En medio del caos del mundo digital, la red social del pajarito está viviendo momentos particularmente extraños. Mientras paseábamos por Twitter nos encontramos que una cuenta de la empresa de autos eléctricos Tesla —con palomita azul incluida— informaba de emergencia que uno de sus coches se había impactado contra la segunda torre del World Trade Center.
Sí, haciendo una referencia a los los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La cuenta resultó ser una parodia, obvio; pero una nueva tendencia de memes y burlas empresariales a raíz de las palomitas azules de verificación está provocándole un tremendo dolor de cabeza a la compañía de Elon Musk.
El caos de las cuentas parodia
Hasta hace unos días, una palomita azul en tu cuenta de Twitter significaba que estaba verificado que eras quien decías ser. Así fueras Rihanna o el presidente Joe Biden, esa pequeña marca daba certeza de que, cualquier tarugada que escribieran, venía de una fuente oficial confirmada.
Sin embargo, desde que llegó la suscripción Twitter Blue, por la módica cantidad de 8 dólares cualquiera puede tener una de esas.
Esas palomitas azules al por mayor han creado un verdadero caos para el equipo de moderación en Twitter que no puede controlar los chistes, burlas o críticas que reciben las grandísimas empresas mundiales —en forma de “cuentas verificadas”.
Además de la cuenta parodia de Tesla anunciando que se había estrellado contra el World Trade Center, también aparecieron mensajes de cuentas falsas de Lockheed Martin, una compañía aeroespacial militar, avisando de los abusos del Ejército de Estados Unidos.
Los videojuegos infantiles Roblox decían que agregarían contenido nopor a su plataforma, la empresa bananera Chiquita confirmaba que desestabiliza la política en Latinoamérica y la gigantesca farmacéutica Eli Lilly avisaba que la insulina sería gratis, en lugar de los precios exhorbitantes que acostumbra cobrar.
Todos esos mensajes eran de cuentas parodia, pero las palomitas azules obligaron a que las empresas se disculparan.
Los comentarios en Twitter hacían burla de esta nueva tendencia de cuentas parodia que terminan desenmascarando los lados más oscuros de las empresas, provocando situaciones incómodas. “El nuevo juego se trata de lograr que las corporaciones multinacionales demanden a Elon Musk hasta que quede en bancarrota”, bromeaba un investigador en periodismo.
Pegando directo en la cartera
Lo interesante acá —más allá de los chistes que sí te sacan una carcajada— es que este caos de las cuentas parodia está teniendo consecuencias en la cartera de Twitter.
Un reporte del Wall Street Journal reveló que las más grandes corporaciones multinacionales están frenando sus inversiones en la red social e incluso, cuentan, que han dejado de comprar toda clase de anuncios por dudas sobre la moderación del contenido, las cuentas falsas o las dudas sobre la verificación de sus cuentas.
El reporte menciona algunas de las más grandes empresas de comida, retail o automotrices del planeta entero.
En un mensaje para aplacar las dudas, Elon Musk comentó que estaban buscando que Twitter fuera un espacio seguro para los anunciantes en el que pudieran “crecer su marca” sin mayores riesgos por su plataforma. El magnate, además, ha tenido una serie de reuniones personales con las marcas de publicidad mundiales.
Después, surgió un avance preocupante.
Se filtró el primer correo que Elon Musk envió a los trabajadores de Twitter en el que alertó que existe la posibilidad de que la compañía no sobreviva financieramente. Alertó que la gran mayoría de sus ingresos dependen de los patrocinadores, por lo que querían impulsar el servicio de suscripción.
En su aviso, como si no fuera suficiente, habló de cómo se vería una bancarrota en Twitter o los avances de los reguladores en Estados Unidos.
Twitter busca prohibir las cuentas parodia
Entonces, ¿cómo es que Twitter busca solucionar este caos de las cuentas parodia?
Aunque Elon Musk escribió que “había tuits muy graciosos”, de todas maneras anunció que todas las cuentas parodia serán suspendidas. Las nuevas políticas de Twitter piden que —si se trata de una cuenta parodia— lo digan claramente en su biografía y en su nombre. “Engañar a la gente no está bien”, decía el magnate.
Mientras tanto, la empresa sigue en el limbo o haciendo cambios intempestivos.
Por un lado anunciaron que seguirán intentando anunció que aplicar la etiqueta de “Oficial” para distinguir entre las cuentas verificadas o aquellas que pagaron 8 dólares. Por el otro, reportes recientes confirman que el servicio Twitter Blue podría terminar por suspender la ansiada palomita, para evitarse problemas.
