¿Cuándo el destino nos alcance? Nombre, si el futuro es hoy. Científicos australianos están revolucionando lo que hasta hoy conocemos como tecnología aplicada a la medicina, pues están a puto de comenzar las primeras pruebas clínicas en humanos, con el primer ojo biónico en el mundo que promete resarcir la ceguera para pacientes que tienen dañados los nervios ópticos. Lo que sería una completa maravilla.
Se trata del sistema de visión ‘Gennaris’, un casco personalizado adaptado con un transmisor inalámbrico, lentes equipados con una cámara de video, un software y una serie de nanopáneles menores a nueve milímetros, que fue desarrollado y perfeccionado a lo largo de una década por investigadores eruditos de la Universidad de Monash y las instituciones “Alfred Healt”, MiniFAB y Gray Innovation.
Aunque no todo en la vida puede ser perfecto, aquellos pacientes que se quieran someter a este tratamiento, deberán pagar un precio un poco alto por recuperar la visión. El dispositivo va implantado en el cerebro, algo muy parecido al proyecto que hace un par de meses presentó Elon Musk. En ambos proyectos, el riesgo va mucho más allá de cualquier cirugía, cualquier movimiento en falso puede dañar permanente algunas funciones del órgano más importante del cuerpo humano.
No obstante, los científicos de la alianza Monash Vision Group, señalan en el portal universitario, que el ojo biónico está listo para ser probado en pacientes, asegurando su eficacia luego de haber sido probado en ovejas obteniendo un éxito rotundo. Por ahora, están reuniendo voluntarios para hacer las primeras pruebas en humanos en un centro con sede en Melbourne.
El proceso
La tecnología tiene como objetivo “restaurar la percepción visual de aquellos que han perdido la visión mediante la aplicación de estimulación eléctrica a la corteza visual, la región del cerebro que recibe, integra y procesa la información visual”, dijo el director del proyecto Arthur Lowery en un comunicado recuperado por el New York Post.
Añadiendo que “Nuestro diseño crea un patrón visual a partir de combinaciones de hasta 172 puntos de luz (fosfenos), que proporciona información para que el individuo navegue en ambientes interiores y exteriores, al mismo tiempo que pueda reconocer la presencia de personas y objetos a su alrededor”, señaló el profesor.
Los investigadores observaron que muchas personas son ciegas porque tienen los nervios ópticos dañados, que no permiten que las retinas de sus ojos pasen información al “centro de visión” del cerebro. De tal manera que la escena capturada por la cámara de video en el casco, se enviará al procesador de visión, similar en tamaño a un teléfono inteligente, donde se procesará para extraer la información más útil.
Una esperanza
Los científicos explican que en este punto, el dispositivo analiza los datos procesados y a su vez los transmite de forma inalámbrica a un circuito dentro de cada placa implantada, que a su vez, convierte los datos en pulsos eléctricos que estimulan el cerebro y obligan a que este los decodifique.
Nada más porque la ciencia ha demostrado que no existen los milagros, pero de funcionar con eficacia, este ojo biónico, sin duda encabezaría el ranking de las siete maravillas modernas. Y es que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay entre 40 y 45 millones de invidentes visuales y 135 millones de personas con baja visión.
Muchos de ellos, se verían beneficiados con esta tecnología, la cual se convertiría en su última esperanza para volver a ver. Anteriormente, investigadores estadounidenses y finlandeses, hicieron algunas pruebas con retinas artificiales, regalándole a Mark Humayun la patente de los primeros ojos biónicos, pero se tardaron años completos en comprobar su eficacia.
Hasta ahora, el proyecto del ojo biónico australiano, ha ganado la financiación federal. Sin embargo, de demostrar que tiene el mismo éxito que en las pruebas en animales, los científicos planean obtener mayor financiamiento para crear una organización sin fines de lucro con la cual puedan ayudar a miles de pacientes en el mundo. Lo cierto es que en este caso, tendremos que esperar algunos meses o incluso años para comprobar si el ojo biónico funciona tal y como ellos lo esperan. ¿Ya estás pensando en alguien que pueda beneficiarse con este dispositivo?