Ethereum pretende cambiar por completo la forma de operar de su blockchain. Eso puede modificar varios aspectos de las criptos a futuro.

Este 2022 ha sido un año complicado para las criptomonedas. Distintos acontecimientos marcaron la pauta de variaciones enormes en los precios de las principales criptos—Bitcoin y Ether encabezando la lista—, llevando al ecosistema a un “invierno” que todavía no termina de sacudirse. Se encabalgaron problemas políticos en Kazajistán; el uso de criptodivisas en la guerra entre Rusia y Ucrania; un crash enorme de LUNA y la supuesta stablecoin TerraUSD; la suspensión de operaciones del prestamista Celsius; problemas de financiamiento para poder continuar con la minería de criptomonedas a pasos normales; así como una serie de crisis inflacionarias y bursátiles. Todo esto se ha conjugado para tener en la lona a los que se han querido vender como los activos financieros más atractivos e innovadores de los últimos años. Pero en medio de tanto caos y destrucción, la cadena de bloques Ethereum va por una apuesta arriesgada cuanto sugerente.

Ethereum es la plataforma base de Ether, que se ha consolidado a lo largo de los años como una de las criptos más importantes del planeta, sólo después de Bitcoin. Se ha caracterizado por promover ampliamente la transparencia y rendición de cuentas, no sólo de frente a su consejo directivo e inversionistas, sino con todos los usuarios de su criptomoneda. Constantemente hacen públicos sus planes a futuro. En específico, lo hacen en relación con los avances tecnológicos de la cadena de bloques que sostiene a todo el proyecto; no obstante lo anterior, también es extensivo al código de las transacciones de toda la plataforma. Con ello, buscan dar confianza al mercado y, así, robustecer su operación cotidiana. Y ahora buscan dar un paso más en todo el ecosistema con un cambio anunciado desde hace tiempo y que lleva por nombre “The Merge” (o la fusión).

¿De qué va “The Merge” de Ethereum?

Se trata de un “evento” que planea Ethereum desde 2020 y que pretende cambiar por completo la forma de operar de esta cadena de bloques y modificar varios aspectos del ecosistema cripto a futuro si lo logran. Hasta ahora, las Ether llegan al mercado a través de un proceso de minería que se conoce como proof-of-work (PoW) como mecanismo de consenso. En términos muy llaneros, se trata de una serie de trabajos computacionales que buscan resolver problemas complejos para crear el siguiente bloque de la plataforma; con ello, “acuñar” criptos nuevas. Esto requiere de MUCHÍSIMA electricidad y cantidades insólitas de computadoras para lograrse. Por ello la minería de criptos solía ser muy redituable, aunque altamente costosa para el medio ambiente. Lo que busca “The Merge” es pasar de un criterio PoW a un proof-of-stake (PoS) y modificar todas las dinámicas de la minería de Ether.

Los criterios PoS implican que, en vez de mineros, haya validadores de las transacciones en Ethereum para continuar con la cadena de bloques. Esto implica que distintas personas pongan sus propias criptos para validar transacciones; cuando se pasa de cierto umbral, todos reciben un “premio” en Ether. Esto haría que baje la necesidad de poder computacional; además, el comienzo del proceso es aleatorio (entre los inversionistas) y hace que ya no haya mineros compitiendo por resolver un problema. Para poder ser un “validador” se deberán invertir 32 ETH, el equivalente a 38,000 pesos mexicanos. “The Merge” de Ethereum hará ese cambio de PoW a PoS en su plataforma en la semana del 15 al 19 de septiembre y requerirá de todo el poder de la plataforma para que se mueva de un algoritmo al otro, sin que se pierda nada de la red previa.

¿Y qué implica para las criptos?

A lo que va a quedar después de “The Merge” se le está llamando Ethereum 2.0, jugando con la idea de que se trata de un cambio igual de significativo que el paso de la Web 1.0 a la de las redes sociales de hace más de una década. El asunto es que para las criptos el modelo PoW no es sostenible en el largo plazo. Ni en términos medioambientales ni en la competencia infinita por mineros, siempre en busca de más poder computacional para tratar de resolver los problemas que cada vez tardan más tiempo en completarse. Se estima que el cambio a PoS involucrará una baja de consumo de energía de 99.5% y que, a su vez, llevará poco a poco al desmantelamiento de los llamados rigs de minería de Ethers.

Por el momento, el cambio se interpreta en los mercados bursátiles como uno positivo y ha llevado a la apreciación de varias criptomonedas a lo largo de las últimas semanas. Será cuestión de ver cómo se siguen comportando tanto la divisa de Ethereum como el resto del ecosistema en el último mes previo a “The Merge”. Ether, por su parte, alcanzó los 2,000 dólares por primera vez desde mayo pasado (cuando el fatídico crash de LUNA se llevó entre las patas a todas las criptos). Y poco a poco el mercado empieza a dar señales de respuestas positivas. Para la industria en su conjunto este cambio ofrece luces sobre la posibilidad de llevar a buen puerto modificaciones necesarias. Habrá que estar atentos a las respuestas posteriores a la incorporación del PoS al algoritmo de Ethereum en los próximos meses.

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Soy Raúl, pero la gente me conoce como Ruso. Estudié letras inglesas en la UNAM y tengo una maestría en periodismo y asuntos públicos por el CIDE. Colaboro en Sopitas.com desde hace más de seis años....

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