Elon Musk sorprendió al mundo al asegurar que consiguió que un mono fue capaz de jugar y controlar un videojuego, utilizando solo el poder de su mente y desde luego, fantástico microchip con el que el multimillonario pretende que en algún futuro no muy lejano, los humanos podamos interactuar con las máquinas. Pero, ¡¿qué se fumó?!
Sin embargo, lo que para unos significa todo un mérito, para otros, es el peor retroceso de la evolución humana. Pues en este tenor, la organización de ‘Personas por el Trato Ético de los Animales’ (PETA), le ha acomodado santo jalón de orejas al físico sudafricano, por ejercer el maltrato animal a costa de sus experimentos.
Y es que, en un video de tres minutos, publicado por la firma tecnológica, Musk explica que el primate de nueve años, fue sometido a varias intervenciones para colocar más de dos mil electrodos en una serie de microchips implantados la corteza cerebral del animal. Esto permite que el mono juegue el videojuego con la cabeza, controle el joystick al mismo tiempo, mientras que también interactúa con la computadora.
¿Ética o evolución?
Algo realmente sorprendente, si no estuviera relacionado con un procedimiento invasivo para los animales. Aunque, el inventor, se ha empeñado en defender este proyecto argumentando que mentes con máquinas es vital si las personas quieren evitar ser superadas por la inteligencia artificial. Además, es bien sabido que la Elon no tiene ni un pelo de tonto, por lo que en respuesta a las múltiples críticas que recibió de este proyecto, escribió en su cuenta de Twitter, que este es el “primer producto de la start up, que permitirá que alguien con parálisis cerebral, utilice un teléfono inteligente con tan solo pensarlo, más rápido de lo que alguien que lo usa los pulgares”.
Cabe mencionar que la tecnológica ya había realizado varias pruebas con primates con anterioridad, pero, esta es la primera vez que se atreven a hacerla pública. Sin contar por supuesto, con la presentación en vivo del microchip alojado en la corteza cerebral de la cerdita llamada ‘Gertrudis’.
Jalón de orejas
Cuando Kathy Snow Guillermo, vicepresidenta de PETA, vio el video, casi sele derrama la bilis del coraje. No reparó en señalar que la ultratecnología que presume el segundo hombre más rico del mundo, es una verdadera aberración para los animales. A través de un comunicado, dijo que “En los experimentos de neurociencia, los monos se mantienen constantemente sedientos o hambrientos, para obligarlos a cooperar y mirar una pantalla durante horas, y cuando la sesión termina, regresan a una jaula”.
Además, explicó que la tecnológica no está innovando nada, sino que es un experimento más que se hace a expensas de los animales, “cuyas vidas han sido robadas y que no resultan en nada. “La empresa abriría terreno científico real, si su investigación dejara fuera a los animales y realmente ayudara a los humanos”. Subrayó también que PETA “se opone al especismo” – una cosmovisión supremacista humana-, concluyendo que “los animales no son nuestros para experimentar con ellos”.
Sin duda, el debate está lejos de acabar, ya que por una parte, la experimentación en humanos está prohibida a nivel mundial. Lo mismo pasa con la clonación e incluso con la edición genética, el único sitio donde puede ser testeado un chip diseñado para humanos, para comprobar su efectividad, es en los seres vivos. . Mientras que por la otra, la crueldad animal es injustificable. Aun cuando la novedad sea, que un mono controle un videojuego. La solución, posiblemente se encuentre en uno de los secretoss de Elon Musk.