En medio de despidos masivos en la industria tecnológica, cada vez hay más estafas que buscan aprovecharse de la gente en busca de empleo.
Desde finales de 2022 y en lo que va de 2023, la industria tech ha estado marcada por un volumen altísimo de despidos masivos. Esto se ha dado en titanes del sector—como Meta, Alphabet y Microsoft—, pero también en empresas de un tamaño más modesto; por ejemplo, Spotify y Salesforce. En los últimos 12 meses, se han registrado más de 70,000 despidos entre empresas tecnológicas.
Estos despidos masivos se deben en buena medida a una combinación de dos factores. Por un lado, durante la pandemia estas empresas se vieron en la necesidad de contratar muchas más personas para dar mayor presteza a sus servicios digitales; particularmente, considerando que incrementaron muchísimo los hábitos digitales de las personas. Por otro lado, el desarrollo de inteligencias artificiales generativas—como es el caso de ChatGPT—ha llevado a la industria a replantear cómo es que acomoda sus inversiones.
Estafas a la caza de la desesperación
En tiempos de dificultades económicas, no es raro que los estafadores se aprovechen de la vulnerabilidad de las personas. La industria tecnológica, como cualquier otra, no es inmune a esto. Una forma en que los estafadores se aprovechan de los despidos en la industria tecnológica es creando perfiles falsos en redes sociales y plataformas digitales. Estos perfiles pueden parecer legítimos, pero están diseñados para engañar a las personas para que proporcionen información personal o realicen pagos por oportunidades de trabajo falsas. Las consecuencias de caer en tales estafas pueden ser devastadoras, especialmente para aquellos que ya han perdido sus trabajos.
Por ejemplo, actualmente en LinkedIn se han observado decenas de millones de cuentas falsas que, día con día, sofistican sus estafas con gente que busca una oportunidad laboral; especialmente, en la medida que los despidos masivos en la industria tech no paran aún. Algo que se observa no sólo en Estados Unidos y Silicon Valley, sino en cualquier país con presencia de de algún hub tecnológico.
El uso de las redes sociales y las plataformas digitales para la contratación se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años. Sin embargo, esto también significa que los estafadores han encontrado más facilidad para dirigirse a posibles víctimas. Crean perfiles falsos que imitan los perfiles de empresas o reclutadores reales, y luego envían ofertas de trabajo a personas que buscan activamente empleo. Pueden solicitar información personal, detalles de cuentas bancarias bajo el pretexto de una “verificación previa al empleo”.
Peor todavía, pueden pedir el pago de “servicios de colocación laboral” o “materiales de capacitación”, afirmando que es un paso necesario para asegurar el trabajo. En realidad, estos estafadores no tienen la intención de proporcionar un trabajo y simplemente intentan robar información personal o dinero de sus víctimas.
¿Qué puede hacer la industria?
La industria tecnológica puede protegerse de este tipo de fraudes implementando algunos pasos sencillos. Las empresas deben ser cuidadosas en cuanto a su reputación en redes sociales y plataformas digitales. Deben monitorear activamente los perfiles falsos utilizan su nombre o logotipo sin autorización. También deben reforzar, hoy más que nunca, a sus empleados sobre los riesgos de las estafas en línea y alentarlos a informar cualquier actividad sospechosa.
Asimismo, las empresas deben proporcionar pautas claras sobre su proceso de contratación, incluyendo cómo y cuándo se comunicarán con los solicitantes. También deben proporcionar información sobre qué información necesitarán de los solicitantes y cómo se utilizará. Esto ayudará a garantizar que cualquier comunicación de los estafadores se pueda identificar fácilmente como fraudulenta.
Además de protegerse de los fraudes en línea, la industria tecnológica puede construir resiliencia frente a eventos y desafíos que cambian las reglas del juego en el futuro previsible. Una forma de hacerlo es invirtiendo en capacitación y desarrollo de empleados. Esto puede ayudar a los empleados a adaptarse a nuevas tecnologías y formas de trabajo, así como a identificar y responder a nuevos riesgos y oportunidades. Deben considerar asociarse con otras organizaciones para compartir conocimientos y recursos, y abordar colectivamente desafíos complejos, como las amenazas cibernéticas, las recesiones económicas y las pandemias globales.
Los fraudes en línea son una seria amenaza para los individuos y las empresas en la industria tecnológica, especialmente durante periodos de despidos masivos y dificultades económicas. Sin embargo, al ser vigilantes y proactivos, el sector completo puede protegerse de este tipo de estafas. A sabiendas de lo que sucede, también es su responsabilidad asegurarse de estar bien preparados para cualquier desafío que pueda surgir.