La compra de iRobot por Amazon, por 1,700 millones de dólares, da señales de lo que implicará el futuro de la automatización en el hogar.

Quizá ya se siente pasada de moda, pero durante décadas fue la referencia obligada para hablar sobre lo que sería el futuro de la humanidad entera. Los Supersónicos nos enseñaban cómo sería un mundo de automatización, tecnología de punta, comodidad y confort para las personas. Y tal vez el pináculo de todo lo que retrataba esa caricatura era Robotina: una asistente del hogar que mantenía todo impecable, al mismo tiempo que daba consejos a los miembros de la familia y que permitía que nadie se preocupara por nada relacionado con el orden y la limpieza de la casa. Todavía estamos lejos de un futuro tan avanzado y tecnológico, pero los pasos que se dan en inteligencia artificial y robótica a diario nos hacen suponer que cada vez estamos más cerca. Y la compra de iRobot por parte de Amazon hace unos días da precisamente señales de ese tipo de avances.

Tal vez es mera coincidencia. Pero hace apenas unos días circulaba en redes sociales—¿a modo de meme?—que por estas fechas se supone habría nacido Súper Sónico (o George Jetson). Y que estamos a unos 40 años del futuro prometido por Los Supersónicos. A diario hay desarrollos tecnológicos que nos acercan a esa realidad automatizada: vehículos que se manejan sin operadores humanos; agricultores autómatas que pueden recolectar frutas; ni se diga de las inteligencias artificiales con capacidad para procesar lenguaje e imágenes para reconocer patrones; o las que hasta parece que toman conciencia y están a punto de rebelarse. Lo mismo sucede con el hogar, que poco a poco recibe más y más innovaciones, catapultándolo hacia un futuro en el que, tal vez, los humanos ya no tengamos que preocuparnos demasiado por su gestión y cuidado.

A la caza del hogar inteligente

El viernes pasado, Amazon compró a la empresa iRobot por 1,700 millones de dólares. Esto es relevante por distintos motivos. En primer lugar, se trata de la cuarta transacción de este más grande realizada por la empresa de Jeff Bezos. En segundo lugar, porque iRobot es famosa por haber creado al famosísimo Roomba; es decir, un robot aspirador que ha perfeccionado el arte de mantener un hogar limpio, sin la necesidad de que una persona lo opere o esté recogiendo todo el tiempo. Este asistente autómata reconoce los patrones de un hogar—y aprende constantemente de ellos—para mantener un piso impecable.

En ese sentido, se entiende la compra por Amazon como una estrategia para incorporar una herramienta más al arsenal de inteligencias artificiales que ya ofrece y está próxima a ofrecer en una casa: Alexa y Astro. Ésta última ya con la capacidad de desplazarse en un hogar. Y todo esto sin contemplar los robots que ha incorporado también a fábricas y almacenes: Ernie, Bernie, Scooter y Kermit.

Queda claro que Amazon está a la caza del hogar inteligente. De poder crear sistemas de internet de las cosas que incorporen distintas inteligencias artificiales en una red de colaboración para que las personas puedan controlar y atender todo lo relacionado con su casa de manera automática. Quizá así es como comienza la revolución de las máquinas; sin embargo, por el momento se antoja como una forma de hacer mucho más sencilla la vida cotidiana de quienes, por supuesto, puedan pagar todos los aditamentos necesarios para tener estos instrumentos robotizados.

¿…Y de los datos privados también?

La adquisición de iRobot por Amazon seguro implica una inversión para el desarrollo de sus aplicaciones robóticas, dado que el Roomba ha requerido de cerca de 30 años de investigación para su perfeccionamiento. Para bien o para mal, la empresa de Bezos tiene una historia importante de una búsqueda constante de innovación bien pensada. La integración de un hogar capaz de gestionarse mediante inteligencias artificiales poderosas requiere de la conjugación de tecnologías. Con movimientos como éste, el futuro de los Supersónicos quizá sí está a menos de cuatro décadas de distancia.

Sin embargo, expertos en temas de privacidad de datos y seguridad digital, han señalado que los intereses de Amazon en la Roomba y iRobot quizá no son tan benévolos. No se puede soslayar el hecho que la aspiradora robótica más famosa del mercado cuenta con la información básica de millones de hogares: qué familias tienen bebés, mascotas, etcétera. Es decir, se trata de datos que fácilmente pueden traducirse en hábitos de consumo; asimismo, que pueden mercantilizarse por el marketplace más grande de Occidente.

A estas alturas del partido sería ingenuo creer que la automatización de procesos en el hogar por parte de cualquier instrumento tecnológico no recopila nuestra información y la procesa para ser utilizada con algún motivo ulterior. La compra de iRobot por Amazon quizá simplemente termina por reforzar esa idea. ¿Será que no nos queda más que aceptar esos costos como ticket para el desarrollo hoy en día?

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Soy Raúl, pero la gente me conoce como Ruso. Estudié letras inglesas en la UNAM y tengo una maestría en periodismo y asuntos públicos por el CIDE. Colaboro en Sopitas.com desde hace más de seis años....

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