Un equipo de científicos chinos liderados por He Jiankui, afirmaron haber creado a los primeros bebés modificados genéticamente para hacerlos resistentes al VIH… y ahora se ha desatado una polémica alrededor del caso.
Según el equipo, lograron modificar los genes de Lulu y Nana, unas gemelas que nacieron “hace unas semanas” y que se encuentran en perfecto estado de salud, de acuerdo a He Jiankui, quien usó la técnica conocida como CRISPR para modificar los genes de las niñas y así hacerlas resistentes al virus.
He Juankui, quien la SUSTech (Southern University of Science and Technology of China) se encuentra en un cese temporal de su profesión desde febrero, todavía no ha publicado su investigación respecto al caso de las niñas, por lo que ningún otro científico ha podido analizar el caso y tampoco han podido refutarlo. Además, autoridades de la ciudad de Shenzhen señalaron que Juankui no solicitó ningún permiso para llevar a cabo sus análisis, por lo que ahora se ha abierto una investigación contra el científico.
Según la SUSTech, ellos tampoco tenían conocimiento de la investigación que estaba llevando a cabo He Juankui, así lo expresaron en un comunicado. Según expresa el Comité Académico del departamento de Biología (donde laboraba He) “cree que la conducta del doctor He Jiankui al usar CRISPR/Cas9 para editar embriones humanos ha violado gravemente la ética y los códigos de conducta académicos”. La institución advierte que comenzará a investigar y dará a conocer los resultados públicamente.
El científico Juankui, reveló su investigación a través de un video en YouTube, donde explicó que Mark, el padre de las gemelas, era portador del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y que nunca creyó que pudiera tener hijos.
De acuerdo a He, las niñas fueron concebidas a través de inseminación artificial y una vez que ocurrió la fecundación, los científicos inyectaron reactivos CRISPR, con lo que lograron el gen CCR5, el cual el VIH usaba para entrar al sistema.
Este no sería el primer caso donde He modifica genes de bebés, pues según declaró a la AP y publicó en MIT Technology Review, otras seis parejas también se sometieron al tratamiento, por lo que podrían existir más pequeños con genes mutados.
Pese a las disyuntivas éticas de este procedimiento, sobretodo en seres humanos, He asegura que nada tiene que ver con problemas de esta índole, ya que está poniendo sobre la mesa nuevas oportunidades a las familias para que todos gocen de buena salud.
Por su parte, Julian Savulescu, director del Centro Uehiro de Ética Práctica de la Universidad de Oxford, aseguró a la agencia Science Media Centre que el experimento era monstruoso.
“Los embriones estaban sanos, sin enfermedades conocidas. La edición genética en sí misma es experimental y todavía está asociada con mutaciones no buscadas, capaces de causar problemas genéticos en etapas tempranas y más tardías de la vida, incluido el desarrollo de cáncer“, dijo.
Pero según He, la polémica que vive su investigación es similar a la que ocurrió alrededor de Louise Brown, la primera niña concebida mediante fertilización in vitro.
“No se trata de crear bebés de diseño, solo un niño sano. No se busca mejorar la inteligencia, cambiar el color de ojos, la apariencia ni nada similar. No se trata de eso. Esta puede ser la única manera de curar alguna enfermedad. Entiendo que mi trabajo será controvertido, pero creo que las familias necesitan esta tecnología, y estoy dispuesto a aceptar las críticas. No puedo pensar en un regalo más sano ni más bello para la sociedad que dar a una pareja la oportunidad de empezar una familia llena de amor“, asegura.