No sólo en Twitter habrá despidos masivos estas semanas, parece que en Meta habrá una reducción de plantilla por primera vez en su historia.
Los últimos días han sido complicados—por decir lo menos—para los ecosistemas tech. Con la formalización de la compra de Twitter por parte de Elon Musk, llegaron despidos masivos en la red social del pajarito azul; particularmente, con el cierre de oficinas completas como fue el caso de México. Tras ser obligado a concretar la transacción de 44,000 millones de dólares, el magnate detrás de Tesla se ha puesto manos a la obra para transformar a Twitter en lo que sea que él busca que se convierta para el futuro.
El asunto es que Twitter funciona a base de pérdidas. Cada año opera con un déficit de entre 200 y 300 millones de dólares. De acuerdo a Musk, las pérdidas serían mayores, acumulando hasta 4 millones de dólares diarios. Por supuesto que las cuentas han de ser de panadero, pero esos números parecen estar detrás de los despidos masivos en los primeros días al frente de la red social. Y no serán los únicos que llenarán titulares en próximas fechas.
De acuerdo con información del Wall Street Journal, esta semana comenzará con la expectativa de que habrá notificaciones de todavía más despidos masivos en la industria; en esta caso, en Meta, compañía madre de Facebook e impulsora irredenta del metaverso en su conjunto como futuro del internet. Algo que, de hecho, se suma a una tendencia observable a través de todo el ecosistema a lo largo de 2022.
La apuesta por el metaverso
Pero el caso de Meta es muy peculiar. En octubre de 2021 se anunció con bombo y platillo el cambio de nombre y la modificación de la estrategia de lo que se veía como una simple red social en aquel momento. Mark Zuckerberg con entusiasmo explicaba que el futuro de su compañía estaría en el metaverso, un mundo virtual—con capacidad de interconexión e inmersión—en el que cualquier persona tendrá la posibilidad de realizar actividades recreativas, laborales y económicas, a través de avatares digitales.
A pesar de que desde un inicio Meta apostaba por el largo plazo, en estos primeros 12 meses Meta ha fallado en poder convencer a usuarios e inversionistas que vale la pena esperar por esa promesa de un metaverso enteramente funcional. Nada más en 2022, las acciones de la empresa han perdido más de 70% de su valor; apenas en febrero pasado, la empresa antes conocida como Facebook firmó su peor día en el mercado bursátil, con una caída de 26% en menos de 24 horas.
Y aunque esos proyectos de plano no despegan, Zuckerberg ha insistido que se necesitan inversiones anuales de 10,000 millones de dólares para que Meta pueda alcanzar sus objetivos. Hasta ahora, van más de 15,000 gastados. Cuentan las malas lenguas que tanto metadespilfarro ha hecho que en el último trimestre la liquidez de la compañía haya caído en 98%.
Despidos masivos a la orden del día
Así pues, miles de trabajadores en Facebook estarán esta semana a la expectativa de perder sus fuentes de ingresos. Específicamente, parece que a partir del miércoles 9 de noviembre podrían comenzar los despidos masivos. Si se llega a concretar el movimiento, será la primera vez en la historia de la empresa de Zuckerberg en la que, de hecho, se reduzca su plantilla laboral.
Aunque el cambio de viraje hacia el metaverso explica parte de los problemas financieros de Facebook, también es cierto que todo esto ha sucedido en un momento en que la reputación de la red social no está en lo más alto. Sobre todo, en la medida que continúan las multas a Meta por sus fallas en procesos electorales pasados y al no poder revelar compradores de publicidad y propaganda. Así como en momentos en los que parece que ninguno de sus proyectos termina de cuajar—como les pasó con su criptomoneda.
Encima de todo lo anterior, los despidos masivos han estado a la orden del día tanto en tech como en fintech este año. La posible contracción de la economía de la región—acompañada de una inflación histórica—ha hecho que buena parte del ecosistema tenga que replantear sus proyecciones de operación. Sin embargo, en medio de tanta reconfiguración del mercado será muy difícil ver qué le espera a esas industrias de cara a 2023.