido a la quema de combustibles fósiles y la deforestación.

El impacto económico previsto por el estudio afectará a casi todos los países, aunque las naciones menos responsables del cambio climático sufrirán desproporcionadamente. Se espera una pérdida promedio permanente de ingresos del 19% a nivel mundial para el año 2049, con reducciones del 11% en los Estados Unidos y Europa, y del 22% en África y el sur de Asia. Estas cifras alarmantes subrayan la necesidad urgente de estrategias de adaptación más sólidas, especialmente en los países más pobres y más afectados, mientras que también resaltan la importancia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Para decirlo mal y rápido: la mitigación resulta considerablemente más económica que enfrentar los impactos severos del cambio climático.

Prevención: la clave para un futuro sostenible

En el ámbito médico, la prevención juega un papel crucial en la promoción de la salud. Es mucho más eficaz y rentable abordar los factores de riesgo antes de que se manifiesten los síntomas de una enfermedad. De manera similar, en el contexto de la crisis climática, la prevención implica tomar medidas proactivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, preservar los ecosistemas naturales y desarrollar tecnologías sostenibles. Estas acciones ayudan a mitigar los impactos futuros del cambio climático. Paralelamente, pueden generar beneficios económicos y sociales a corto, mediano y largo plazo.

La inversión en energías renovables reduce las emisiones de carbono. Pero también crea empleos. Estimula la innovación tecnológica. Y disminuye la dependencia de los combustibles fósiles. Del mismo modo, la protección de los bosques y los ecosistemas marinos, por un lado preserva la biodiversidad. Pero, por otro lado, contribuye a regular el clima, mantener la calidad del agua y proteger contra desastres naturales como inundaciones y deslizamientos de tierra. Así pues, la prevención es una medida prudente tanto desde el punto de vista ambiental, como desde lo económico y social.

Cuidados paliativos o  las consecuencias de la inacción

Desafortunadamente, a medida que la crisis climática se intensifica, estamos viendo cada vez más la necesidad de recurrir a lo que podríamos llamar “cuidados paliativos” para mitigar sus efectos adversos. Estos incluyen medidas como la construcción de defensas costeras para proteger contra el aumento del nivel del mar, la implementación de sistemas de alerta temprana para eventos climáticos extremos y la adopción de prácticas agrícolas resilientes a la sequía y las inundaciones.

Si bien estos esfuerzos son importantes para ayudar a las comunidades a adaptarse a un clima cambiante, no abordan la raíz del problema y pueden resultar costosos tanto en términos económicos como sociales. Construir infraestructuras resistentes al clima, por ejemplo, requiere de una inversión significativa de recursos financieros que podrían haberse utilizado de manera más efectiva en la prevención de la crisis climática. 

El costo de la inacción

La crisis climática es un problema que no desaparecerá por sí solo. Sólo se volverá más costoso cuanto más tiempo dejemos pasar sin actuar. La prevención es fundamental para evitar que la situación empeore y para garantizar un futuro sostenible para las generaciones futuras. La inacción nos llevará por el camino de los cuidados paliativos, enfrentándonos a costos cada vez más altos y consecuencias cada vez más graves. Aproximadamente, seis veces más alto que el precio de limitar el calentamiento global a 2°C en los próximos años

La elección entre la prevención y los cuidados paliativos en la gestión de la crisis climática es una cuestión de responsabilidad moral y pragmatismo económico. La ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente, pero aún tenemos la capacidad y los recursos para tomar medidas significativas. La pregunta que enfrentamos no es si podemos permitirnos abordar la crisis climática, sino si podemos permitirnos ignorarla.

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