Hace poco tiempo hablamos acerca de un video genial de Super Mario Bros., haciendo énfasis en lo importante que es para los jugadores que llevan algunas décadas dándole a los botonazos. Bueno, ahora el tema es un poco diferente, ya que acabamos de encontrar la copia del título que podría ser la más cara que hayamos visto.
Verán, existe una versión de este clásico de 1985 que ha establecido un récord mundial al alcanzar un precio de 100,150 dólares. Parece un precio absurdo, lo sabemos, pero la manera en que este artículo está sellado -que básicamente lo ha mantenido protegido de cualquier desgaste por más de 30 años- hace que su valor como objeto coleccionable ascienda hasta las nubes.
¿Por qué esta copia es tan endemoniadamente cara?
De acuerdo con la información de Wata Games (sitio que tiene una guía muy completa para examinar juegos valiosos), existen dos factores que sirven para determinar el valor monetario de un videojuego: el primero es su significado histórico, cosa que Mario tiene en abundancia. Después sigue el más importante, que se resume en su estado de preservación; entre menos dañado esté el producto mayor es el precio con el que se puede vender o subastar.
“Debido a su popularidad, Nintendo reimprimió Super Mario Bros. de 1985 a 1994 varias veces, lo que dio como resultado 11 variaciones de caja diferentes”, explica Kenneth Thrower, el cofundador y jefe de cursos de Wata Games. “Las dos primeras variaciones son copias ‘sellada con estampilla’ que solo estaban disponibles en el lanzamiento de mercado de prueba de la de Nintendo Entertainment System (NES), en Nueva York y Los Ángeles, en 1985 y 1986. De todas las copias selladas de Super Mario Bros., esta es la única conocida con ‘sello de estampilla’ y fue certificada por Wata Games con una calificación de 9.4 y una ‘Clasificación de sello’ de A ++”.
Además de que un cartucho de videojuegos en buenas condiciones ya es algo espectacular de ver, su precio se eleva cuando las condiciones en que está sellado prometen un estado de preservación óptimo. Esto significa que, si su empaque no permite la entrada de una pizca de polvo, entonces su valor es más alto para los coleccionistas.
“No solo todos los juegos con sticker de NES son extremadamente raros, sino que, por su naturaleza de no estar sellados en una envoltura retráctil, generalmente muestran un desgaste significativo después de más de 30 años”, agregó Thrower. “Este título puede ser la condición del censo de todos los juegos de NES sellados con estampilla que se sabe que existen”.
Y hablando de coleccionistas aficionados de los juegos caros, resulta que un grupo de personas con mucho dinero se unieron para comprar esta copia de Super Mario. Entre los compradores se encontraban: Jim Halperin, fundador y copresidente de Heritage Auctions de Dallas, Texas; Zac Gieg, propietario de Just Press Play Video Games en Lancaster, Pensilvania; y Rich Lecce, reconocido comerciante de monedas, coleccionista de videojuegos pionero y propietario de Robert B. Lecce Numismatist Inc. de Boca Ratón, Florida.
Con esto, sólo queda por mencionar lo obvio. Los juegos de Mario siempre han sido una joya para todo los jugadores y coleccionistas del mundo. Si a esto sumamos que esta copia posee cualidades que la hacen extremadamente durable, es casi normal que se haya podido vender por más de 100 mil dólares.
Tener algo así no es precisamente un gusto que todo el mundo se pueda dar, pero pensamos que valía la pena mencionarlo.