Los dinosaurios han formado parte no sólo de la historia de nuestro planeta, también de la cultura popular y de varios rubros que han fascinado al ser humano desde tiempos inmemorables. Después de todo son criaturas gigantescas con características físicas que igualaban a los monstruos mitológicos que existen en todas partes del mundo.
De todos ellos, el más famoso siempre había sido el buen T-Rex, que con sus enormes mandíbulas, afilados colmillos y manitas como de Donald Trump, había sembrado el terror sobre la Tierra por millones de años. Sin embargo, hoy nos topamos con un ser vivo que podría hacerlo ver como un depredador mediocre, ya que éste surcaba los cielos y atacaba a sus presas sin que éstas los esperaran.
Se trata del poderoso Hatzegopteryx, un titán alado que medía 12 metros de punta a punta y que poseía una cabeza de 3 metros con la que podía capturar bocadillos del tamaño de un caballo. Se podría decir que era como un tiranosaurio, pero que volaba, tenía un pico afilado y realizaba ataques sorpresa. A diferencia del otro, que a donde quiera que iba, destacaba por ser enorme y hacer mucho ruido.
Esta pesadilla aérea vivió hace 70 millones de años en una isla del Mar de Tetis, actualmente conocida como la cuenca de Hateg, en Rumania. Por esos tiempos, el ecosistema era diferente y más apto para que una criatura enorme cazara sin problemas, ya que, en vez de haber bosques y montañas, existía una llanura pantanosa donde cualquier animal incauto podía caer en las garras de los más fuertes.
Debido a que los huesos del Hatzegopteryx eran muy livianos, la tarea de hallarlos no fue fácil. De hecho, los científicos aún siguen haciendo descubrimientos importantes acerca de su biología. Uno de ellos es relacionado con su cuello: hace no mucho, revelaron que este era más muscular y ajustado a su estilo de vida, que no sólo se basaba en soportar el peso de su cabeza a la hora de cazar, sino que también le servía para abatirse contra oponentes mucho más grandes.
¿Tienen un nuevo dinosaurio favorito? Nosotros sí. No tenemos nada en contra del velociraptor o el T-Rex pero este trae horrores que los otros no son capaces de igualar.