Con el lanzamiento del Nintendo Entertainment Classic Edition, o como le llamamos los cuates, el MiniNes; tanto los veteranos de huesos amarillos como las nuevas generaciones podrán revivir o experimentar por primera vez, 30 de los mejores títulos clásicos del Nes.
Títulos que van desde Super Mario Bros, hasta Mega Man, el MiniNes nos traerá horas de diversión y cuando digo horas me refiero a que a pesar de que la mayoría de estos juegos en realidad solo tienen una duración como de una hora; gracias a su alto nivel de dificultad, estos simples juegos pueden durar un buen rato.
Pero ninguno como el título que nos reúne el día de hoy, el cual incluso en sus nuevas versiones, sigue siendo
uno de los juegos más difíciles de la historia. Me refiero ni más ni menos que a Ninja Gaiden:
Lanzado por primera vez para las maquinitas en 1988, las aventuras de Ryu Hayabusa y el Clan del Dragón, encontrarían el éxito en su versión para el Nintendo Entertainment System, llegando un año después a Japón, recibiendo su port a nuestro lado del charco en marzo de 1989:
A pesar de no ser la primera versión para consolas caseras, sería el juego de 8 bits del Nintendo el que le dio la vuelta al mundo convirtiéndose en un clásico instantáneo gracias a su control, diseño de niveles, música, y por supuesto; a su inmensa dificultad.
Como lo mencione en un párrafo anterior, en esta época de los videojuegos sus limitaciones técnicas hacían que los programadores buscaran atajos para poder alargar la duración del juego y por lo general, utilizaban un aumento en la dificultad para esto.
Pero en Ninja Gaiden, esto llegó a niveles absurdos, ya que con solo dar un paso los enemigos volvían a aparecer de manera infinita, haciendo que uno tuviera que aprenderse todas y cada unas de las capas que conforman los 20 níveles divididos en 6 “Actos”.
Y es que, además de ser legendario por su injusta dificultad, Ninja Gaiden es de los primeros juegos en utilizar un estilo cinemático para contar su historia, utilizando escenas muy detalladas para su tiempo que hilan la narrativa del juego.
Todo esto resultó en un gran éxito y reconocimiento para Tecmo, quienes ni tardos ni perezosos, hicieron una secuela cargada de más acción, saltos imposibles, enemigos localizados en los peores lugares y una historia que desde el intro se siente épica… ridícula, sí, ¡pero épica!:
Ninja Gaiden II: The Dark Sword of Chaos, continúa con la historia de Ryu Hayabusa, un año después de lo ocurrido en el título original. Después de la muerte del demonio Jaquio a manos del joven guerrero, un nuevo enemigo aparece en la forma de Ashtar.
A pesar de sentirse muy parecido al original, para Ninja Gaiden II, Tecmo hizo una revisión de los controles, añadiendo cosas como el poder ascender o descender de las paredes, en vez de tener que saltar de una a otra para avanzar en ellas. Así mismo, permitieron el uso de las magias al estar escalando una pared, permitiendo defendernos mejor de los obstáculos.
Aún así, el juego seguía manteniendo su característico nivel de dificultad, pero gracias a estas adiciones que parecieran no ser la gran cosa, el juego adquirió un valor mayor de calidad, superando en varios aspectos al original.
Como era de esperarse, el éxito de esta secuela dio para hacer un juego más para cerrar esta trilogía. En 1991, Tecmo lanzaría, Ninja Gaiden III: The Ancient Ship of Doom:
Mientras que el título anterior introdujo varias mecánicas, en Ninja Gaiden III solo se añadió la habilidad de poder sujetarse sobre tuberías y otras superficies. Sin embargo en lo que respecta a la trama, Tecmo se lució y creo una historia bastante compleja para la época, en especial para este tipo de juegos.
Ocurriendo entre el periodo de tiempo que separa a los dos juegos anteriores, Ryu se ve acusado del asesinato de la agente Irene Lew (su interés romántico). Su investigación para limpiar su nombre y buscar al asesino de Irene, lo llevará a encontrar todo un complot para derrocar al gobierno estadounidense, así como un macabro plan de clonación.
Haciendo más uso que nunca de cutscenes, Ninja Gaiden III es tal vez el título más cinemático salido en el Nintendo e incluso, del Super Nintendo.
El juego recibiría críticas muy favorables y sería la manera en la cual, Tecmo decidió terminar con la franquicia. Durante más de una década para que la serie permanecería olvidada, hasta su resurgimiento en la primera consola de Microsoft: Xbox.
Ya les dije que Ninja Gaiden es difícil, ¿verdad? La dificultad de la trilogía, en especial del primer juego; se han convertido en material de leyenda, casi rayando en el sadomasoquismo.
De hecho, se piensa que solo un grupo selecto de maestros de los botonazos, son capaces de poderlo pasar sin ningún problema. Para esto, deben de someterse a un entrenamiento muy específico para desarrollar sus reflejos y los músculos de sus pulgares:
Claro, siempre y cuando, ¡el condenado juego no se ponga imposible y nos haga escupir improperios contra la creación por habernos permitido caer en semejante desgracia!
Pero bueno, muchos de ustedes dirán: “con mantenerme alejado de Ninja Gaiden podré disfrutar de lo lindo de mí MiniNes”…. je,je; bueno, con juegos como Mega Man y Castlevania muchos preferirán regresar a juegos como Darksouls para después descansar un rato del martirio en el que se ha convertido el tener un control en sus manos,mientras analizan a detalle las decisiones que los han llevado a acabar así… bueno, tal vez no a algo tan exagerado.