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Ver las estrellas es una de la actividades más magníficas que se pueden hacer. Aunque no muchos, en la Ciudad de México se pueden contemplar algunos astros.

Casi todos los días de año, la contaminación ambiental y lumínica de la CDMX nos impide disfrutar de los paisajes nocturnos como se debe. Sin embargo, a pesar del smog y los días nublados, si nos fijamos bien, algunas estrellas y planetas se pueden contemplar a simple vista. Estas son algunas estrellas y planetas que se pueden mirar desde la Ciudad de México.

Aunque está contaminado, el cielo de la CDMX todavía proyecta estrellas./Imágenes NASA

Aunque siempre podemos escaparnos a los bosques y campos que hay cerca de esta urbe para ver la plenitud del hemisferio norte, es bueno saber que, de tanto en tanto, podemos hacer el esfuerzo de subir a una azotea para observar una limitada colección de puntos brillantes y sobre todo saber distinguirlos.

¿Cómo ver el cielo en la Ciudad de México?

Primero que hay que dilucidar qué estamos viendo. De acuerdo con el investigador y astrónomo Jason Kendall, la mejor manera de observar el cielo es cerrar un ojo, extender un brazo y poner el pulgar hacia arriba. Luego enfocamos un punto. Si la luz disminuye se trata de un planeta, si se tambalea es una estrella.

Es importante destacar que la mayoría de los astros que se ven en el cielo son diferentes tipos de estrellas lejanas, esto sucede porque al tener luz propia, son lo más destellante del cielo.

Algunos planetas se pueden ver durante el amanecer./Imagen NASA

En el horizonte de la CDMX, también se pueden admirar algunos planetas. Esto depende de la estación y el lugar desde el que realicemos nuestra observación. Hay que destacar que los únicos integrantes del Sistema Solar que no aparecen en el firmamento son Neptuno y Urano.

Dicho lo anterior, y porque existen pocas cosas tan extraordinarias como contemplar el cosmos y entender cómo funciona, aquí les dejamos una lista con algunas estrellas y planetas que se ven todas las tardes, estemos donde estemos.  

Avistamiento de planetas en la Ciudad de México

Los planetas se pueden admirar desde cualquier punto de la Tierra sin ningún instrumento sofisticado o telescopio. En otras palabras, si queremos admirarlo, sólo hay que voltear.

Lo que si se necesita para este avistamiento es una brújula y dirigir nuestra mirada al sur. Para saber cuál es cuál, empecemos desde le punto más lejano al más cercano. En ese orden, primero está Júpiter, luego sigue Marte, Saturno, Venus y Mercurio.

La imagen de Venus junto a la Luna/imagen Unsplash.

Asimismo, la mejor hora para atestiguar la luz opaca y genial de los astros del Sistema Solar es en la madrugada, en específico de 5:30 a 6:30 am. En esas horas el más brillante es Venus y en segundo lugar Júpiter, ambos sobresalen minutos antes del del amanecer, depende la época del año.

Por su parte, si queremos saber cuál es marte, solo hay que buscar un punto colorado en el cielo. En cuanto a Saturno, aparece un tanto amarillento. Finalmente, para encontrar a Mercurio hay que ser buen observador, ya que es el más pequeño y el más fácil de perderse a la vista.

¿Cuál es la estrella más cercana a la Tierra?

La respuesta es fácil, el Sol, una estrella tipo G formada a 4600 millones de años. Como casi todos sabemos, se ubica en el centro del Sistema Solar y es la única que podemos admirar durante el día.

Además de los planetas, los capitalinos tenemos oportunidad de apreciar la Próxima Centauri, una estrella enana rojiza que es la más cercana al Sol, ya que se ubica a sólo 4.3 años luz.

De todo el firmamento capitalino, algunas estrellas destacan. /Imagen Unsplash

Otra luminaria que vemos en cielo a simple vista se llama Sirio, que aunque es un poco más lejana, se ubica a 9 años luz. Es la más brillante que se ve desde la Tierra. Su destello es tanto, que muchas de las antiguas civilizaciones la usaban en su cosmogonía, incluyendo los mayas.

Finalmente, hay que destacar que, además de los astros, también se pueden vislumbrar otros fenómenos astronómicos como las supernovas. Las transfiguraciones de estrellas a una nueva vida generan explosiones fuertísimas, que en algunas ocasiones se pueden ver en la Tierra. La última vez que vimos algo así era el año 1987.

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