Definitivamente, ser niño es de las mejores etapas que la vida nos puede dar: todo nos sorprende, todo es nuevo y queremos comernos -literalmente- al mundo. Si tuviste una infancia increíble, sabes de lo que estamos hablando. Los primeros acercamientos que tenemos en un aspecto social se dan en el Kinder: conoces a tu primer mejor amigo, a tu primer crush (que ni sabes que te gusta, solo le dejas moretones en las piernas), y tu mamá confabula con otras madres para ponerte disfraces horribles que para lo único que servirán será tener con qué amenazarte durante tu adolescencia, gracias a las fotos y videos que grabó.
Ahora, imagínate que todo esto lo vives sin color. WHAT?! Sí, esta es la realidad de muchas personas que sufren de daltonismo, una afección hereditaria que trata sobre la dificultad para distinguir matices –generalmente– de los colores rojo y verde. Hay casos más severos que otros, pero aún así es como no poder contar con el 100% de uno de tus sentidos y aunque no hay una ‘cura’ que permita ver todo el espectro de colores a quienes afecta esto, sí ha habido intentos de darle la vuelta al asunto y tal es el caso de Mega Bloks con estos bloques grandes para las manos de los pequeños constructores.
A ver, ¿cómo, cómo, cómo?
Sí, Mega Bloks lo intentó al juntar a varios niños pequeños y pedirles hacer un ejercicio basado en construir lo que su imaginación les permitiera con los bloques de colores, especialmente pensados para las primeras etapas de desarrollo y construcción en la seguridad personal; solo que uno de los pequeños no lograba construir con los colores indicados.
¿Cómo lo hizo?
Con unos lentes. El resultado es verdaderamente emocional y sorprendente; ya que por primera vez, niños que posiblemente ni siquiera sepan reconocer la afección que tienen, al ponerse los lentes, encuentran un mundo completamente distinto al que han visto desde que nacieron. ¡Bien! Con esto van a poder construir viendo los colores de los bloques grandes, ¡Imagínate! De repente entrar a un mundo salpicado de color, algo así como la escena donde Dorothy pasa del sepia al color en ‘Mago de Oz’.
Te dejamos por acá el video para que cheques la invaluable reacción del pequeñito -y de sus padres- al encontrarse con un mundo iluminado, en un segundo: